A hombros
Poema
Como si en aquella música general
las dianas y olés
fueran para tu mano
discreta y nerviosa
rozando mi antebrazo,
para tu cabeza en mi hombro,
para tu voz de enamorada
como si nunca fueras a despertar
de ese amor, al menos
por ese día,
y más olés
como si esa vuelta con el toro
y el hombre de luces
allá abajo,
fuera mi mano en tu cintura
acá arriba, donde somos dos
que desaparecen al resto
cuando mi boca busca tu boca
e indultamos la tarde.
Pablo Hermoso y su caballo
hacen pinturas en el instante.
Diego Silveti
hace una faena de príncipe.
Tú y yo metemos una espada de tierna luz
a nuestros corazones
y salimos de la mano,
de tu mano blanca,
de esa sonrisa
donde se junta toda tu belleza,
y nuestro amor a hombros
a la vista de todos.
marzo 2015