¿Despertaré su sonrisa con las curiosidades lingüísticas que le muestro?

Imagen de la felicidad./ Mundiario
Imagen de la felicidad./ Mundiario

Esa es mi intención en estos tiempos de tensión, resentimiento e incertidumbre.

¿Despertaré su sonrisa con las curiosidades lingüísticas que le muestro?

Hace unos días escribía sobre algunas de las características que debería reunir la forma hablar y escribir, para conseguir una mejor comunicación. Hoy intentaré despertar su sonrisa, con algunas corruptelas frecuentes para olvidar momentáneamente la crisis.

¿El editorial o la editorial?; pues depende: si se trata del artículo sin firma en el que se expresa la opinión de un medio, diremos “el editorial”. Si queremos referirnos a una empresa que publica libros, será “la editorial”. Siendo ministro, José Blanco habló en público de “las editoriales de algunos periódicos”.

Ustedes recordarán la balbuceante explicación de Cospedal sobre el despido en diferido de Bárcenas, un ejemplo de claridad y elocuencia.

La expresión poner negro sobre blanco fue el título de un programa de televisión de Sánchez Dragó. Rubalcaba, en dos ocasiones al menos retorció la expresión y dijo “poner blanco sobre negro”. Es un error bastante frecuente.

¿Conocen a algún inventor de palabras? Entre los más famosos está el periodista deportivo José María García, que hizo célebres expresiones como abrazafarolas, gilicorner, juntaletras; otro inventor fue Mariano Rajoy, que llamó maricomplejines a su colega Zapatero. Por cierto, en una ocasión, en uno de mis artículos califiqué de este modo al señor Zapatero y me llamaron homófobo. Daré el nombre de un ilustre inventor de palabras, Camilo José de Cela, que, en La Colmena, regalaba palabras a cambio de un café: “bizcotur, dícese del que sobre ser bisojo y mal encarado, mira con aviesa intención.”

Está de moda el seguidismo lingüístico, es decir, dejarse llevar por la moda del uso de determinadas expresiones de forma generalizada, que pone de manifiesto cierta incapacidad para pensar por uno mismo y un espíritu gregario y simplificador; unas son flor de un día y otras se quedan, ahí van algunas: cuídate mucho, pues va a ser que sí, es lo que hay o su equivalente es lo que toca, ya te digo, ya te vale, sí o sí, pues va a ser que sí, hoja de ruta, de alguna manera, ... y punto, tú mismo, concernido.

Hay expresiones que atentan contra las reglas gramaticales y están muy extendidas: metereología, areopuerto, delante mía, dentro suyo, sin en cambio (por sin embargo), breves días y largos años (los días y los años, salvo los bisiestos, son siempre iguales), zulús (por zulúes), maniquís (por maniquíes), estadío (por estadio), líbido (por libido), epilepsía (por epilepsia). No nos olvidemos de lo que algunos lingüistas llaman dequeísmo: yo sé de que..., pienso de que.

¿Qué me dicen de los parlamentos con infinitivos, como los pieles roja de las películas?: decir que estoy satisfecho de...; comentar que el partido.

La doble negación: ¿cuál es la expresión correcta, no jugarás hasta que comas o no jugarás hasta que no comas?

Atención especial merece el lenguaje juvenil: jo tía, macho, qué pasada, tronco, pringao, manifa, masoca, pillar mogollón, estás fumao, kt passa, pk, new, qal, gnte, akba, a2, m100tobn,... y tantas otras.

No nos olvidemos de la importancia de que cada palabra ocupe el lugar adecuado en la frase. Veamos una conversación entre dos amigos:

-Tengo ganas de hacer otra vez el amor con Julita.

-...pero, ¿has hecho el amor con Julita?

-Quiero decir que tengo otra vez ganas de hacer el amor con Julita.

Un ejemplo más sobre la correcta organización de una frase: Si el hombre supiera realmente el valor que tiene la mujer, andaría a cuatro patas detrás de ella. ¿Qué sucedería si pusiéramos la coma continuación de “tiene”?

El mundo del deporte es un saco de sorpresas: tiempo de descuento, -añadido, digo yo-; tiró al palo corto -¡pero si los dos palos son iguales!-; entrenos -por no decir entrenamientos-; el equipo quedó en el doceavo lugar -en vez de decimosegundo lugar-; con qué mimetismo tocó Zidane el balón; apurada de frenada; el campo está resbaloso;...

Algún día no lejano, les ofreceré en mi página web la obra Tribus lingüísticas, con curiosidades sobre el lenguaje de diferentes grupos sociales: jóvenes, médicos, juristas, periodistas, empresas,... ¿Han sonreído? @mundiario

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