Genial Menipo/Senén, de Xurxo Lobato, en Las Meninas de Canido

Menipo
Menipo. / Xurxo Lobato
La edición 2020 de las Meninas de Canido ha brillado con mayor espectacularidad si cabe que otras ediciones. ¿Los tiempos difíciles estimulan el ingenio y la creatividad? Xurxo Lobato parece haberlo corroborado con su creación.
Genial Menipo/Senén, de Xurxo Lobato, en Las Meninas de Canido

Las Meninas de Canido, el fenómeno gallego de urban art más importante de España y gran performance cultural  ideada por Eduardo Hermida en Ferrol, ha roto moldes. Ha ofrecido en plena pandemia una edición con creaciones sobresalientes. Entre ellas, la realizada por el fotógrafo, y académico de Bellas Artes, Xurxo Lobato.

Lobato suele protagonizar uno de los hitos artísticos de Las Meninas de Canido y singularizar cada edición con una creación inspirada en alguna de las grandes obras de Velázquez: Inocencio X o La Venus del Espejo han sido algunas de ellas. A todas les imprime un sello personal, una mirada distinta a través de su lente imbricándolas en su contexto a través de símbolos, personajes y artistas de la actualidad gallega. Todo un reto personal en el que se plantea la integración de la fotografía con la pintura en un certamen que homenajea al más grande de los pintores.

La temática del cartel suele mantenerse en el más absoluto secreto, y aunque tenía prácticamente cerrado su proyecto para este año, dadas las circunstancias, decidió cambiar completamente su idea inicial por otra más “axeitada” a estos tiempos.

arte na rua

Secuencia de las obras de Xurxo Lobato en Canido.

Para esta edición 2020, Xurxo Lobato ha mantenido su juego con las imágenes velazqueñas y los guiños al presente que suelen ser su leit motiv de la prodigiosa serie. Pero esta vez el reto era enfrentarse con el contexto: una realidad especialmente atípica y su elección no pudo ser más ajustada.

Presentó una composición dominada por un tenebrismo caravaggiesco, con un brutal contraste de luces y sombras en la línea velazqueña de su primitiva etapa sevillana. ¿Eligió el tenebrismo como paralelismo con la enfermedad que nos ha asolado este año? De las sombras emerge un personaje: Menipo, una de las obras cumbre de Velázquez.

Menipo de Gádara, en Siria ( c. S.IV-III a.C.) fue un esclavo liberto de origen fenicio, poeta y filósofo griego cínico. Está considerado como el inventor de la sátira menipea, y de su vida sólo se tienen noticias conjeturales ¿un guiño ante la incertidumbre sobre el origen y desarrollo de la Pandemia?

Para representar a Menipo, Xurxo Lobato quiso contar con Felipe Senén, de nuevo como alusión cargada de simbolismo al mundo del arte y como homenaje a la Real Academia de Bellas Artes, de la que es miembro y de la que Felipe Senén es secretario. Lobato consigue que se mediatice con el personaje y que emane un sorprendente parecido de ambos.

Meninas de Canido

Presentación de la obra: Senén, Eduardo Hermida, Xurxo Lobato y Mato, alcalde de Ferrol.

Menipo

Menipo nació esclavo y se afilió a la secta de los cínicos. Llegó a rico por métodos de dudosa calaña y en Tebas perdió cuanto tenía. La leyenda narra que ascendió al Olimpo y descendió al Hades y en los dos lugares encontró corrupción, engaño y vileza. Velázquez lo pinta como un hombre viejo y enjuto pero enérgico. Un mendigo sin hogar y sin más recursos que su inteligencia y templanza que mira al espectador casi de soslayo, como transmitiendo a través de su gesto, la avaricia que le caracterizaba y que ha perdido. Una paradoja en un escritor que mostró su desdén hacia las divisiones sociales y las apariencias.

La cara y los dedos son lo único visible del cuerpo. Unas grandes y gastadas botas de cuero le calzan y unas calzas deterioradas le cubren parte de las piernas. A los pies del filósofo aparecen dos libros, uno de ellos abierto, y un rollo de papel. En un segundo término figura una jarra de barro. ¿ Ha elegido Lobato este lienzo por remarcar la integración de las artes con el evento lúdico de Las Meninas?

“Menipo/Senén” 

Menipo/Senén aparece posando delante del cuadro que le da su razón de ser. Un nuevo guiño al arte gallego, ya que no posa delante del Velázquez auténtico, sino de una copia de un experto copista que se conserva en el Pazo de Mariñan, que alberga una importante y poco conocida pinacoteca. Lobato lo escenifica en un entorno indefinido, reproduciendo el mismo gesto de Menipo, pero que en el caso de Senén se torna en sorna gallega.

Aparece como Menipo protegido por una capa y calzado con grandes botas y cubierto con un chambergo. Completamente en sombras un foco de luz ilumina su rostro.

La fotografía es extraordinaria captando de forma casi tridimensional la calidad matérica de telas y ropajes y la integración del protagonista en el espacio. Un rojo casi veneciano tiñe la cortina telón que enmarca el lienzo del sevillano y confiere a la composición una elegancia de alto voltaje.  

Las Meninas de Canido perduran en el tiempo

Un nuevo guiño a la edición: Menipo no sólo fue pintado por Velázquez. Otros grandes como Goya, Fortuny o Sorolla reprodujeron con sus pinceles el mismo Menipo.  Al elegirlo, Lobato plantea la continuidad del hecho artístico, la eternidad del arte, y la perdurabilidad del evento de Las Meninas, incluso en tiempos de gran adversidad como este año.

En el cuadro de Velázquez una inscripción, que parece de mano del pintor, revela el nombre de Moenippus. En la fotografía de Lobato, su nombre  es el que rubrica la obra.

Menipo ha supuesto un nuevo eslabón de la extraordinaria serie que Xurxo Lobato está creando en cada edición de Las Meninas de Canido. Un fenómeno que ha trascendido con una dimensión que nadie hubiera imaginado. Y en esta edición marcada por la pandemia, liberada de su gran aspecto lúdico, tal vez si cabe, el arte ha brillado más que nunca y Menipo de Xurxo Lobato ha resultado con su elegante sobriedad la imagen fotográfica más atinada para representar este difícil 2020. ¿Con qué nos sorprenderá el año próximo?. Ahí estaremos para verlo y disfrutarlo. @mundiario

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