El legado de Isaac Díaz Pardo, homenaje de Xurxo Lobato en "Las Meninas de Canido"

Xurxo Lobato protagoniza uno de los hitos artísticos de "Las Meninas de Canido", la gran performance pictórica y cultural ideada por Eduardo Hermida y suele sorprender con creaciones inspiradas en grandes obras de Velázquez: Inocencio X o La Venus del Espejo han sido algunas de ellas. A todas les imprime un sello personal, una mirada distinta a través de su lente que las imbrica en el contexto a través de símbolos, personajes y artistas de la actualidad gallega.
La temática del cartel suele mantenerse en el más absoluto secreto, pero esta vez, sin desmerecer otras fotografías, “La Fragua de Vulcano” ha superado todas las expectativas. En los años anteriores, el juego con las imágenes velazqueñas y los guiños al presente eran el leit motiv. Pero esta vez Lobato se desmarca abordando una composición más difícil, enormemente pictórica y cargada de simbolismo para la ciudad de Ferrol, sede del evento, subrayando la importancia de la herencia, del mundo del arte y sobre todo, un gran homenaje a Isaac Díaz Pardo, prohombre de la cultura gallega poliédrico y genial, como conmemoración de su centenario.
La elección del tema no fue baladí. “La Fragua de Vulcano” es uno de los cuadros más famosos de Velázquez, y de las escasas obras mitológicas del Barroco español, Una de las principales genialidades de la creación del fotógrafo fue el haber contado con el protagonismo de los descendientes de Isaac Diaz Pardo: hijo, nietos y bisnieto. Como metáfora de la relevancia de los orígenes, del legado dinástico sitúa en primer plano dos de sus piezas más representativas para la cerámica de Sargadelos: la pareja de Adán y Eva, el origen de la humanidad. Los tonos terrosos de la composición contrastan con el blanco y azul identitario de las esculturas de Sargadelos, también un guiño a los colores de la bandera gallega.
“La Fragua de Vulcano”
“La Fragua de Vulcano” se escenifica en una fragua auténtica: uno de los ambientes de Exponav, el gran museo de la construcción naval de Ferrol, único en su género en el mundo. Destaca el rigor y la calidad de las piezas fotografiadas y reposando junto al fuego, el autorretrato del ferrolano Díaz Baliño, padre de Díaz Pardo, posiblemente uno de los mejores escenógrafos españoles del siglo, autor del potentísimo y emblemático cartel de del Estatuto gallego de la Segunda República.
En el relato pictórico velazqueño, Vulcano, personificado en el hijo de Isaac, Xosé, acompañado de los herreros de la fragua (los nietos Camilo, Daniel y Aleixo) reciben la visita del hermoso y rutilante dios Apolo representado en este caso por el bisnieto de Díaz Pardo, Mateo Beiras Díaz, casi un adolescente, como el personaje original, que aporta a la escena una apostura incuestionable y la singularidad –de nuevo la reivindicación de la herencia– de ser descendiente de grandes hombres de la historia de Galicia: Díaz Pardo, Díaz Baliño, García Sabell y Xosé Manuel Beiras, de quien ha heredado sus deslumbrantes ojos azules. Lobato intensifica el dorado de la figura del lienzo que se convierte en un foco magnético de luz, símbolo de la juventud que irrumpe con fuerza.
Leiro como Marte
La escena mitológica representa el momento en que el dios Apolo avisa a Vulcano de la infidelidad de su mujer, Venus, con el Dios Marte, que Xurxo Lobato, como complemento argumental, representará en otro cartel, Marte, protagonizado por el exitoso escultor Francisco Leiro, natural de Cambados (Pontevedra) y afincado en Nueva York.
Velázquez, como Xurxo Lobato, han pretendido con estas imágenes una reivindicación del trabajo manual frente a la teoría platónica del valor superior de las ideas. Y exaltar la nobleza de la ejecución artística, considerada hasta entonces como un oficio mecánico, es algo que Isaac Díaz Pardo personificó de forma única con sus pinturas, pero también con sus arts and crafts que abarcaron desde libretas y muebles a su creación estrella: los diseños de la cerámica de Sargadelos. Con ellos, logró algo único: que durante décadas el hecho de adquirir una vajilla se convirtiese en ser poseedor de una parte de la cultura gallega.
Hermida y Lobato junto al hijo, nieto y bisnieto de Isaac Díaz Pardo. / Francisco Puñal Suárez
Indudablemente, la elección de Leiro como “ hacedor” de formas y piezas escultóricas incide en esta línea. Su postura representa la resignación de Marte ante el fin de los amores con Venus. Vulcano tejió una malla de hierro para sorprender a los adúlteros amantes y que el elenco de los dioses del Olimpo contemplaran el engaño. MUNDIARIO ha reconocido en exclusiva las piezas inconclusas que acompañan la fotografía de Leiro-Marte de Xurxo Lobato como pertenecientes a la próxima exposición del escultor, que se espera con gran expectación.
Asimismo, MUNDIARIO avanza que como conmemoración del centenario está en preparación una gran muestra antológica sobre la figura de Díaz Pardo en la Ciudad de la Cultura, que será uno de los hitos artísticos y expositivos del quinquenio cultural gallego. @mundiario