García de Marina y sus sorprendentes fotografías

Cuando uno aprecia las fotos de García de Marina (Gijón, 1975) ratifica que su imaginación no tiene límites,  que su capacidad de creación es infinita y que no se cansa de buscar  resquicios entre la realidad y la irrealidad: un globo terráqueo con una careta antigas, un tenedor que se asemeja a  una mano crucificada, una bala convertida en cigarrillo en un cenicero, una jeringuilla con un sacacorchos como aguja…

 Sus imágenes  atraen por ser sugerentes, por su refinada agudeza, por sus señalamientos críticos y  también por su humor. No podemos dejar de mencionar que  el humor gráfico no sólo contempla la caricatura, sino también la fotografía. Cada imagen suya nos sorprende por los cambios de valores que representa,  y nos estimula a ejercitar la mente y descubrir un nuevo orden, nos invita a destruir estereotipos y sumergirnos en un mundo con cuotas de surrealismo, absurdo y desconcierto.

Sin título. / García de Marina

Tuve mi primer contacto con la obra de este autor, en una exposición realizada en A Coruña, Galicia, en conjunto con  Román Montesinos, otro poeta visual gallego, en la que ambos demostraban su cercanía en la creación fotográfica. Puedo afirmar que son “primos hermanos”.

Establecer relaciones  insospechadas entre objetos  es el meollo del asunto. Una idea, no es ni más ni menos que una nueva combinación de elementos viejos, y es esa condición, que con inteligencia y sagacidad, producto de su mente,  García Medina refleja en su obra, basada en la investigación y que da sentido a su  poesía visual. La desnudez de su fotografía deja todo el protagonismo a los objetos que son despojados de su esencia, para ser reinventados, sin realizar ninguna manipulación fotográfica.

Sin título. / García de Marina

Al habla con el autor

“Durante todo este tiempo –expresa García de  Marina- me he dado cuenta que la generación de ideas en mi caso particular viene dado por ser una persona muy curiosa y de tratar de observar todo lo que sucede a mi alrededor. Siento un gran compromiso por lo que hago y cómo lo hago, eso hace que siga caminando y avanzando; además de ser un autor muy estricto, riguroso y exigente”.

“La ideas pueden venir –añade- de cualquier lugar, de una conversación, de una película, de una canción, de algún objeto que alguien ha dejado accidentalmente de una forma determinada o simplemente de la casualidad. Acostumbro a tomar notas de pequeños detalles que observo o de ideas que me vienen a la cabeza, que no tienen por qué definir una imagen final en sí, pero hace que pueda llegar a asociarlos a otros elementos o pensamientos en el futuro. Es como un diamante en bruto que hay que llegar a pulir”.

 “Posteriormente esa idea –dice-  llegará a convertirse en un concepto que se llevará a cabo buscando el objeto apropiado para realizarla. El proceso en ocasiones no está muy claro, puedo tener un objeto al que debo darle solución con un concepto, y en otras ocasiones llego a una conclusión y debo buscar un objeto para llevarla a cabo. En la mayoría de los casos es enfrentarse a un papel en blanco”. 

Sin título. / García de Marina

“Desde hace un tiempo –subraya- he comenzado a estudiar psicología  y neurociencia para ir conociendo un poco el cerebro y entender cómo creamos y los estados donde somos más creativos. Todo ello me ha ayudado a localizar y entender los momentos donde soy más creativo y estoy más predispuesto para crear”.

"Las fotografías son una necesidad –manifiesta- e incluso en algunos casos un desafío hasta lograr el instante que he visto en mi mente. En una primera lectura quiero transmitir un mensaje sorpresivo, que ya de por sí ocurre al descontextualizar el objeto de su entorno habitual. Posteriormente en la imagen habrá uno o varios mensajes que el espectador va encontrando ocultos. La experiencia me dice que las interpretaciones o reinterpretaciones que realiza el espectador va en función de su edad, de su nivel cultural y de las experiencias que ha vivido. Algunas de las situaciones que he tenido en mi vida están representadas en algunas imágenes. El objetivo final es comunicar y establecer un diálogo con el espectador”.

Sin título. / García de Marina

Su trayectoria en el arte fotográfico

Fue en el 2010, que  la pasión por la fotografía lo subyugó definitivamente, y en un tiempo breve García de Marina, de formación autodidacta,  ha participado en diversos festivales de fotografía, en España y en el extranjero, como en el  Photo Week DC en Washington (2015), Photo Romania Festival (2015), Photometria Festival en Grecia (2016), Festival of the light en Argentina (2016). ), Bucarest Foto Week (2016), Addis Foto Fest en Etiopía (2016), Uppsala Foto Festival en Suecia (2017), Yangon Photo Festival en Myanmar (2018) y Xposure International Photography Festival (2018), de los Emiratos Árabes.

Una exposición que lo marcó definitivamente fue la realizada en el Museo Barjola, de Gijón, en el 2018, que con el título de “Dialo2”, intercambiaba imágenes con las obras de uno de los más grandes poetas catalanes, Joan Brossa, a quien admira profundamente.

En el 2019 presentó la  exposición individual "La palabra inacabada”" en el Instituto Cervantes de Belgrado, Serbia,  en la que  exploraba la relación entre el lenguaje visual y el escrito. Con 32 fotografías, destacaba el poder de la imaginación, donde cada idea, formulada a partir de la conceptualización y el minimalismo, se presentaba como un diálogo entre la foto y el espectador. Esta muestra también llegó en el 2020 al Instituto Cervantes de Budapest. Su obra  ha participado en The Affordable Art Fair, de Londres,  de la mano de la “Galería Noon Powell Fine Art”.  Y ha  exhibido  en Alemania,  una selección de sus imágenes en la “Galería Flo Peters de Hamburgo”.

García de Marina , frente a la Galería Flo Peters de Hamburgo, Alemania. / Autofoto

Una de sus imágenes será un sello postal español

En estos días, García de Marina está muy feliz, porque una foto suya enviada a la V Exposición Internacional de Arte Postal en Avilés, con el lema «la Tierra», fue elegida  entre más de 500 obras postales provenientes de 37 países, para convertirse en un sello dedicado al Mail Art o Arte por Correo, el primer sello oficial dedicado a esta disciplina artística que se emite en el mundo.

La imagen que ha sido seleccionada, y que encabeza este artículo,  refleja al planeta  protegido con una máscara de gas a modo de metáfora que evidencia la contaminación ambiental que sufre el mundo, una composición conceptual de desbordante nivel artístico.

La obra postal elegida será adaptada a las características de un sello, planificada con un valor facial de 1,50 €, tarifa para envíos a Europa, con un cuerpo apaisado de 40,9 x 28,8 mm impreso en offset y con una tirada de 180.000 unidades, que se emitirán el próximo 13 de abril. @mundiario