Franklin Chang apuesta por convertir el 75% de energía sucia en energía limpia domesticada en Costa Rica

El físico costarricense, Franklin Chang. / RR SS
El físico costarricense Franklin Chang. / RR SS

Los próximos objetivos del físico costarricense son la ampliación de la planta de Liberia, producción de amoniaco y que el motor de plasma pase a nivel seis para que pueda volar en el espacio. / Entrevista

Franklin Chang apuesta por convertir el 75% de energía sucia en energía limpia domesticada en Costa Rica

La empresa Ad Astra Rocket Company, propiedad del físico costarricense Franklin Chang Díaz, trabaja, desde que llegó al país en el año 2006, en diferentes aspectos, desde el hidrógeno verde hasta la tecnología espacial. Es por ello que en Mundiario Costa Rica le realizamos una entrevista al CEO, Franklin Chang, para conocer el momento en el que se encuentran los nuevos proyectos a corto, mediano y largo plazo. El principal objetivo desde que llegó la compañía a Costa Rica es canalizar lo máximo posible la energía limpia del país para poder aprovechar y dejar depender de los hidrocarburos que afectan el ambiente.

– ¿Cuál es la importancia para Costa Rica de descarbonizarse?

– Costa Rica tiene una producción de energía muy limpia en la parte eléctrica, nosotros producimos o consumimos en energía alrededor de 140 mil Terajulios de energía y eso es muchísimo en un año y el 25% de esa energía es electricidad y esa parte es muy buena, limpia y verde, Costa Rica puede sentirse orgullosa de tener una energía eléctrica muy sostenible. Pero solamente es el 25%, el otro 75% es energía que se deriva del consumo del carbón y de hidrocarburos y todos son importados, nosotros estamos pagando por esta energía contaminante y la mayor parte viene de los vehículos de carga pesada, entonces el afán nuestro es ir contribuyendo eliminar ese 75% de energía sucia y convertirla en energía derivada del hidrógeno, que es doméstico, con fuentes que tenemos en abundancia, solar, eólicas y producir el hidrogeno como una especie de almacenamiento de energía, que nos permita utilizarla, ya que la mayoría de energía que cae en el país no se utiliza. Entonces hay que utilizarlas y dispensar de esa importación de hidrocarburos y obviamente contribuir a la restauración de la atmósfera que es parte del requisito y del compromiso que Costa Rica tiene con el resto del mundo. Ese es el objetivo, agarrar ese pedazo de la energía alimentada en hidrocarburos y convertirla en energía limpia que es domesticada del país.

– ¿Cuáles son los mayores logros de la compañía Ad Astra en Costa Rica?

– Hemos tenido muchos logros en varios ámbitos, no solo con el hidrogeno verde, que es un tema relativamente nuevo para nosotros, en comparación con el motor de plasma, cosas que tuvimos que trabajar en la parte espacial. La empresa es aeroespacial, nosotros tomamos un desvío hacia el tema del hidrogeno verde hace unos 10 años para integrarnos en ese proceso de descarbonización para Costa Rica, cuando iniciamos operaciones pudimos establecer la primera fuente de alta potencia de plasma, probablemente de toda Centroamérica. Es decir, proyectos de plasma ya existían en el país pero eran muy pequeños y yo creo que las superaciones nuestra en Liberia, dieron un gran salto cuántico en la potencia y densidad de plasma, que se podía producir en un experimento y creo que fuimos bastante pioneros en el año 2006. Luego nos metimos en el tema del hidrógeno verde, creo que fuimos los primeros en establecer un sistema completamente integrado de hidrógeno verde, fuimos los primeros en traer el autobús, primer autobús de hidrógeno que operó en Centroamérica fue obra nuestra. También hemos sido pioneros en la implementación del hidrogeno verde para el transporte ligero o liviano, con los primeros vehículos tipo sedán con la corporación de la empresa Purdy Motor Company, en Costa Rica es el distribuidor de Toyota y hemos estado trabajando de la mano con ellos desde hace muchos años y ellos habilitaron a la entrada del país la primera flota de Toyota Mirai, fue la primera en toda Latinoamérica, hoy en día somos la única flota que se encuentra trabajando con hidrógeno verde. Hace poco terminamos la demostración de un dispensador de hidrógeno tipo H60 que nos permite cargar los vehículos de manera muy rápida. Y también en el año 2018 nos metimos a colaborar con una empresa norteamericana, Leo Labs, que se dedica a la observación satelital e implementamos el único radar de apertura sintética, que puede ver hacia arriba y detectar objetos en órbita, tan pequeños de 2 centímetros de diámetro, es decir bastante preciso, creo que es el más avanzado que hay en ese momento en el mundo de este tipo. La empresa Leo Labs se encuentra construyendo otros proyectos en Argentina y las Islas Canarias, pero nosotros somos los únicos que tenemos ese radar, que está operando en una plantación de caña de azúcar en Guanacaste, la azucarera el viejo.

