Los caricaturistas abordan el teatro de la vida y sus complejidades

A pesar de estar atrapada por la cuarentena del coronavirus en un pequeño pueblo de las montañas de Antioquia en Colombia, logramos contactar con la ilustradora y dibujante Elena Ospina, quien ha tenido toda una experiencia de varios meses,  “al  vivir en el campo con lo absolutamente básico y en contacto con la naturaleza,  pero también pienso en los que están en circunstancias muy difíciles y eso me apena mucho”.

“Es difícil explicar  -dice- cómo se concibe un dibujo, pues en algunos tienes la idea clara y en otros requiere más trabajo. Empiezo a partir de formas, asociaciones y conceptos. Voy ajustando todo hasta que el resultado me guste. Trabajo con la síntesis, el juego y el azar, este último es el que más me gusta pues al final no sabes qué giro va a tomar y a veces termino haciendo varios dibujos muy diferentes con la idea original. En el caso de mi dibujo premiado con  Shakespeare de protagonista, empecé por sintetizar la mayor cantidad de elementos y a partir de ahí componer todo”.

1º Premio / Elena Ospina, Colombia

“Cuándo lo dibujé –añade- y agregué la bombilla-calavera pensé en Hamlet, pero realmente no quería representar una obra en especial sino a este maestro de la literatura y sus clásicos teatrales”.

Elena Ospina Inició su trabajo en el diario El Espectador. En la década de los 90 trabajó para varias editoriales de libros. Ha obtenido más de 60 premios en concursos de humor gráfico e ilustración, en Italia, Francia, Alemania, China, México, Estados Unidos, Israel, Bélgica, y otros.  En el  2019 recibió el premio “Notaria del humor”, que otorga la Universidad de Alicante, España. En su   obra, amplia y variada, ha expresado su preocupación por los derechos de los niños, la igualdad de género, la libertad de expresión,  la ecología, la paz en el mundo, entre otros temas.

Para Elena, la situación provocada por la pandemia es muy complicada y reconoce que se avecinan grandes problemas económicos y sociales, derivados de esta crisis.“Estamos viendo el pandemónium –señala-  que están montando los gobernantes en el mundo, unos más protagonistas que otros aprovechando la pandemia para montar su propio circo y abusar del poder… y así va el mundo moviéndose entre la comedia a la tragedia”.

Precisamente sobre la Covid-19, es otra de las las caricaturas premiados, de Fadi Abou Hassan,  dibujante independiente  y con numerosas publicaciones. Vivió como refugiado en Siria hasta el levantamiento de 2011 y es conocido por sus muchas caricaturas que comentan la vida cotidiana y los eventos políticos en Siria y el Medio Oriente y el mundo. Sus dibujos se centran en los derechos humanos, los derechos de la mujer y la violencia política. Actualmente vive en Noruega, donde es  editor en jefe de Cartoon Home Network International. Es miembro de Cartooning for peace, París | Francia.

 “Mi caricatura galardonada –-explica Fadi- refleja  mis sentimientos sobre la pandemia del coronavirus. El teatro es una forma de expresión de diferentes  ideas y sentimientos humanos. Nuestra vida es un gran teatro, y todos somos actores y actrices.  En estos momentos  el principal protagonista de la obra en este escenario es el coronavirus, que ha convertido la vida en muerte, dolor y  aislamiento.  Nuestra vida  es actualmente un teatro sin público a causa de la pandemia”.

El multipremiado pintor, ilustrador y dibujante Agim Sulaj, aplaudido artista albanés que emigró a Italia, también fue reconocido por el jurado de este evento, por su obra caracterizada por un trazo exquisito y un contenido dramático.

Mención / Agim Sulaj , Albania-Italia

“La idea vino –dice Agim-  mientras miraba dentro de mí. En general, para mis trabajos me inspiro en mi vida Me miró como emigrante y como persona en un país extranjero. Entonces descubro que soy una especie de teatro. Una persona que siempre tiene el estómago vacío, pero sobre todo el alma vacía. En cada dibujo soy yo”.

“Con este dibujo  -subraya- quería contar que la vida es un teatro y nosotros somos sus personajes Lo hice con un dibujo a lápiz, diciéndome que mi única riqueza es mi arte El plato vacío significa que para llenarlo  tienes que trabajar duro y por suerte  lo he conseguido hasta ahora”.

2º Premio / Liang Weichi, China

Otro premiado fue el artista chino Liang Weichi, que inspirado en el cuadro “Las espigadoras” de Jean François Millet, coloca en el escenario a unas recogedoras de tomate, como un homenaje a las mujeres que trabajan en la agricultura.

También fueron reconocidas obras de Jan Tomaschoff, de Alemania; Damir Novak, de Croacia, y Constantin Sunnerberg, de Bélgica.

Mención / Jan  Tomaschoff, Alemania

Este concurso reicibió 578 caricaturas de 294 artistas de 58 países. Tras el proceso de selección, se eligieron 62 obras como primer paso. Luego, los siete miembros del jurado, Marlene Pohle (Argentina), Huseyin Cakmak (Chipre), Tamer Youssef (Egipto), Peter Nieuwendijk (Holanda), Felipe Galindo (Estados Unidos), Steffen Jahsnowski (Alemania), Bernard Bouton (Francia) procedió con la votación final.

La exposición de las obras seleccionadas se llevará a cabo en 2021. En esa ocasión se entregará el Premio del Público.

Una vez más, este certamen ratificó  que el humor y la sátira son una manera juguetona, aguda y mordaz de contar lo que pasa en el mundo. @mundiario