La isla de mi abuelo

Isla de San Simón / puertodevigo.com
Isla de San Simón. / puertodevigo.com
Las islas San Simón y San Antonio tienen una larga historia casi siempre tejida con dolor y me atrevo a decir hoy día también con desesperanza.

Cada vez que íbamos desde  Pontevedra a Vigo a comprar o simplemente a pasear, la gran ciudad nos ofrecía con su gran actividad el comercio variado, novedoso y los trasatlánticos atracados en sus muelles, eran épocas de escasez, eran tardes distintas cada uno o dos meses. Siempre en ese lento viaje se esperaban y allí aparecían dos paisajes destacados, primero la isla de mi abuelo Laureano. En ellas, pues en realidad eran dos, San Simón y San Antonio, Laureano había pasado recluido tres largos años, del 36 al 39. Al aparecer su vista poco después de Soutoxuste,  abajo, reposando en la ría mas hermosa  (¡perdón a las otras!), las dos islas, dándose la mano con un hermoso puente, llevaban nuestra atención y mi madre, la hija del abuelo Laureano nos contaba una anécdota de lo allí vivido, eran historias con tristeza pero no asomaba resquemor alguno, era simplemente un cuento real vivido por ella y por mi padre, relatado por capítulos esperados.

Después era un paisaje urbano, Redondela, el pueblo con techo. Dos imponentes viaductos, nos hacían el recorrido por Redondela viendo para arriba, a su techo, salvo en el funil, también esperado, el estrecho paso entre la gran pila del Viaducto Madrid y las casas lindantes.  A continuación ya todo era Vigo, calles con movimiento, el puerto y los escaparates, muchos escaparates que nos entretenían con novedades toda la tarde en la gran ciudad. A la vuelta, y con otra luz, los paisajes hay que repetirlos, son vivos, veíamos aparecer los de la mañana pero ¡distintos!. Y también era distinto el capítulo de la historia de Laureano que nos contaba mi madre.

Varias veces tuve la oportunidad de visitar las islas, todas fueron diferentes, por el momento, por la compañía, por el estado de las ruinas, por las luces, por eso los paisajes hay que rumiarlos. La primera de ellas fue con ocasión de redactar un informe sobre el puente de tres vanos que las une,  para el Inventario de puentes históricos de Galicia, encargado por  la Xunta de Galicia a un equipo de  cuatro ICCyP en el que yo participaba. Las otras ocasiones también fueron emocionantes, como corresponde a un lugar como este, tan diferente y hoy tan absurdamente ignorado.

La segunda vez fue con motivo de una conferencia que debía impartir en la isla de mi abuelo, era sobre el cercano Viaducto Madrid de Redondela y estaba organizada por la Universidad de Vigo dentro de un Congreso  Internacional de Historia de la Ingeniería. Allí, en la sala de eventos, con vistas al Puente de  Rande, con el sol en su adiós, con recuerdos contados pero no vividos y agolpados, la voz se me fue por un breve momento que se me antojó interminable.

Posteriormente hice una visita familiar con mis hermanos y otras dos con César Portela. La primera con César fue al rematar la brillantísima restauración y puesta en valor de todo ese monumento histórico, donde en compañía de unos amigos nos fue mostrando todo aquello en su esplendor, diseños, jardinería, esculturas, equipamientos (hotel, restaurante, cafetería, spa, dos residencias, salas de eventos, etc. todo ello perfectamente dotado de su mobiliario), todo con una calidad, materiales y buen construir como él sabe hacer. La segunda fue el pasado otoño, y nos acompañó mi hija, la bisnieta de Laureano. Fue distinta, yo me aparté del grupo y  ellos dos con mi mujer recorrieron otra vez todo, los veía a distancia caminar detenidamente la isla.

Todo lo hecho, todo lo pensado, todas las ilusiones de puesta en valor estaban allí en lento deterioro, sin uso alguno, con la preocupación y esfuerzo  de César y los cuidadores del recinto turbados por el mantenimiento del monumento y los lógicos daños por la indiferencia de la Administración.

