Las fotografías de Maysun explican que el hombre es un lobo para el hombre

Conflicto en Aleppo./ Maysun
Conflicto en Aleppo./ Maysun

Sus fotografías sobre los diferentes conflictos en Oriente Medio redefinen el concepto de lo humano, apartándolo de las simetrías del consumismo.

Las fotografías de Maysun explican que el hombre es un lobo para el hombre

La descubro en Instagram.

Fotografías que conmocionan, que dicen todo sin necesidad de la presencia del signo lingüístico, como el fotoperiodismo de James Natchwey.

Los trabajos de Maysun revelan lo que calla la mayor parte de los medios, la tragedia de los conflictos enquistados, donde la solución pactada forma parte ya de la historia de nuestras utopías.

Los trabajos de Maysun describen la percepción presentista de la existencia en espacios que se han convertido en algo mucho más traumático que el infierno.

Y no es otra cosa que la contundencia verídica del hallazgo, cuando la irrealidad se desnuda de ornamento, de convenciones fílmicas y de realismo intencionado, para dar paso al hecho, a la fotografía como acción, como acción duradera, imborrable, lejos del hecho artístico, de la sugerencia, de la polisemia.

Y, aunque en las fotos de Maysun existe la subjetivización de lo acontecido, el propio drama descrito, la evidencia de que algo así está sucediendo dentro de unos paradigmas sociales, económicos y estéticos para los que parece que no hay nada inédito, subyugan.

La sangría de Aleppo que describe  Maysun es la explicitación de la violencia como supervivencia además de la aniquilación del otro, el éxtasis de una guerra de guerras con soluciones parciales o casi inexistentes. La Aleppo de Maysun es también la constatación de la anestesia en la que viven las sociedades occidentales, donde los informativos marginan el genocidio para que la dictadura de las simetrías y la uniformidad prevalezcan, para que la frustración y el fracaso de las políticas se administre con mínimas dosis de alucinógenos.

Maysun refleja lo que existe frente a lo que se dice y explica claramente la dictadura del centro frente a la clarividencia de los márgenes y las márgenes.

La periferia inhabilitaría aún más la inconsistencia de las actuales democracias.

La información puede llegar a ser insoportable. Lo peor de todo, afrontar que nuestra paz social es la guerra de otros.

La literatura ha sido un mal para escapar de los hechos, certeza a la que llega en tantas novelas Don DeLillo. Y no deja de ser literatura barata, quizá, este artículo, para informar sobre el trabajo fotográfico de Maysun que, jugándose la vida a diario, rescata de la periferia aquello que nos hace tan humanos; la irracionalidad, el poder de olvidar, el ansia de depredación, la fiebre de acumular, el placer de someter y de que nada cambie.

Y todo por el bien común. La ironía no entiende de hechos.

Enlace: maysun.eu

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