American Dirt o el libro que indigna a la comunidad latina en EE UU

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Jeanine Cummings, autora de Americam Dirt. / Editorial.
Se trata de una novela de narcos y migrantes escrita por una mujer blanca estadounidense.
American Dirt o el libro que indigna a la comunidad latina en EE UU

American Dirt (Flatiron Books, 2020) se perfilaba como una de los grandes estrenos literarios del año. Pero realmente ha sido un fiasco, especialmente para la comunidad latina en EE UU que considera que la novela distorciona la realidad sobre los migrantes y le acusan de apropiación cultural.

Tanto escritores como periodistas de origen latino pero radicados en EE UU se han lanzado contra la publicación escrita por Jeanine Cummins.

La historia comienza en México y sigue la vida de Lydia y Luca, madre e hijo que pierden a su esposo y padre debido a un cartel de narcotráfico. Lydia decide que ya no quiere vivir en Acapulco con miedo de perder su vida o que le arrebaten a su hijo, y cree que lo mejor es irse a vivir a Denver, en EE UU. 

Los protagonistas intentan llegar a La Bestia, tren de mercancías que migrantes de México y sobre todo de Centroamérica han usado durante años para viajar a la frontera con EE UU. En el camino la madre y su hijo se enfrenta al difícil terreno migratorio además de la peligrosa atracción entre la protagonista y el jefe del cartel de Acapulco, un hombre peligroso, pero también sensible y culto.

La historia que muchos pensaban que mostraría el panorama migratorio actual, ha terminado siendo una historia romantizada sobre un tema muy sensible.

Las críticas negativas no se han hecho esperar. “American Dirt es un libro Frankenstein, un espectáculo torpe y distorsionado, y mientras algunos críticos blancos comparan [a la autora] con Steinbeck, creo que una comparación más apropiada es [el rapero blanco] Vanilla Ice”, sentenció la escritora Myriam Gurba.

La polémica ha sido tan grande como la promoción del libro. La editorial Flatiron Books llevaba tiempo promocionando el libro por el que le pagó a Cummins una cantidad de siete números. Autores importantes como Stephen King o Don Winslow, que la comparó con Las Uvas de la Ira, alabaron la obra. 

Importantes medios como The Washington Post o The New York Times escribieron reseñas positivas de la obra, mientras que la reina de los medios Oprah Winfrey llegó a recomendarla para su club de lectura y publicó un vídeo en Twitter promocionándola, el cual fue respondido por la escritora mexicana Valeria Luiselli que dijo: “Con todo respeto, esta parece la peor elección posible de un libro para 2020”. Fue tanto el auge, que la editorial logró vender los derechos cinematográficos de la novela apenas esta salió.

El enfado de la comunidad latina fue escalando, primero, por la apropiación cultural y el derecho que tomó esta mujer blanca, criada en Maryland, vecina de Nueva York, de escribir una historia tan sensible y agena a su realidad y segundo, especialmente, porque la calidad de la novela es mala y a jucios de muchos, muy alejada de la realidad.

Esmeralda Bermúdez, reportera de Los Angeles Times, escribió un artículo explicando el enojo general. Los padres de esta periodista huyeron de El Salvador por la guerra y la cacería que imponían los escuadrones de la muerte en los ochenta. “Pensé que podría reconocer parte de mi historia en el libro. Luego empecé a leerlo (...) Me di cuenta de que no estaba escrito para gente como yo, sino para el resto, para embelesarlos con un viaje salvaje al otro lado de la frontera, para hacerles sentir la confusión de la situación de los migrantes (...) Todo ello a partir de los peores estereotipos, obsesiones e imprecisiones sobre los latinos”, escribió Bermúdez.

Daniel Hernández, también de Los Angeles Times, cita al escritor de origen salvadoreño Roberto Lovato, que apunta a la industria editorial: “Están tratando este asunto [el drama de la migración] como si fuera una película de Marvel”.

A pesar de la polémica, ni la editorial ni la autora se han disculpado ni parece que lo harán pronto. Esta última ofreció una entrevista recientemente donde habló de la obra: “Durante cinco años me resistí a escribir esta historia, porque no soy migrante, no soy mexicana y no sabía si tenía el derecho de escribirla, pero mi papá murió inesperadamente. Eso fue en 2016, a una semana de las elecciones presidenciales (...) Y bueno, me di cuenta de que no me importaba lo que nadie dijera, porque mi padre estaría muy orgulloso de este libro”. @mundiario

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