Helena Cosano: "¿Existen las brujas? ¡Haberlas, haylas!"

Helena Cosano. / Mundiario
Helena Cosano. / Mundiario

La escritora Helena Cosano, colaboradora de MUNDIARIO, sorprende con un libro infantil, “El gato de la bruja”, ilustrado por la pintora Díaz-Banda. Vuele así a Ávila, donde también se puso de largo su obra anterior sobre Santa Teresa de Jesús, “Teresa. La mujer”.

Helena Cosano: "¿Existen las brujas? ¡Haberlas, haylas!"

Tras ahondar en la mística con un libro sobre la célebre Santa de Ávila, la escritora Helena Cosano nos sorprende con un libro infantil, “El gato de la bruja”, ilustrado por la pintora Díaz-Banda. Lo presentará en el Episcopio de Ávila este martes 22 de enero, donde también se puso de largo su obra anterior sobre Santa Teresa de Jesús, “Teresa. La mujer”.

Trasto es un gatito travieso pero de buen corazón. La bruja Casandra es una joven amante de los animales que estudia en la universidad. Los dos, gato y chica, se encuentran y se vuelven inseparables. El libro es la historia de su amistad. Se presenta en varios capítulos, cada uno nos cuenta las aventuras del gatito, ilustradas con las alegres imágenes de la pintora Díaz-Banda. Aunque aparentemente dirigido a un público infantil, “El gato de la bruja” permite diferentes interpretaciones en función de la madurez del lector, por lo que es un libro en realidad para todas las edades.

– Tras su novela histórica “Teresa. La mujer”, sobre el legado espiritual de la Santa de Ávila, nos sorprende con un libro para niños. ¿A qué se debe?

– Para intentar comprender a un personaje histórico como Santa Teresa se necesitan muchas horas de investigación, y la escritura debe ser extremadamente rigurosa. Es un trabajo laborioso, siempre respetuoso con los hechos y el contexto histórico. Antes de meterme de lleno en la investigación sobre San Juan de la Cruz, que es mi próxima meta, deseaba volver a jugar con la escritura, recuperar la libertad de dejar volar mi imaginación, de soñar despierta, de ser niña de nuevo en un mundo mágico. El libro “Almas Brujas” (Premio Rubén Darío), de cuentos y relatos, del que acabamos de celebrar la tercera edición, había hecho algo parecido, aunque para adultos.   

– ¿Qué mensaje tiene el libro “El gato de la Bruja”? ¿Qué valores transmite?

– Al escribir el libro, mi primera idea era divertir, hacer soñar, pensar y reír… Y contribuir a que los niños descubran cuánto antes el placer (y el vicio) de la lectura. Además de pasarlo bien, el libro incita a la reflexión sobre determinados temas y valores. Así, por ejemplo, cuenta la historia de una amistad, la de una chica con su gato, que no es su “mascota”, sino realmente su amigo. Es una amistad muy fuerte, más aún que los lazos de sangre. Una amistad para siempre, que implica lealtad, responsabilidad, esfuerzos, a veces incluso sacrificios. En el mundo de Casandra y Trasto, la tolerancia es fundamental: ellos son especiales, “brujitos”, y en todo momento se resalta la importancia de ser tolerantes con las personas que son diferentes. Y, más allá de la tolerancia, el respeto. Respeto hacia todo lo que nos rodea, animales, plantas, o Madre Tierra. En este mundo mágico de brujas, gatos y mariposas, el amor es el lenguaje universal que permite comunicar entre sí a los seres más diferentes. Más allá de las palabras, el amor desinteresado, puro, crea puentes y hasta permite milagros.

– ¿Para qué edad es la obra?

– El estilo es sencillo, con un léxico asequible también para niños de muy corta edad, y las aventuras son divertidas para los más pequeños. Pero el libro está pensado también para jóvenes y adultos, ya que permite lecturas a diferentes  niveles de profundidad. Al igual que en “Almas brujas”, al igual incluso que en “Teresa. La mujer”, “El gato de la bruja” nos muestra el mundo mágico que se abre cuando el alma humana se libera, aunque sea brevemente, de la esclavitud de la materia. Es el mundo al que tienen acceso los místicos de todas las religiones, los que tienen alma de niño, y los brujos de todos los tiempos.

– ¿Qué es una bruja? ¿Existen las brujas?

– ¡Haberlas, haylas! Temidas o admiradas, nuestros cuentos, nuestra cultura, nuestra historia, nuestro inconsciente colectivo como seres humanos, están repletos de brujas, éstas constituyen un arquetipo de nuestra psique. A veces se las ha visto como la encarnación del lado oscuro de feminidad: peligrosas por su belleza, seductoras e inmorales, capaces de manipular a su antojo la naturaleza, de quitar la vida por la gracia de ese mismo poder divino que les permite engendrarla. Pero las brujas, históricamente, eran ante todo mujeres sabias. Conocían las hierbas, eran sanadoras, curanderas, comadronas, videntes. Eran mujeres independientes y fuertes, más instruidas que las demás. Actualmente, se identifican con este arquetipo las personas que conectan con su capacidad de crear, de encandilar, de iluminar, de enseñar, de proteger, de iniciar, de seducir, de sanar…, las que se sienten parte de la naturaleza, intuyendo el amor incondicional y la compasión hacia todos los seres vivos.

