El turco Oguz Gurel gana el Gran Premio del 48º Salón de Piracicaba
La “oveja negra”, la inconforme, la que protesta y no se queda callada, como metáfora de la necesaria oposición a lo que pasa en el mundo, es la protagonista de la caricatura que le propició ganar al turco Oguz Gurel, el Gran Premio Trofeo Zelio de Oro, y también alcanzar el Premio a mejor dibujo humorístico, en la edición del 48ª Salón Internacional de Humor de Piracicaba.
Otra obra de gran impacto que ganó el galardón a la mejor caricatura de opinión fue la de “Discurso de Bolsonaro”, del brasileño Dinho Lascoski, donde los micrófonos son escobillas de inodoros.
48º Salón de Piracicaba, Premio de Caricatura de Opinión, Discurso de Bolsonaro / Dinho Lacoski, Brasil
Otros ganadores fueron: los brasileños Claudia Kfouri, en Caricatura Personal, con un homenaje al cantante Antonio Carlos Belchior; Bruno Aziz, en tira cómica; Jose Antonio Costa, en el tema Salud, al abordar la pandemia; y Carlos Cunha Duarte, qjuien alcanzó el Premio del Ayuntamiento de Piracicba. El iraní Alí Miraee, por su parte, alcanzó el premio por su obra dedicada a los Juegos Olímpicos.
48º Salón de Piracicaba , Premio Juegos Olímpicos / Ali Miraee, Irán
En esta ocasión el Salón seleccionó 308 viñetas de 349 artistas de 49 países, para su exposición virtual, por las medidas anticovid, (como se sabe Brasil es uno de los países con más fallecidos por la epidemia, con casi seiscientos mil).
El jurado estuvo integrado por los caricaturistas João Ariozo y Valmir Orlandelli, la dibujante de cómics Germana Viana, la artista visual Giulia Zen, el editor Paulo Tadeu y el humorista Marcelo Madureira.
48º Salón de Piracicaba - Premio Salud / Jose Antonio Costa, Brasil
Este certamen, que se celebra en la ciudad de Piracicaba, en el estado de São Paulo, es una de las iniciativas más antiguas del humor gráfico en el mundo. Nació por el trabajo de un grupo de periodistas, entre ellos, Adolpho Queiroz, Alceu Righeto y Carlos Colonese, en 1974, cuando el país sufría una dictadura militar, e influídos por el diario de humor “O Pasquim”, editado por Ziraldo, Jaguar y Millor Fernandes, en Rio de Janeiro.
El Salón de Piracicaba fue el primero en abrir las puertas a los humoristas gráficos en una exposición de arte. Hoy próximo a cumplir cinco décadas, es una referencia nacional e internacional, que da oportunidad a los nuevos talentos, destaca a los profesionales consagrados, rescata a autores y obras históricas. Lamentablemente por la situación epidemiológica que sufre Brasil actualmente, el Salón ha limitado sus actividades este año.
Los lectores de MUNDIARIO pueden apreciar en este link las obras seleccionadas en esta edición. @mundiario
