Cuentos serios de bufones: Quiburcio

Caricatura de Alex y Pepe Pelayo. Alex y Pepe Pelayo.
Caricatura de Alex y Pepe Pelayo. / Alex y Pepe Pelayo.

El escritor, comediante y estudioso de la teoría y la aplicación del humor, Pepe Pelayo, presenta la sección "Cuentos serios de bufones" con un mensaje sobre la importancia de la risa, el humor y su aplicación en la vida.

Cuentos serios de bufones: Quiburcio

Érase una vez, hace más o menos equis años y en un lugar en Google Maps, un bufón llamado Quiburcio, abriendo la puerta del Salón de Reunión de la Corte del Castillo.

Al entrar, con toda intención tropezó con algo e hizo una ridícula pirueta para no perder el equilibrio. Enseguida notó cómo un gran danés, echado sobre la alfombra roja, movía la cola varias veces seguidas y cómo un mono tití sosteniéndose con un brazo en la enorme lámpara del techo, se mecía y le enseñaba los dientes, chillando con alegría.

Como respuesta, el bufón Quiburcio soltó su especial “ja, ja, ja” y un guacamayo desde su jaula, colgada en un rincón del Salón, imitó su risa.

Dos caballeros con sus respectivas pelucas, que se encontraban sentadas en sendos butacones estilo Luis XV, y un sirviente en uniforme que sacudía jarrones, estiraron sus respectivos labios, formando una amplia sonrisa en sus caras.

El bufón Quiburcio se sintió feliz. Allí sí todos los seres vivos expresaban la risa que él siempre se empeñaba en lograr, sin importarle si esa risa salía de una boca, de un pico, de una cola, o de otra parte.

Entonces, contento y satisfecho, el bufón Quiburcio comenzó en alta voz —y con exquisita gracia—, a contar chistes de un humor inteligente y fino y hacer ingeniosos juegos de palabras.

Pero aquel recital duró muy poco. Es que de repente el perro, el simio, el ave y los tres humanos se alejaron de allí bien serios, todos con sus colas entre las patas. Pepe Pelayo vía @mundiario

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