– ¿Y por qué tiene un gato la bruja del cuento? 

– Al contrario del perro, el gato es eminentemente contemplativo, y tiene una intuición muy fuerte. No acepta jerarquías, sino que se une libremente a quien elige: es por lo tanto el compañero ideal de una bruja…, al igual que una bruja es la compañera idea de un gato. Es el animal mágico, “brujil”, por excelencia. Evoca lo femenino, elegante, silencioso, independiente, misterioso, sensual…, y a veces traicionero. De hecho, en la Edad Media, se procedió en algunos lugares a la quema y exterminio masivo de estos felinos porque se creía que las brujas se podían transformar en ellos para huir.  

– Otra curiosidad es la recurrencia de las mariposas. ¿Tiene la mariposa algún simbolismo especial?

– Sí, en toda mi obra hay mariposas. Así, en “El gato de la bruja”, el jardín mágico está lleno de mariposas, y Trasto cae en desgracia cuando agrede a una. La mariposa es el hilo conductor del libro "Almas Brujas". En “Teresa. La mujer” la Santa nos descubre por qué llamaba a sus hijas, las Carmelitas Descalzas, “mariposas”: porque tras una “noche oscura del alma”, encerrada en un capullo en la más absoluta soledad que es una muerte al mundo, lo que era una oruga resucita como mariposa. La mariposa representa el alma. Un tipo de alma. En muchas culturas, es una metáfora del alma que se ha elevado a un cierto nivel de consciencia: ya no es oruga ni nunca volverá a serlo, ha vivido una metamorfosis irreversible. Y en su nuevo estado, rodeada de seres que aún se arrastran mientras ella necesita volar, está condenada a la soledad, pero puede ayudarles: como hacían las brujas históricas, pueden consolar, iluminar, guiar, sanar, enseñar… Las mariposas tienen alas como los pájaros, pero no tienen nido, no tienen un hogar al que regresar. Son frágiles, pues si tocas el polvo de sus alas, las destruyes. Son efímeras y lo saben, y por eso juegan con el tiempo. Y a veces logran trascenderlo. Logran la eternidad. A veces consiguen poderes sorprendentes, tanto que parecen sobrenaturales (comparables a los "siddhis" de ciertas vías espirituales). Por eso son seres "mágicos" y las llamo también "almas brujas", por su poder, generalmente benévolo, pero a veces oscuro. Porque eso es un brujo: una persona que logra liberarse, al menos en parte, de la esclavitud de la materia. Porque el alma no está sometida a las leyes del cuerpo, del espacio-tiempo. Y al liberarse de la materia, tiene acceso a lo que desde aquí parece "magia", "brujería", "milagros", donde pasado y futuro son siempre presentes, la vida y la muerte son simultáneas, y lo "posible" y lo "imposible" ya no significan lo mismo.

– ¿Qué puede esperar un lector de su obra? ¿Qué mensaje desea transmitir?

– A los lectores desearía ofrecerles magia, pasiones, locura, arte, belleza formal y un mensaje de esperanza: nuestra sociedad nos vende recetas que no funcionan. Muchas personas viven vidas ajenas, vidas que no están hechas a su medida, y se sienten profundamente insatisfechas y vacías, a menudo sin saber por qué. El tema de mis libros, de “Almas Brujas” a “Teresa. La mujer” pasando por “Cándida diplomática” o “El viento de Viena”, es principalmente este: ten valor, busca tu camino, libérate, conócete a ti mismo, conviértete en quien eres de verdad. Y al conocerte a ti mismo conocerás el mundo, y al ser auténticamente quien ya eres hallarás la felicidad. @mundiario

Teaser sobre El gato de la bruja. / YouTube

Escritora, diplomática y traductora literaria

Desde pequeña Helena Cosano se ha sentido atraída por la espiritualidad y el pensamiento mágico, que la llevaron a una filosofía vegana de respeto hacia todos los seres vivos. Actualmente es activista por los derechos de los animales.

Como diplomática, ha tenido puestos como Segunda Jefatura en Astana (Kazajstán), Consejera ante la Conferencia de Desarme en Ginebra o Subdirectora de la Escuela Diplomática de España. Actualmente es Segunda Jefatura y Cónsul en Nicosia (Chipre).

Sus obras más destacadas son Teresa. La Mujer (editorial La Esfera de los Libros), Almas brujas (Premio Rubén Darío), Cándida diplomática (editorial Algaida). Su último libro, que acaba de ser editado por Éride Ediciones, es El gato de la bruja. Es colaboradora de MUNDIARIO.

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