Agosto (y adiós verano)

-Hola –dije a mi hijo

-¿Cómo estás Papá? Tengo dos hijos ¿sabe? Uno es financiero y este es tecnólogo. No podía decirle que la taza de wáter me sostenía, por ello respondí:

-Bastante bien. Hace dos días que sueño con mujeres redondas.

-Sueños carnívoros ¡Ja! ¡ja! –Pude oírle. El hilo de cobre no me dejaba abandonar el wáter, di vueltas mientras miraba por la ventana. Era de noche y pude percibir que una de las estrellas brillaba demasiado, con lo cual imagine que aquel mundo se preparaba para arrastrarnos de la misma forma que hicimos con los indios americanos. Mi hijo ante mi silencio insistió. Luego, dije:

_Estaremos prisioneros en esta masa de carbono hasta 2050.

-¿Cómo?

-Te llamo luego, creo que suena el móvil y… me despedí del hilo de cobre.

¿Suena raro? Pero estamos muy atrasados en tecnología, ni siquiera podemos llegar a Marte sin asfixiarnos y que nuestros músculos se resientan. Los científicos japoneses ya han logrado hacer con células re-programadas ¡un hígado! Para acostumbrarnos a lo que nos espera, esta fase de la medicina regenerativa ya debería estar tan adelantada que camino de otros planetas pudieran hacer órganos sin tener que echar al compañero de viaje al espacio.

Y ¿de combustible? Aun consumimos carbono acumulado en los siglos pasados, pues las tecnologías que le remplazaran son caras e ineficientes. Y mi coche tiene 14 años y 350.000 Kilómetros por carecer de fábricas que hagan coches por 500 Euros. Todo es aun caro y lento. Ni siquiera nuestro traje de mono del cual compartimos con los Bonobo, chimpancés y otros. ¿Cómo narices nos hemos separado de ellos? En Nature lo explican bajo este ruidoso título: “El genoma de los parientes más cercanos no resuelve qué nos hace humanos .

¡Un desastre! Y hay millones que creen en Dios, o llegan al poder como Los Hermanos Musulmanes en Egipto, e intentan imponer a los demás sus arcaicos sueños; o como los nacionalistas catalanes creen que detrás de la bandera está la libertad; o incontables ciudadanos violan, someten o saquean por estar enfermos de soledad.

Lo dicho, el hilo de cobre solo sirve para tontos que venden servicios e insisten sin cesar. A la última le dije: soy un señor de 80 años, si yo le contrato el servicio Ud. me consigue amor. Y respondió: Si, pero primero escuche esta grabación y acepte este contrato. @mundiario

Nota:

Puedes descargar de manera gratuita del día 1 al 5 de septiembre el libro Agosto (18) de j re crivello donde aparecen los 30 artículos de esta serie aparecidos en su blog Barcelona y en Mundiario Link  https://www.amazon.es/dp/B07GZ6KRZ9/ref=sr_1_15?ie=UTF8&qid=1535699756&sr=8-15&keywords=fleming+editorial