Los karatekas costarricenses representaron al país en uno de los torneos más importantes de la disciplina
Los costarricenses Jonathan González y Catalina Rivera se llevaron la medalla de bronce en sus respectivas categorías.
Este fin de semana se llevó a cabo una de las competencias más importantes del mundo karateca, el Abierto Británico de Karate Kyokushin 2022 en Londres, Inglaterra.
Y contó con la participación de los karatecas costarricenses, Jonathan González y Catalina Rivera, quienes conquistaron dos trofeos tras quedar en el tercer lugar en el prestigioso torneo.
Jonathan lo consiguió en la categoría de 80 kilogramos, mientras que Catalina lo hizo en la categoría de 60 kilogramos.
Al finalizar el torneo, González indicó en sus redes sociales que no estaba satisfecho con su desempeño ni tampoco con el resultado, porque cometió muchos errores, pero que un gran amigo le dijo en una ocasión, que no hay que enfocarse en el resultado, sino en el proceso y en la persona que se tuvo que convertir para llegar hasta donde se ha llegado.
El karateka añadió que debe seguir trabajando ya que no queda de otra porque los grises no existen y los hubiera tampoco.
Por su parte, la karateka nacional, Catalina Rivera, escribió en sus redes sociales que un tercer puesto en el Abierto Británico, que es un torneo de gran prestigio y nivel competitivo, es más que un sueño hecho realidad, debido a que es la primera vez que participa y llegó hasta una semifinal, en la que perdió por una decisión arbitral, pero que sabe bien que aún hay cosas por mejorar.
El Abierto Británico de Karate Kyokushin estuvo conformado con la participación de 300 peleadores, que eran provenientes de 23 países diferentes.
La competencia contó con la participación de potencias como: Austria, Bulgaria, Lituania, Polonia, Alemania, Italia y Francia.
En la categoría masculina de 80 kilogramos el ganador fue Tamas Retfalvi de Hungría, mientras que en la categoría femenina de 60 kilogramos fue Valence Bickel de los Países Bajos.
La modalidad de kyokushin nació en Japón y es muy diferente al karate tradicional, que la mayoría conoce debido a que fue un deporte olímpico en los JJOO de Tokio 2020, ya que esta modalidad prioriza el contacto directo y el daño que se le pueda hacer al contrincante, debido a que es un estilo que se basa en la mejora personal mediante el control de la mente y el cuerpo. @mundiario
