César Vidal, historiador: "Contar la verdad nunca ha sido fácil"

César Vidal, en Periodista Digital.
César Vidal, en Periodista Digital.

"Desde muchos puntos de vista, España recuerda mucho al Antiguo Régimen anterior a la revolución francesa", dice en esta entrevista César Vidal Manzanares, autor de más de 150 libros.

César Vidal, historiador: "Contar la verdad nunca ha sido fácil"

El escritor César Vidal ha tratado el tema de España con especial erudición, del mismo modo que el periodista Fernando Sánchez Dragó. Ganador de infinidad de premios literarios, abogado, periodista y bestseller internacional, su primera tesis doctoral sobre el cristianismo primitivo supuso además un record de ventas.

– ¿Qué le pareció a usted la obra Gárgoris y Habidis. Una historia mágica de España, el ensayo del escritor español Fernando Sánchez Dragó, publicado en 1978?

– La he leído tres veces y me entretuvo mucho, pero tengo que decir que todo contacto entre el libro y la realidad histórica de España es pura coincidencia.  Creo que Fernando lo sabe y así lo dice en el libro. Quiso escribir un libro no de lo que pasó sino de lo que pudo pasar y le salió, en términos generales, muy bien. Solo que no es Historia.

– Otro de los buenos prosistas españoles –también reconocido por usted– es Juan Manuel de Prada. Tengo que reconocer que su escritura es muy rica pero a pesar de haber estudiado en Salamanca en la misma facultad que yo, sus mentores le tienen –como persona–- en baja estima, y parece ser que no accede a ser entrevistado. En lo que al plano académico se refiere, ¿cuál es exactamente su opinión sobre el señor De Prada y su obra?

– Prada escribe formalmente muy bien aunque, en ocasiones, resulte un poco relamido.  Es cierto que de Historia no sabe casi nada y se limita a repetir tópicos.  También es cierto que de otras disciplinas como economía o teología sabe si cabe menos.  A mi me gustaba más el Prada de los inicios quizá un poco sobreactuado como enfant terrible – su primer libro se titulaba Coños – pero prometedor.  Cuando le dio por intentar convertirse en el escritor católico oficial – algo bastante más difícil de ser de lo que parece – creo que se equivocó y, al fin y a la postre, le ha quedado una forma recargada y un muy escaso fondo.

– El año pasado publiqué un libro sobre la corrupción de la industria cultural española en el que denunciaba el chanchullo de los premios literarios, los másteres fantasma, la politización de la educación y la universidad, etcétera. ¿Cuánto dinero han invertido personas como George Soros, por ejemplo, en el programa de la ideología de género solo en España? 

– El caso de la ideología de género ha sido no tanto de recibir ayudas externas como de saquear el presupuesto donde está el dinero que la Agencia Tributaria saca de los bolsillos de todos. La ideología de género, según algunos estudios, ha costado ya a los españoles más de sesenta mil millones de euros, es decir, más que el rescate de la banca.  Eso y otras desgracias como la difusión del coronavirus a través de las manifestaciones feministas del 8 de marzo es parte de lo que los españoles están pagando a la ideología de género.  Es demasiado para que legiones de parásitos vivan del presupuesto.

– En relación a la crisis sanitaria de la Covid-19 el Gobierno alemán decidió suspender las manifestaciones del día de la mujer y todo tipo de encuentros y aglomeraciones multitudinarias cuando recibió el aviso de la OMS. En parte por estas medidas Alemania se ha visto afectada con cinco veces menos víctimas mortales que España, que desoyó estas recomendaciones por completo. ¿Le parece el hecho de analizar este tipo de datos poco solidario? O, en otras palabras ¿es nuestro deber moral ser neutrales porque se trata de una crisis sanitaria global o es justo apuntar la imprudencia de nuestro Gobierno?

– Las grandes desgracias de la Historia de España han venido siempre ligadas al fanatismo.  Ha podido ser un fanatismo católico, conservador, carlista, anarquista, socialista, comunista y ahora de género, pero ese fanatismo ha tenido como consecuencia que España acabe siempre descolgada del progreso y que cada siglo acabe territorialmente más pequeña de como empezó… incluso con Franco.  Las manifestaciones del 8-M fueron otro ejemplo de ese sectarismo estúpido y criminal que antepone el dogma al bien nacional y el sentido común.  Los miles de contagiados y de muertos constituyen un precio que raya lo criminal.

– Usted cuenta con varios doctorados y es un escritor de reconocido prestigio internacional. ¿Cómo ve el nivel actual y la competencia de nuestros políticos? ¿No cree que para ostentar ciertos cargos debería hacer falta un mínimo de preparación?

– Parece totalmente lógico, pero no se puede negar un proceso de deterioro creciente.  La gente de la Transición tampoco es que fuera la locura, pero comparados con la fauna política actual hasta parecen personajes de talla.  Es muy difícil negar que se ha producido un proceso de selección inversa que ha llevado a los más fanáticos, los más inescrupulosos, los más inmorales y los más necios al poder.  Se trata de una situación difícil de revertir con tantos parásitos viviendo del presupuesto público.  Por cierto, parásitos que han votado cobrar las dietas de desplazamiento en Congreso y Senado mientras no se mueven de casa y la población sufre una pandemia en la que esos parásitos son mejor tratados que el común de los ciudadanos. Desde muchos puntos de vista, España recuerda mucho al Antiguo Régimen anterior a la revolución francesa.  

