A 20 años del Premio Coruxa Gráfica a Tomás Rodríguez 'Tomy'

Tomás Rodríguez Tomy y su Premio Coruxa de Humor Gráfico 2001 /  Museo del Humor de Fene
Tomás Rodríguez 'Tomy' y su Premio Coruxa de Humor Gráfico 2001. / Museo del Humor de Fene

Con un alegato contra el talado de los bosques, el caricaturista cubano recibió el máximo galardón otorgado por el Museo del Humor, de Fene (A Coruña).

A 20 años del Premio Coruxa Gráfica a Tomás Rodríguez 'Tomy'

Reencontrarme con Tomás Rodríguez  Tomy (Barajagua, 1949 – La Habana, 2010) en Galicia,  en el 2001, tras haber compartido con él años atrás momentos de creación humorística en la sede de la publicación cubana Dedeté, en la capital cubana,  fue una alegría y satisfacción enormes, y más con la concesión del Premio Coruxa Gráfica, en su  duodécima edición,  que le había otorgado el Museo del Humor, de la localidad gallega de Fene, en la provincia de A Coruña.

Tomy, como siempre, con su carácter jovial y una sonrisa permanente, había viajado a estas tierras para recibir el reconocimiento por su dibujo, que era un grito de alerta en defensa de la naturaleza y el medio ambiente. Él era hijo de una familia campesina, que había nacido monte adentro, y sabía el valor de la tierra, los árboles y los animales. Una vez más, una caricatura  se distinguía por ser una forma sintética y humorística del arte, y el dibujante,  un “descubridor”capaz de señalarle al espectador una situación crítica,  de forma creativa e ingeniosa.

Deforestación,  Premio Coruxa de Humor Gráfico 2001 / Tomás Rodríguez, Tomy

Deforestación, Premio Coruxa de Humor Gráfico 2001. / Tomás Rodríguez, Tomy

El Museo del Humor, de Fene, dirigido en aquel momento por el artista plástico Xaquín Marín, fue fundado a finales de 1984, con el apoyo del ayuntamiento de esa localidad que presidía el entonces alcalde Xosé María Rivera Arnoso, y está situado en la Casa de Cultura de esa localidad. Esta institución ha recuperado la obra de diversos caricaturistas gallegos, realizado diversas exposiciones y organizado las Jornadas de Humor, con carácter internacional, así como conciertos y charlas, toda una labor muy meritoria en estos años, aunque algunas veces por los cambios políticos en su administración dejó de realizar el certamen.

Xaquín Marín, dibujante gallego, fiel representante de la ironía y la retranca, en su obra, y que compartió con Tomy aquellos felices momentos, habla en exclusiva para los lectores de MUNDIARIO:  “El dibujo de Tomy, con una técnica depurada pero expresiva, con colores bien atractivos y hasta con apariencia matérica, representa con sencillez y acierto, hasta dónde puede llegar el ser humano en su locura destructiva de la naturaleza. El premio consistía en una cantidad en metálico, los gastos del viaje a Fene, y la estancia de varios días en Galicia”.

“Una vez fallado el veredicto, -continúa- nos pusimos en contacto con el ganador y a organizar  su viaje. Y no fue nada fácil, ni de aquí ni de allá,  había que cumplimentar un montón de trámites, y también  responsabilizarse de su vuelta. Pero una vez que llegó, di  por buenos todos los esfuerzos, y Tomy resultó ser  luminoso, educado, simpático,  informado, colaborador y encantado con todo lo que les ofrecíamos”.

El alcalde de Fene Xosé María Rivera Arnoso felicita a Tomy por su premio Coruxa de Humor Gráfico, 2001 
 / Museo del Humor de Fene

El entonces alcalde de Fene Xosé María Rivera Arnoso felicita a Tomy por su Premio Coruxa de Humor Gráfico, 2001. / Museo del Humor de Fene

“Se alojó en mi casa –prosigue Xaquín Marín–  (el presupuesto era escaso) y dormia en un piso al  lado del mío, que en parte uso de almacén de mi obra ; aunque luego  el alcalde Rivera Arnoso, magnifico anfitrión, gran conocedor de nuestra cultura,  geografía y gastronomía, lo llevó a vistiar varios lugares destacados de la zona”.