Es triste y asombroso el abandono de uso de una realización tan importante, por su historia, por su arquitectura, por sus dotaciones,  por la gran inversión económica  realizada, por su ubicación, a escasos kilómetros de Camino Portugués, por el entorno inmejorable de ese trozo de ría en el que está colocada, a pocos quilómetros de Vigo, con posibilidades de uso náutico. Un privilegio desaprovechado.  De esta última visita recuerdo que volví a perder la voz y vi que a  la Isla de mi abuelo no la suelta la desesperanza, se le pega a ella.

Estas islas, San Simón y San Antonio, tienen una larga historia casi siempre tejida con dolor y me atrevo a decir hoy día también con desesperanza.

Relación de hechos destacados:

- Siglo V. Fundación de un pequeño monasterio en las islas.

- 1200-1275. Composición de la cantiga de Mendinho.

- 1702. Batalla de Rande, las tropas inglesas saquean e incendian San Simón.

- 1719. Nuevo saqueo inglés.

- 1787. Tofiño refleja en una carta las dos islas.

- 1809. Tropas francesas incendian las islas.

- 1838. Real Decreto de construcción del Lazareto proyectado y dirigido por el ICCyP  monfortino Alejo Andrade, con informe favorable de la Academia de Bellas   Artes de San Fernando.

- 1839. Comienza las obras en régimen de concesión el constructor riojano Norberto Vázquez Moreno.

- 1848. Fallece Alejo Andrade y dirige las obras José García Limeses.

- 1852. Fallece el constructor Norberto Vázquez Moreno y se extingue la concesión pasando a ser propiedad exclusiva del Estado.

- 1858. Manuel Murguía publica “Las islas de San Simón” en la revista madrileña El Museo Universal.

- 1870. Julio Verne publica la novela Veinte mil leguas de viaje submarino en la que aparecen los galeones hundidos en la bahía de San Simón.

- 1898. Se habita el lazareto de San Simón con repatriados de las guerras de Cuba y Filipinas.

- 1927. Clausura oficial del Lazareto de San Simón.

- 1929. Se graba el documental Un viaje por Galicia, en el que se recogen las primeras imágenes filmadas en San Simón.

- 1936, 1 de octubre. Comienza a funcionar la colonia penal con el traslado de los primeros presos desde los calabozos de Pontevedra.

- 1943. Los últimos presos abandonan la colonia penal de San Simón.

- 1950. Naufragio de la embarcación Monchita con 69 personas a bordo, la mayoría miembros de la Guardia de Franco que pasaban unos días de vacaciones en las islas.

- 1950-1955. Las instalaciones permanecen abandonadas.

- 1955. Comienza a funcionar el hogar Méndez Núñez para huérfanos de marineros, dependiente de Auxilio Social.

- 1958. El ministro Secretario General del Movimiento Solís Ruiz inaugura  un crucero instalado en el islote das Cobreiras en honor de los fallecidos en el naufragio de 1950.

- 1963. Clausura del hogar Méndez Núñez.

- 1982. El diario Faro de Vigo publica un especial dedicado a Mendinho con textos históricos sobre San Simón y el poema inédito Illa do amor, illa da morte,de Valentín Paz Andrade.

- 1991. El puente que une las islas es incluido en el catálogo del patrimonio cultural de la provincia de Pontevedra que publica el Diario Oficial de Galícia.

- 1998 La Xunta de Galicia le encarga a César Portela la rehabilitación de San Simón. Se publica el Plano Director das illas de San Simón e San Antonio.

- 1999. Mediante el decreto 237/99 la Xunta de Galicia declara las islas de San Simón y San Antonio Bien de Interés Cultural con categoría de sitio histórico.

- 2002 Manuel Vázquez Montalbán presenta en San Simón su última novela Erec y Enide, ambientada en este lugar.

- 2004, 2 abril. Se declara la ensenada de San Simón como zona de Especial Protección de Valores Naturales  (ZEPVN).

- 2005, mayo. Se rematan las obras de rehabilitación de las islas de San Simón y San Antonio, que se inauguran oficialmente en julio de ese año. @mundiario

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