Habitación 300: La intuición me dice que debo masticar si voy a tragármelo todo

Factoría Warhol.
Factoría Warhol.

No volveré a coger nada del suelo, ni los céntimos que dan buena suerte. No sirven para nada y es algo que me rompe el corazón. / Relato literario

Habitación 300: La intuición me dice que debo masticar si voy a tragármelo todo

Hoy he vuelto a la terraza del O Pincho. Tuve que abandonar mi mesa -como siempre- porque mi amiga se retrasó, porque tenía que vestir a su hija. En cuanto acabamos el café, ella quiso irse, de modo que ella también ha visto que no pueden pasarse así contigo.

Esa camarera es muy especial, no sirve a todos, sino a aquellos que le hacen una gracia para desatar su incomprensible carcajada.

Pero ella no ha sido la única que me ha hecho llegar a este submundo miserable, sino otras camareras y padres de familia del pueblo.

No saben entender que a mí no me educaron así, que yo tengo un gran mundo interior por debajo de mi cortesía. Cuando la cortesía no funciona, todos tienen algún cobijo: su coche, su jefe, su esposa. De modo que, aunque no lo entienda, estoy bien jodida.

La realidad es que no tengo dinero propio con el que hacer a nadie orgulloso, aunque estoy ahorrando para un precioso vestido baby doll porque es mi estilo y lo necesito para los domingos de invierno.

¿Qué importa tu clase social cuando estás en la calle? A no ser por la policía, no se intuye ningún riesgo; si pagas lo tuyo, de algún modo, ¿sabes? estás extorsionando a la policía.

Ayer me tomé bastantes cafés y estoy como nueva. He superado el mareo crónico desde que descubrí que nadie me quiere. Debí intuirlo desde que nadie me coge el teléfono.

La otra noche sentí cerca la muerte natural, dormí plácidamente confiando en desaparecer de este sufrimiento y le rogué a Dios que me reservase un buen lugar en el Paraíso. Pero al final sigo por aquí y, de algún modo, carecer de seres queridos te libera de mucho estrés.

Estoy perfectamente relajada, como un boxeador con morfina. Estoy bien en suma si me preguntan.

No volveré a coger nada del suelo, ni los céntimos que dan buena suerte. No sirven para nada y es algo que me rompe el corazón.

Tengo que olvidar el pasado (de nuevo)- me dicen. Pues bueno, yo creo que vencería todos los juicios contra todos, así que no aceptaré sus consejos.

No he nombrado la ablación del clítoris a nadie (no me gusta hablar de sexo), a sabiendas de que realmente no creerán que no me masturbo al menos. @mundiario

   

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