El Pórtico de la Gloria recupera la policromía original tras una exhaustiva restauración

El Pórtido de la Gloria, del maestro Mateo. / Antena 3
El Pórtido de la Gloria, del maestro Mateo. / Antena 3

La minuciosa restauración a la que fue sometido durante los últimos diez años devuelve el esplendor a la obra cumbre del maestro Mateo, que recupera la policromía original, con varias capas. Se trata de una magna obra, con 800 años de historia, a la entrada de la Catedral de Santiago.

El Pórtico de la Gloria recupera la policromía original tras una exhaustiva restauración

El Pórtico de la Gloria, la obra cumbre del maestro Mateo, ya está restaurada y desde la semana que viene ya podrá visitarse en la Catedral de Santiago de Compostela. Originalmente estaba policromado, pero con el paso del tiempo fueron quedando solo restos de la pintura en algunos puntos. Ahora se ha restaurado, con lo cual recupera la policromía allí donde fue posible, según los criterios habituales en la restauración de obras de arte. 

La exhaustiva restauración a la que fue sometido el Pórtico de la Gloria durante los últimos diez años devuelve el esplendor a la obra cumbre del maestro Mateo, que recupera la policromía original, con varias capas. Se trata de una magna obra con 800 años de historia.

Culmina así el trabajo llevado a cabo por un equipo coordinado por la española Ana Laborde, del que también formaron parte especialistas norteamericanos, italianos y alemanes. El Pórtico de la Gloria se conoce por este nombre desde el siglo XIX, por influencia de los ingleses. 

El Pórtico de la Gloria es de estilo románico por encargo del rey de León Fernando II, quien donó a tal efecto cien maravedíes anuales,1​ entre 1168 y 1188, última fecha que consta inscrita en la piedra como indicativa de su finalización. El 1 de abril de 1188 se colocaron los dinteles del Pórtico y la conclusión del conjunto se demoró hasta el año 1211, en el que se consagró el templo con la presencia del rey Alfonso IX.

El Pórtico actual no es exactamente el resultado de la obra del maestro Mateo, ya que algunas de sus figuras originales fueron retiradas al construirse la actual fachada de la Catedral –la fachada del Obradoiro–, quedando conservadas en el Museo Catedralicio. @mundiario

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