Alejandro Martínez: "Mis fotos reflejan el dolor de los ucranianos"

Alejandro Martínez Velez (Madrid, 1991) posee el ADN de fotoperiodista, desde que estudiaba en la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense de Madrid, cuando ya desde esa época comenzó a registrar las huelgas educativas en contra de la subida de tasas universitarias. “Primero participe –explica - en estas movilizaciones como manifestante pero pronto decidí comprarme una cámara, Canon 550D, y empezar a fotografíar estas protestas. Únicamente era un estudiante más que tomaba imágenes de lo que ocurría en ese alto centro docente”.

Para Alejandro, el llegar hacerse fotoperiodista requiere de un camino largo en el que se va aprendiendo poco a poco. “El 2012 fue clave para mi. La Plataforma ¡En Pie! y la Coordinadora 25S convocaron una concentración para rodear el Congreso de los Diputados. Acudí con mi cámara a la protesta. Fue la primera vez que me sentí 'fotoperiodista'. Lo entrecomillo porque como he dicho creo que es una carrera de fondo. No es únicamente coger una cámara y empezar a hacer fotos de prensa. Es muy importante ir viendo diferentes situaciones, encontrarte con dilemas éticos e ir viendo como actúas ante diferentes realidades. Tienes que darte cuenta de la importancia que tiene el código deontológica periodístico”.

Alejandro recalca que “tuve el inmenso privilegio de cruzarme con dos fotógrafos en estos primeros años que me enseñaron mucho, Andrés Kudacki y Olmo Calvo. Durante dos o tres años cubrí la crisis de la vivienda en Madrid, desahucios y desalojos, junto a estos dos compañeros y otros dos foto/videoperiodistas más, Jaime Alekos y Rodrigo García. Me siento profundamente afortunado de haber sido miembro de ese grupo de cinco fotógrafos. Fue la mejor escuela”.

-¿Cuándo  dicidiste viajar a Ucrania? ¿Qué fecha tienen estas fotos y dónde fueron tomadas?  Le pregunto.

-"En la madrugada del 24 de febrero de 2022 las tropas rusas entraron en territorio Ucraniano. Ese mismo día decidí junto a otros compañeros fotoperiodistas ir a la frontera polaco-ucraniana para documentar el éxodo de miles de personas a la Unión Europea. Al día siguiente ya estaba con ellos en la estación de tren de Przemyśl, Polonia. Tras tres o cuatro días en la frontera decidí cruzar con dos fotógrafos más a Ucrania por Medyka. Las imágenes premiadas fueron tomadas entre el 2 y 21 de marzo de 2022 en Lviv, Kiev y Mykolaiv”.

-¿Qué riesgos corriste? ¿Cómo te financiaste el viaje?

-"Creo que no debería destacar ningún riesgo en concreto. Únicamente algún momento de tensión en checkpoints. El viaje me lo financie con mi dinero. Durante los primeros días trabaje para la agencia española Europa Press y el resto de la cobertura gráfica fue para Anadolu Agency”.

-¿Por qué hiciste este trabajo? ¿Qué equipos empleaste y qué lentes?

-“Desde 2016 he estado fotografiando movimientos migratorios, siempre que he podido cuadrarlo con mis trabajos de prensa diaria en Madrid y cuando tenía algo de dinero ahorrado para costearme los viajes. Así que, decidí ir a documentar el éxodo de ucranianos. En un cierto momento pensé que era el momento de entrar en una zona de conflicto y ver las causas que llevan a cientos de miles de personas a abandonar sus casas y dejar atrás sus recuerdos para huir a otro país. Siempre trabajo con un cuerpo y varias lentes. Este trabajo lo realice con una Canon R6, dos objetivos fijos (Sigma 35mm 1.4 y Sigma 50mm 1.4) y un Canon 70- 200 F4. Como cámara de repuesto me lleve una Canon 5D Mark III. Todas las fotografías premiadas están realizadas con los lentes 35 y 50”.

-¿Qué representa para ti este premio del TIFA?

-"Es un auténtico placer haber sido premiado en este certamen, pero lo más importante, es tener la oportunidad de poder llevar la realidad que viven los civiles en Ucrania a otros espacios y plataformas.

-Cada día es más crítica la situación de los fotoperiodistas en la prensa española y mundial, ¿qué opinas?

-“La situación de los fotoperiodistas y periodistas generalmente es muy precaria. Muchos medios no quieren invertir dinero o no tienen interés en hacerlo. Es un error garrafal. No invirtiendo y no pagando dignamente a los periodistas lo único que se va a conseguir es que las historias que se publiquen sean cada vez peores. El buen periodismo y las buenas historias cuestan dinero por el trabajo de investigación y los viajes!.

Le comento que sus fotos son estremecedoreas y  que recalcan la tragedia de personas  inocentes, civiles, que como siempre pagan las consecuencias de un acto brutal y arbitrario. En este momento recuerdo las palabras del escritor uruguayo Eduardo Galeano: “Ninguna guerra tiene la honestidad de confesar: Yo mato para robar. Las guerras siempre invocan nobles motivos, matan en nombre de la paz, en nombre de Dios, en nombre de la civilización, en nombre del progreso, en nombre de la democracia, y si por las dudas, si tanta mentira  no alcanzara, ahí están los grandes medios de comunicación dispuestos a inventar enemigos imaginarios para justificar la conversión del mundo en un gran manicomio y en un inmenso matadero”.

Currriculum del autor

Alejandro Martínez Vélez, 1991, es un fotoperiodista independiente que actualmente reside en Madrid, España. Comenzó su formación fotográfica en la Escuela Lens de Artes Visuales, mientras finalizaba sus estudios de Ciencias Políticas en la Universidad Complutense de Madrid. En 2017 cursó el Diploma en Prevención de Conflictos que se imparte en esta misma facultad. A su vez, ha realizado talleres sobre reporterismo freelance y periodismo literario. Su trabajo se centra especialmente en conflictos sociales, derechos humanos y temas políticos. Actualmente está documentando el éxodo de cientos de miles de personas a Europa.

Ha trabajado para agencias de prensa como Associated Press, Anadolu Agency y Europa Press. También ha publicado en diferentes medios de comunicación, nacionales e internacionales, como El País, La Vanguardia, El Mundo, ABC, El Confidencial, La Razón, 20 Minutos, La Sexta, The Times, The Atlantic, Al Jazeera, The Guardian, CNN o Fox News, entre otros. Sus imágenes han sido expuestas en diferentes ciudades como Madrid, Barcelona, Moscú, Estambul, Nueva York, Shanghái, Varsovia, Milán, Buenos Aires, Ciudad del Cabo, Johannesburgo, Budapest, Ciudad de México o Beirut.

 Ha sido galardonado con el Premio Enrique Meneses de Fotoperiodismo concedido por la Asociación Nacional de Informadores Gráficos de Prensa y Televisión (ANIGP-TV), Premio de Fotografía Humanitaria del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Premio Internacional Andrei Stenin de Fotoperiodismo, Premio Manos Unidas de Fotoperiodismo, Atlanta Seminar Awards, International Photography Awards en la categoría de Guerra/Conflicto, Fotógrafo del Año ND Awards, Fotógrafo del Año TIFA, entre otros. @mundiario