Guerriero: “Vargas Llosa es un personaje que tiene bastante atractivo periodístico”

Leila Guerriero
Leila Guerriero llegará a Lima para participar de la FIL - RSS

La escritora argentina Leila Guerriero habla sobre el Premio Nobel de Literatura 2010, Mario Vargas Llosa, y su nuevo libro Opus Gelber. Retrato de un pianista (Anagrama 2019), antes de su llegada a la Feria Internacional del Libro de Lima.

Guerriero: “Vargas Llosa es un personaje que tiene bastante atractivo periodístico”

Era un domingo del 2013. El diario El País publicaba, como resulta una costumbre, la columna semanal ‘Piedra de Toque’ del Premio Nobel de Literatura 2010, Mario Vargas Llosa. En ese texto, el reconocido escritor peruano comentó un libro que, simplemente, le fascinó. Se llamaba Plano Americano. Tuvo elogios por la calidad de la narración y, luego, recomendó seguir a la autora. Se refería a la periodista y escritora argentina Leila Guerriero (Junín, 1967). Con ese halago, la carrera de Leila tuvo un gran salto ya que fue considerada como un nuevo referente de la no ficción hispanoamericana. Con ese cartel, será una de las invitadas internacionales de la Feria del Libro de Lima. Antes de su llegada, conversamos con ella sobre Vargas Llosa y su nuevo libro Opus Gelber. Retrato de un pianista (Anagrama 2019). 

- Mario Vargas Llosa comentó tu libro Plano Americano en el 2013. Y luego, escribiste un soberbio perfil de él para el suplemento Babelia de El País. ¿Qué detalle te resultó interesante en la personalidad del Nobel al retratarlo?

- Para empezar, Vargas Llosa es un escritor al que yo leo desde que soy adolescente. Es un personaje que tiene bastante atractivo periodístico. Si tú ves todo el recorrido de su vida, ha tenido virajes muy fuertes. Es un gran autor que formó parte del boom, tuvo una vida con su prima, viajó a Barcelona y París. Escribió algunas de las mejores novelas del idioma español, ganó el Nobel, fue candidato a presidente por su país, era de izquierda y, ahora, es liberal. Me parece que es un viajero y tiene una disciplina de trabajo fuerte.

- Hubo una reciente polémica sobre la Bienal de Vargas Llosa. Se criticó por la poca representación de las mujeres entre los finalistas del premio. ¿Qué apreciación tienes sobre este tema?

- No puedo decirte mucho sobre la Bienal porque a mí me invitaron. No pude ir por cuestiones de tiempo. Sin embargo, leí el artículo de Mario Vargas Llosa, quien dijo que sí invitaron algunas mujeres, pero desistieron de ir. Creo que sí se siente que en algunos de estos eventos, donde hay una disparidad notable entre mujeres y varones, hay una cierta incomodidad social al respecto, y eso me parece que no pasa desapercibido a los organizadores como lo que contó en su columna. Pero a las mujeres no están invitando a muchos lugares, y creo que hay una particularidad atención que es una relación de equilibrio.

- ¿Esa particularidad se conecta con el pedido de las cuotas de paridad en la literatura?

- En un mundo ideal, no sería necesario. Si uno mira hacia atrás, diez años, se podía mirar que los festivales o las ferias del libro, la mayor parte de los invitados eran varones, los jurados eran varones, no había por inercia, por patriarcado, por machismo, los nombres que organizaban, eran varones. Se va generando un círculo vicioso que cuestione y eso ha cambiado en los últimos tiempos. No era posible que haya tantas mujeres escritoras, editoras con tanto talento. En un mundo ideal, no soy partidaria de la ley de cupos. En España hay grandes editoras mujeres. Hay pocas mujeres que dirigen un periódico.

- Hablemos sobre algunos de tus libros. Temas marginales y oscuros tocas en Los Suicidas del fin del mundo y Una historia sencilla. ¿Te trazas algún objetivo al momento de elegir, investigar y, finalmente, escribir esas historias?

- No busco un objetivo. Creo que cuando uno va contar una historia, es porque hay algo de eso que nos llama la atención. Y, creo, que se debe confiar en esa intuición. Si uno cree que hay algo interesante sobre algo, entonces hay que confiar que eso puede interesarle a otros. Pero, por supuesto, uno no tiene control sobre el resultado de lo que podría pasar. A uno le puede resultar interesante, pero a otros no coinciden en eso. Pero la idea es compartir ese acontecimiento oscuro, terrible, y, a veces, algo luminoso, más feliz, con una cantidad de personas, ojalá amplia.

- Por eso describes la realidad perturbadora de un pueblo en la Patagonia argentina en Los suicidas del fin del mundo

- Me he ocupado de muchas cosas si te digo porque me interesa ese tipo de historias perturbadoras u oscuras. He podido escribir sobre pintores, músicos, asesinos, suicidas, pianistas, deportistas, no sé, de pronto algo me despierta una pregunta o una curiosidad, eso me resulta interesante y eso también puede ocurrir a otras personas. No puedo ver un hilo conductor.

- En Plano Americano, Los Malos y Los Malditos recopilas perfiles de personajes del mundo cultural. Sin embargo, ¿te ha interesado variar tu elección y apuntar a escribir sobre un político?

- Sí, pero el problema con los políticos es que son personas de muy difícil acceso. Son complicados. Por ejemplo, hacerlo con un presidente. Es muy diferente hacerlo, por ejemplo, en el caso de Bruno Gelber, o una mujer asesina. Yo me pasó mucho tiempo. Varios meses. Entre viajes, yendo y vamos, entrevistándolos. Acompañándolos a diversas cosas. Un político, si tiene poder, tiene un acceso restringido. Es muy difícil que te dé ese tiempo.

- Precisamente acabas de publicar tu nuevo libro Opus Gelber. Retrato de un pianista (Anagrama 2019). Leyendo algunas entrevistas que te hicieron, dijiste que pasaste algunas complicaciones. ¿Cuáles fueron?

- Fue el libro más complicado que escribí. Está lleno de datos y cuenta toda su vida. Tuve varias reuniones con Bruno entre marzo de 2017 y marzo de 2018. En las 300 páginas que escribo exploró su lado más íntimo y conmovedor. Me fascinó su dimensión espiritual. Pero esos detalles ya los describiré más cuando vaya a Lima. La presentación de mi libro será el próximo 3 de agosto y me acompañará un buen amigo como Daniel Titinger.

- En el diario El País escribes columnas sobre temas de género, abusos sexuales, conflictos sociales. ¿Alguna intención de recopilar, más adelante, estos artículos en un libro? 

- Estoy trabajando en una recopilación de las columnas que publicó en El País para un libro. Pero, precisamente, no relacionado con cuestiones sociales, con esta temática del género, temas políticos y sociales. La idea del nuevo libro tiene que ver con temas más intimistas y no tanto como la de opinión. Pero, sí, en el diario publico eso todo el tiempo cuando hay una temática con temas muy amplios. Cuestiones relacionadas con género y América Latina.

-¿Sigue con la idea de no explorar el terreno de la ficción y la poesía?

No es mi vocación la ficción y la poesía. Resulta una vocación, que no tiene nada que ver conmigo. No siento ese llamado o gana. @mundiario

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