– ¿Cómo fue el comportamiento de la compañía en los tiempos más duros de la pandemia?

– Es una época difícil, no había tanta demanda y cuando uno hace experimentos y actividades con cosas que deber ser presenciales, nos costó bastante durante la época de la construcción del radar, tuvimos cuidado y protocolos de distanciamiento, había un grupo que trabajaba cierto tiempo y luego llegaba el otro. Eso nos afectó tanto en Costa Rica como en Estados Unidos.

– ¿Cómo se encuentra en Costa Rica la energía verde (hidrógeno)?

– Estamos muy avanzados, yo diría que somos pioneros en la parte tecnológica, si nosotros empezamos esto hace 10 años, hemos tenido una gran trayectoria y hemos aprendido mucho de cómo estos ecosistemas se pueden integrar, operar, lo que funciona y lo que falla, cuales son los elementos importantes para que un sistema de este tipo se mantenga operativo la mayor cantidad de tiempo posible, lo hemos automatizado. También estos sistemas tienen que ser tropicalizados, muchas de las tecnologías se diseñaron para operar en países que no son como el nuestro y en Liberia o Guanacaste, tenemos que ponernos a pensar un poquito que hay insectos, las hormigas y las abejas a veces se meten y se comen partes de los componentes electrónicos y las hormigas entran y hacen sus moradas y así un montón de cosas que suceden en las zonas tropicales y está tecnología no estaba diseñada para operar en estas zonas, por ende hemos tenido que modificar estos aspectos.

– ¿Cómo va el proyecto del hidrógeno en los vehículos?

– El vehículo que yo manejo es de hidrógeno, son eléctricos que producen su propia electricidad a bordo del vehículo con el consumo de hidrógeno y se le inyecta al carro a altas presiones y que lo que yo hice hace unos años fue que llene un tanque a full porque por primera vez teníamos un dispensador capaz de llegar a ese presiones tan altas, es lo más avanzado en la tecnología de dispensadores de hidrógeno. Ese hidrógeno cuando se le inyecta al vehículo ocurre en 10 minutos, la autonomía del carro mío llega a 550 kilómetros, el mío es del 2018, pero los nuevos tienen una autonomía de 1000 kilómetros, y con eso ya puede ir y volver de cualquier lugar del país, yo fui a Liberia y me devolví y aún tenía medio tanque.

– ¿Qué proyectos hay a futuro?

– El proyecto a más corto plazo es que vamos a ampliar la planta que tenemos en Liberia, ese es el próximo paso, queremos habilitar unos 500 kilos de hidrogeno diarios que nos permita alimentar una flota, ya no estamos interesados en los vehículos pequeños sino en los de carga, el nicho más importante del hidrogeno es los trenes, barcos, buses, etc. Nos interesa mucho el área del hidrógeno verde para producir amoniaco, que es un componente muy importante para los fertilizantes (que son muy caros), entonces podemos producirlos domésticamente y exportar amoniaco, el hidrógeno se puede almacenar de manera muy eficiente en esa fórmula química de amoniaco y transportarlo a mercados que están desarrollándose muy rápidamente en Europa y Asia. A largo plazo queremos meter en el mercado el hidrógeno no solo en Costa Rica sino en el resto del mundo, en Estados Unidos seguimos con el motor de plasma que estamos tratando de moverlo del nivel 5 al 6, donde ya hicimos todos los experimentos necesarios para demostrar que el motor funciona y lo que nos queda es convertir ese motor en uno que pueda volar en el espacio, ese es el siguiente paso. @mundiario

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