– En la crisis del 2008 se recortaron los sueldos un 5% a los funcionarios y se suprimieron también las pagas extra. ¿Hasta dónde aguantará la economía española para poder pagar el sueldo de médicos, profesores, jueces y de más funcionarios públicos? ¿Qué recortes prevé usted en los próximos años? ¿Cree que esta crisis será peor que la anterior?

– Esta crisis puede ser mucho peor porque no llega sobre la España con superávit y cifras record de empleo de la era Aznar.  El desastre viene sobre una nación en la que tanto Rajoy como Sánchez difícilmente lo han podido hacer peor.  La carga impositiva en España no solo es criminal – no voy a hablar de esa sentina conocida como Agencia Tributaria que pierde más del 51% de los juicios – sino que ha quebrado a España; la deuda es insostenible y tanto el expolio impositivo como el endeudamiento es para mantener fundamentalmente a unas castas privilegiadas a las que los españoles les importan un pito y a sus clientelas apesebradas.  Tarde o temprano, estallará y como con el coronavirus no lo pagarán los responsables sino los más indefensos.

– Ha publicado usted más de 150 libros y he decidido leer sus memorias porque también estoy escribiendo las mías. Usted las publicó (para ser unas memorias) siendo bastante joven pero en lo que respecta a juventud voy a superarle. Creo que no importa para ello tanto la edad como la cantidad y profundidad de las experiencias.  Sus libros sobre religión como Jesús, el Judío son muy buenos. ¿Cuáles son a sus juicio sus tres mejores novelas?

– Hay opiniones.  Mi agente está convencida de que la última que le entregué en la Semana Santa es excelente.  Yo creo que Artorius, El médico de Sefarad o El judío errante se encuentran entre las mejores, pero algunos prefieren algunas premiadas como El último tren a Zurich o Los hijos de la luz.

– El periodismo está, en general, cada vez más precarizado. ¿Cómo ve el futuro para quienes nos dedicamos a la escritura?

– Muy difícil, pero contar la verdad nunca ha sido fácil.

– Pasé hace dos años unas vacaciones en Miami. En su programa se anuncia "compra casa en Miami...". Tengo entendido que usted y el señor Losantos viajaron juntos allí. Ambos fueron entrevistados por el divertido Jaime Bayly. ¿Por qué le parece una buena inversión? ¿Vive usted mejor allí de lo que vivía en España?

– El programa La Voz no tiene publicidad pagada porque esa circunstancia garantiza su independencia.  Sí permite como recompensa que gente que ha colaborado con el crowdfunding anual puede colocar el anuncio que desea.  A veces, es un mensaje espiritual; a veces, es político; a veces, es de inversiones.  Imagino que eso es lo que ha escuchado usted en alguna ocasión.Personalmente, creo que el sur de la Florida es un buen lugar para invertir, pero, ni con mucho, el único o el mejor de Estados Unidos. Depende de lo que entienda usted por vivir mejor.  Si se refiere al hecho de que hay más libertad, de que mi vida no peligra por decir lo que deseo, de que los impuestos son razonables y de que la Agencia Tributaria no puede entrar a saco en mi cuenta corriente sin que se lo permita un juez, la diferencia es abismal en favor de Estados Unidos.  En ocasiones, hasta parece que se compara una nación civilizada con lo peor del Tercer Mundo. Con todo, es muy triste tener que haberse visto obligado al exilio, escapando por horas de un atentado y saber que quizá nunca volveré a pasear por las calles de Madrid, Toledo o Granada.

– Algo echará de menos...

– La literatura, no porque está en mi biblioteca y, por cierto, en los primeros meses de exilio releí los clásicos españoles encontrando muchas cosas que sólo había intuido, pero que entonces me parecieron claras.  El arte, por supuesto. La gastronomía para qué vamos a hablar. Y también amigos y familiares cuyas muertes van sucediéndose como un goteo sin haber podido estar a su lado.

– ¿Sigue usted también a otros youtubers que tienen sus propios programas? Se me ocurre por parecido en la estructura el de Jano García.

– La verdad es que un programa como La Voz que tiene más de tres horas diarias y que cubre uno y otro lado del Atlántico no me deja mucho tiempo para entretenerme en lo que dicen otros salvo alguna excepción puntual. 

Y, por último, ¿qué le importa más, el dinero que aporta su posición o el estatus en el mundo literario? 

Ninguna de las dos cosas.  Durante décadas, la Agencia Tributaria se estuvo quedando con la mayor parte de lo que ganaba y luego, aprovechando mi ausencia por el exilio, organizaron en mi contra un procedimiento que a estas alturas ha provocado más de una docena de sentencias en mi favor y que ha dejado de manifiesto el carácter de desprecio por la legalidad de sus actuaciones.  Sé, pues, lo efímero que es el dinero que puedes ganar por mucho esfuerzo y sacrificio que hayas invertido.  Al final, en España, cualquier canalla deseoso de ganar un bonus y provisto de un carnet de funcionario te puede despojar de él pisoteando los derechos más elementales.  En cuanto al status es, como supieron ver los antiguos, una noria en la que, a veces, se está arriba y, a veces, abajo.  En Estados Unidos, me han tratado muy bien e incluso me nombraron al poco de llegar miembro de la Academia norteamericana de la lengua española, pero los reconocimientos son algo secundario.  Lo que realmente me importa es transmitir el mensaje que sé que he de comunicar e incluso ése no me importa que me lo plagien – lo que hacen a menudo sin citarme – porque lo relevante es el mensaje y no las personas que lo transmiten. @mundiario

  

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