Ánfora Nova, la rotundidad de lo fecundo en su máxima expresión literaria

Portada. Literatura y compromiso. 30 años de Ánfora Nova. Revista Literaria nº 117-118 y 119-120
Portada. Literatura y compromiso. 30 años de Ánfora Nova. Revista Literaria nº 117-118 y 119-120

La trascendencia internacional de la Revista Literaria Ánfora Nova y el proyecto editorial que sustenta con sus treinta años de vida, condensa en Literatura y compromiso, el monográfico que los celebra, la biografía de un sueño forjado.

Ánfora Nova, la rotundidad de lo fecundo en su máxima expresión literaria

En el camino enunciador. La pervivencia de la creación es inherente a la naturaleza humana. A la invención que le posibilita avanzar en el cálculo de sus posibilidades ejecutivas, la recreación reflexiva sobre su tránsito por el mundo le invita a apontocarse sobre su refreno y tratar de negociar con ese otro yo que se escabulle. Al fin y al cabo es el alma del ser humano la que encierra el misterio donde el arte discrimina sus propósitos. Acercándose a lo que José Ortega y Gasset definiría como La deshumanización del arte y que daría título a la obra publicada en 1925. Porque “si el hombre modifica su actitud radical ante la vida, comenzará por manifestar el nuevo temperamento en la creación artística y en sus emanaciones ideológicas”.

Tres décadas de jubiloso acontecer

En la localidad cordobesa de Rute, situada en los límites del Geoparque de las Sierras Subbéticas, el proyecto editorial Ánfora Nova enciende un alminar literario desde hace treinta años. Aniversario que ha cumplido recientemente tras una etapa laboriosa, perseverante, abnegada y contumaz en la persecución de la excelencia exigente. En la consecución y consolidación de esta sobresaliente trayectoria, José María Molina Caballero, su fundador y director, que adiciona a su perfil editor el de poeta, narrador, crítico literario y de arte, articulista y antólogo, es la alma mater. Si bien le ha acompañado su esposa Carmiña, que le insufla el aura becqueriana de “ese ansia perpetua de algo mejor” y es norte en este camino incierto. Incluyendo también a sus familiares  Luis Manuel y Antonio J. García Cruz. Y cuyos principios rectores permanecen intactos desde su origen en aquel primer número de 32 páginas, con el que emprendió este desafío llamado Revista Literaria Ánfora Nova. Desde hace tiempo contiene resonancias internacionales en su consolidación como referente en este género de publicaciones. Hito que, sin lugar a dudas, es consecuencia de ese trabajo silente que solo puede encontrarse en la honesta y transparente determinación vocacional del cuido, tacto y amor en la edición. Donde a la inexcusable calidad de los contenidos literarios de toda obra que se precie, se unen la elegancia en la ilustración e impresión, configurando un riquísimo continente con vocación de gozoso universalismo. De ahí que en ella se integren un significativo y numeroso catálogo de autores formado por más de quinientos escritores y artistas plásticos de unos cincuenta países. Entre los que se encuentran Premios Nobel, Premios Cervantes, Premios Príncipe de Asturias de las Letras, Premios Nacionales de Literatura, Premios de la Crítica, etc.

Literatura y compromiso

Es el título del monográfico correspondiente a los números 117-118 y 119-120 de la Revista Literaria Ánfora Nova. En esta edición conmemorativa por su trigésimo aniversario, colaboran ciento veinticinco autores de más de veinte países. Entre ellos Federico Mayor Zaragoza, ex Director General de la UNESCO y cuatro Premios Nobel de la Paz. Como son Mijaíl Gorbachev, Rigoberta Menchu, Ouided Bouchamaoui y Adolfo Pérez Esquivel. Sus reflexiones reclaman la acuciante necesidad de consolidar los Derechos Humanos como fuente del compromiso humanista que proclama esta singular obra. Y con ellos, y en cada una de sus miradas clarividentes, aquellos otros que son “ múltiples a favor de la palabra, en la tierra de Blas de Otero que nos advirtió con lucidez extrema que se acercaba el  momento de la transición histórica de la fuerza a la palabra”; también “la globalización de la democracia, que requiere una reforma de los organismos internacionales a favor de un multilateralismo efectivo y solidario”; la necesidad urgente de “dar al desarrollo sostenible otro contenido que debe basarse en la justicia social y el equilibrio ecológico”; el hecho de “potenciar, a través de la palabra, acciones que favorezcan un cambio de rumbo en la conciencia de la sociedad actual, que aúnen nuestras voces de ciudadanos libres y solidarios de un mundo en el que se respete la dignidad de todos los seres humanos”; y por supuesto “construyendo la convivencia pacífica, no como la ausencia  del conflicto, sino en base a la dinámica de transformación  en las relaciones humanas, fraternas, de solidaridad y cooperación”. Con ellos la voz inédita de Juan Ramón Jiménez, Premio Nobel de Literatura en 1956, que emerge personalísima, solaz, lozana y de incipiente ardor apasionado en este descubrimiento de uno de los poemas de su obra El corazón en la mano, afluente de ese caudal poético suyo, inagotable. Todo un privilegio para el lector alumbrar en los labios que musitan este renacer del poeta en su propia palabra poética desconocida hasta ahora.

José María Molina Caballero

A golpe de denodado esfuerzo, el editor de Ánfora Nova ha fraguado una construcción de sólido basamento. Lo atestigua este vasto recorrido donde los sinsabores, aun existiendo, no han debilitado su convicción y fe en vislumbrar los cielos abiertos y celestes del ilusionante y retador futuro. En cierta medida porque ex abundantia cordis os loquitur, aunque sin olvidar que como afirma el escritor, filósofo y pedagogo, José Antonio Marina, “El talento es el buen uso de la inteligencia”. Sin duda la sobresaliente y aquilatada andadura del editor ruteño confirma este hecho. Su generosidad y sencillez es fiel reflejo del escaparate literario de Ánfora Nova. Tan brillante y sugerente como la dedicatoria de Francisco Vélez Nieto, “Ánfora de buena madre, vino de exquisito sabor”. @mundiario

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