Calma nenita, de Paula Cascallar: poemas para el alma

Paula Cascallar, autora de MUNDIARIO. Mundiario.
Paula Cascallar, autora de MUNDIARIO. / Mundiario.

La autora de MUNDIARIO presenta su nuevo libro, Calma, nenita: Una tarde mirando hacia el presente, dedicado completamente a su pasión: poemas. En ellos desnuda su alma y nos deja conocer, a través de cortos versos, una de sus más sensibles etapas.

Calma nenita, de Paula Cascallar: poemas para el alma

La autora de MUNDIARIO, Paula Cascallar, presentó recientemente su primer libro Let me be a princess a least, donde destapó su alma con pensamientos muy profundos a través de poemas inspirados en distintas etapas de su vida. Ahora, Cascallar vuelve a la acción presentado un segundo libro, pero esta vez en español, donde sigue hablándonos con poemas apasionados sobre la vida.

Sin duda puedo decir que cualquiera que lea los simples pero acertados escritos de Cascallar se embarcarán en un viaje de emociones o sonreirán

Calma, nenita: Una tarde mirando hacia el presente es el título que Cascallar eligió para presentarnos una serie de poemas tan sutiles como desgarradores, si sabes leer entre líneas. “Una tarde mirando hacia el presente…” nos dice la autora en la portada de su nueva obra, donde quizás nos adelanta un poco de la temática y prosa corta, pero bien comprimida en pocas páginas.

Al comienzo nos topamos con un poema furioso que dice “no, ya no”, una expresión que connota la herida profunda que alguien dejó en algún momento determinado. Un comienzo triste, pensarán muchos, pero solo es parte del renacer que veremos más adelante, de la madurez y el arrebato de un alma que siente, sufre, se levanta y sigue con sus sueños a pesar de cualquier tormenta.

Entre poemas sarcásticos y otros mucho más expresivos, la autora nos dirige hacía el crecimiento de su persona tratando temas como el sexo en “Soy virgen”, o sobre mantenerse fiel a lo que somos en “Pura”. No deja atrás ese momento en el que nos damos cuenta que ya somos mayores porque “creces, creces, creces, creces…” puesto que es algo inevitable en la vida del ser humano, y también muy necesario porque nos hace conscientes de todo lo que hemos vivido y dejado atrás.

Sin duda puedo decir que cualquiera que lea los simples pero acertados escritos de Cascallar se embarcarán en un viaje de emociones o sonreirán como me sucedió cuando leí “Broma” donde expresa que no todos podemos entenderlas y a veces ser una persona serie te hace muy diferente.

                                  Calma, nenita Una tarde mirando hacia el presente, de Paula Cascallar. Amazon.

Calma, nenita: Una tarde mirando hacia el presente, de Paula Cascallar. / Amazon.

 

Otras de las palabras plasmadas en Calma, nenita te harán reflexionar en muchas cosas de la vida como que el sexo no es algo serio, es más bien “crucial” o que a veces pensamos que estamos vivos, pero no lo entendemos “aún”, porque nos dedicamos a una vida de trabajo sin ton ni son, dejando de disfrutar de muchos de los placeres que alguna vez nos hicieron felices.

En ocasiones, pienso que los poemas no solo son para sentir, también son para evocar algún recuerdo. Lo mismo que pasa con las canciones, por eso, cuando leí a Cascallar reí, sentí y evoqué momentos cruciales de mi niñez o viejas experiencias desagradables que ya no duelen, pero igual me hacen sentir.

Cuando leí a Cascallar reí, sentí y evoqué momentos cruciales de mi niñez o viejas experiencias desagradables que ya no duelen, pero igual me hacen sentir

Los poemas de la autora son bastante cortos y la mayoría son fáciles de descifrar. Lo mejor del libro es que te identificas rápidamente con todo lo que Paula nos quiere decir y te hace pensar sobre cuestiones vitales. Calma, nenita tiene una estructura concreta: es vida, empezando desde la juventud y pasando por el crecimiento de una mujer que lleva plasmada sus vivencias como tatuajes en el alma que comparte con pasión y sarcasmo, también con mucha honestidad y crítica social. No necesitas una lupa para saber qué quiere decirte Cascallar con su libro, solo deja que los poemas te absorban. Al final, la autora nos dice: “Aquella tarde decidí salir adelante, no sin denunciar mi tristeza. Simplemente…”. Porque dar a conocer un sentimiento no es signo de debilidad, es solo prestar un pedazo de ti para que el resto puede comprenderte. @mundiario

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