Los hermanos Coen llegan a Netflix con La balada de Buster Scruggs

James Franco, una de las estrellas de La balada de Buster Scruggs, de los hermanos Coen. / RRSS.
James Franco, una de las estrellas de La balada de Buster Scruggs, de los hermanos Coen. / RRSS.

Los directores americanos nos traen un western que si bien es un homenaje a los clásicos del género, está repleto de referencias culturales como citas de Shakespeare y Abraham Lincoln, hasta guiños a Edgar Allan Poe. De todo un poco. 

Los hermanos Coen llegan a Netflix con La balada de Buster Scruggs

Sangrienta, cruda, brutal y perversa. Así podríamos describir la nueva producción de los hermanos Coen, La Balada de Buster Scruggs, que este viernes 16 de noviembre se estrena en Netflix en la mayoría de los países, entre ellos, España. Dos de los directores estadounidenses más emblemáticos llegan al gigante del streaming con un atractivo western.

Primero que nada, hay que destacar que se trata de la primera colaboración de Joel y Ethan Coen con Netflix, por lo que esta producción del Lejano Oeste representa la incursión en un nuevo territorio. "Nunca nos planteamos hacer esta película con un estudio tradicional porque sabíamos que ninguno la financiaría", lamenta Joel, que agradece el hecho de que en Netflix se gaste el dinero "en algo más que las adaptaciones de cómics".

La película de los hermanos Coen –que estaba pensada para ser una teleserie– consta de 6 episodios y está encabezada por la historia del asesino cantor Buster Scruggs, que le da nombre al filme. Estamos hablando de un western que si bien es un homenaje a los clásicos del género, está repleto de referencias culturales, como citas de Shakespeare, del Antiguo Testamento y también de Abraham Lincoln, incluso guiños a Edgar Allan Poe. De todo un poco. 

Una de las peculiaridades de La balada de Buster Scruggs es, precisamente, la manera en que está dividida: seis episodios y seis historias distintas. Cada una de ellas tiene un estilo distintivo. "Esencialmente hemos hecho seis películas en una", comenta Ethan. "Eso significa seis procesos de preproducción, otros seis de montaje y seis elecciones de vestuario y banda sonora", agrega sobre un trabajo que ha sido "esquizofrénico y muy estresante".

Algunos cinéfilos añorarán la posibilidad de ver una película de tal envergadura en la pantalla grande, aunque a juzgar por la potencial audiencia de Netflix, no es de extrañar que La balada de Buster Scruggs se convierta en uno de los títulos más vistos de los hermanos Coen. No tiene pérdida. @mundiario

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