 “Tomy nos contó su vida en Cuba, también en México, nos habló de sus colegas cubanos, de los que teníamos bastantes referencias y dibujos en el Museo. Después de varios días ya éramos amigos de toda la vida. Tanto es así que quedamos de visitarlo en Cuba. Pero su muerte no dejó que nos volviéramos a  ver, aunque espero que en el Paraiso de los Caricaturistas seguro que llegaremos a encontrarlo”..

Retoques, Museo del Humor de Fene, 2001 / Tomás Rodríguez, Tomy

Retoques, otra obra del caricaturista cubano en el Museo del Humor de Fene. / Tomás Rodríguez, Tomy

Wilfredo Torres (La Habana, 1950) , dibujante, ilustrador y diseñador, desde 1970 a 1994 del suplemento humorístico Dedeté, que obtuvo en 1985 el premio a la mejor publicación satírica del mundo,  en el evento anual realizado en la comuna Forte dei Marmi, en Lucca, Italia, recuerda aquellos tiempos donde un colectivo de caricaturistas integrado por  Carlos Villar Carlucho, Tomás Rodríguez Tomy, Manuel Hernández,  René García, Ajubel, Ardión, (ya en ese momento Juan Padrón había pasado a realizar dibujos animados)  y colaboradores como Lázaro Fernández, Arístides Hernández Ares, Osmani Simanca, Antonio Eligio Tonel, Felix Ronda y otros, reflejaban la realidad cubana e internacional con sentido crítico. No pocas veces chocaron con los criterios dogmáticos y censores de la ortodoxia política y  de la burocracia.

“En 1970 cuando ingrese al Dedeté´ –expresa Torres, quien tras trabajar en República Dominicana, como ceramista e impartir clases durante varios años, actualmente reside en Estados Unidos, y junto a Mario Barros editan el suplemento digital semanal DosBufones– ya Tomás Rodríguez era Tomy y yo un imberbe con ansias de hacer algo medianamente bueno. Lo recuerdo haciendo aquellas separaciones mecánicas de colores que volvían loco a cualquiera. Genial, sencillamente genial”.

Tomy fue un trabajador e investigador incansable. Un tipo divertido y desinhibido. Amigo y pedagogo total. Maestro de la composición y el color, logró unir esto a un dibujo totalmente auténtico  y situarse como uno de los gráficos del humor más auténticos y respetados de Cuba. El camino para sus logros y éxitos no fue un camino de oro. Personalmente lo vi trabajar durante horas y horas para resolver una idea”. – añade Torres.

 “Tomy dominaba el color –manifiesta Torres– como un maestro, la plumilla y la tinta,  igual  la brocha de aire, herramienta donde sentó pautas en sus realizaciones. El uso de sus personajes vinculados al entorno lo colocaban como uno de los maestros de la caricatura en su Cuba natal. Solo me restaría recalcar que la línea de Tomy fue y es única.  Dejó tras su partida un ejemplo de cohesion y originalidad inimitable e inigualable. Fuimos  en el Dedeté, suplemento del diario Juventud Rebelde,  un buen grupo; creativo y agresivo, audaz y valiente y algo dejamos por ahí”.

Puedo afirmar que mi reencuentro  con Tomy en Galicia fue una nueva ocasión para admirar su obra y su persona. Con su partida física el 6 de septiembre del 2010, por un ataque cardíaco, el humor gráfico quedó huérfano de un representante emblemático, reconocido internacionalmente en países como Italia, Francia, Bulgaria, Polonia, Hungría, Alemania, España, Cuba, Nicaragua y Brasil entre otros. @mundiario

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