Kate Winslet admite estar arrepentida de haber trabajado con Woody Allen y Roman Polanski

Los tiempos están cambiando, es una época en que la gente se siente insultada por todo y existe la llamada 'cultura de la cancelación', una cuestión que ha logrado que los personajes públicos (desde políticos hasta estrellas de cine) tengan que agachar la cabeza en algunas ocasiones y pedir disculpas. Esto ha sucedido con la actriz ganadora del Oscar Kate Winslet, quien admite públicamente que se arrepiente de haber trabajado con los directores Woody Allen y Roman Polanski.

Estas dos figuras resultan ser muy controvertidas para el cine. Nadie niega su maestría en la dirección, los guiones y la producción, el problema viene ligado a su vida personal, más concretamente a sendos escándalos sexuales que involucran a menores de edad. 

Mientras a Polanski le persigue una causa desde hace años y por eso se mantiene recluido en Francia para evitar a la justicia estadounidense, Allen ha salido ileso de dos juicios donde era acusado por su expareja y una de sus hijas adoptivas por abuso sexual. Los escándalos habían permanecido silenciados hasta hace bien poco, que los directos se han topado con movimientos sociales y feministas como el #MeToo que buscan dar voz a las víctimas y lograr que los culpables sean procesados. Ojo, no acusamos a ninguno de nada, porque la justicia es quien decide.

Igualmente ahora los actores se cuidan más de con quién trabajan y están claros de que la imagen es todo. Por eso no sorprende que Winslet haya decidido hablar públicamente y arrepentirse de trabajar con estos directores en un año en que lanza Ammonite, una película que podría conseguirle otro Oscar. 

“Toda esta experiencia me ha traído cosas nuevas”, empieza comentando a Vanity Fair luego de ser cuestionada sobre su experiencia en Criaturas celestiales, donde besa a una mujer. “Me ha hecho enfadarme un poco conmigo misma el hecho de que tal vez no me haya responsabilizado lo suficiente de cómo permití que un personaje fuera retratado en las relaciones heterosexuales en la pantalla en el pasado”.

Luego es cuestionada sobre el movimiento #MeToo, a lo que ella responde mordazmente contra los directores: “Porque la vida es jodidamente corta y me gustaría hacer todo lo posible cuando se trata de dar un buen ejemplo a las mujeres más jóvenes”, señala. “Es como, ¿qué demonios estaba haciendo trabajando con Woody Allen y Roman Polanski? Es increíble para mí ahora cómo esos hombres fueron tenidos en tan alta estima en la industria del cine y durante tanto tiempo. Es jodidamente vergonzoso. Y tengo que responsabilizarme por el hecho de que trabajé con ambos. No puedo retroceder en el tiempo. Estoy lidiando con esos lamentos, pero ¿qué tenemos si no somos capaces de ser jodidamente sinceros sobre todo eso?”.

Winslet trabajó con ambos directores siendo consciente de los escándalos que arrastraban. Con Polanski trabajó en 2011, en Un dios salvaje; mientras con Allen coincidió en Wonder Wheel, título estrenado en 2017. @mundiario