El comisario Maigret tiende una trampa a un misterioso asesino

Portada. Maigret tiende una trampa, de Georges Simenon
Portada. Maigret tiende una trampa, de Georges Simenon

El comisario sufre como responsable del orden y la seguridad social de Montmartre. Un asesino considerado muy peligroso por tratarse de un caso fatídico con cinco asesinatos en seis meses.

El comisario Maigret tiende una trampa a un misterioso asesino

Corre el verano de 1958, París no es una fiesta en agosto, soportando su diario vivir sin disponer de aire acondicionado, especialmente en la comisaría de Montmartre para aliviar los calores. La otra alta temperatura, social y política, es la que viene provocando un misterioso asesino que tiene atemorizada a la población del popular y conocido distrito parisiense.

 El personaje que sufre, suda y soporta tampoco deseado medioambiente, es el comisario Maigret responsable del orden y la seguridad social del distrito. El caso, sin preámbulos, se considera de alto riesgo al tratarse de  un asunto delicado y fatídico hasta ahora nunca vivido. En seis meses, cinco mujeres han sido asesinadas en Montmartre. Y hasta el momento la policía no dispone de una sola pista que permita iniciar las pesquisas. Todo gira en que el homicida solo ha desgarrado las vestiduras de las víctimas sin tocar la ropa interior, sostén y bragas. Tampoco huellas o síntomas de haber sido violadas. Las temperaturas aprietan desde las altas esferas pidiendo hechos y soluciones, ya que la inquietud y el pánico cunde por el famoso distrito  noche tras noche.

En la mente del comisario envuelto el humo de su pipa y en mangas de camisa, va creciendo la sospecha que los asesinatos pueden resultar ser fruto de un desequilibrio mental. Teoría que va adquiriendo razón de ser, tras sostener el comisario una larga conversación con un importante psiquiatra conocedor de muchas teorías, luego, convertidas en realidades. Lo que lleva a Maigret a establecer una trampa con escenario público, escenificando públicamente ante los medios de comunicación la detención del presunto culpable, al que se le oculta el rostro para que los fotógrafos no puedan descubrir el truco de tan arriesgado montaje. Al que se suma como parte más delicada y peligrosa, el de una joven policía que asume el papel de ser gancho para el asesino. Una agente de policía joven paseando en la noche por toda la trama callejera de Montmartre deliciosamente dibujada por el narrador.

Aquí la narración muestra al lector el fino estilo del gran maestro del género policiaco para llevar adelante una narración sin caer en el dramatismo borrascoso, olfateando pistas del asesino así como rituales tenebrosos. La sencillez natural de esta intrigante narración va envolviendo la historia manteniendo una temperatura propia del maestro Simenon, con su famoso y clásico protagonista de tantas aventuras. La sencillez literaria por encima de recursos manidos, aunque la situación da para todo tipo de especulaciones por parte del periodismo sensacionalista de mediados de siglo pasado en un París que no es una fiesta con luna clara y un Hemingway en plena forma literaria, aunque si respira del luto de sus habitantes bajo el temor de la repetición de nuevos presagios.

No es, aparentemente, una historia novedosa la que protagoniza el clásico Maigret en la actualidad donde la novela negra genera muchos lectores. Se trata de una obra dentro de la apuesta de la Editorial Acantilado con Maigret tiende una trampa de Georges Simenon y traducción de Núria Petit: “Las novelas de Simenon han hecho felices a millones de personas en todo el mundo, y ahora nos harán felices a nosotros”. Siendo esta obra de una exquisita a acertada edición tanto para los veteranos lectores del maestro del misterio policíaco, como para esos posibles lectores que busquen la calidad de la pura novela del género negro. @mundiario

Comentarios