La sonda espacial china llega a la órbita de Marte

'Raya verde' desde la atmósfera de Marte. nationalgeographic.com.es.
'Raya verde' desde la atmósfera de Marte. / nationalgeographic.com.es
Además de la sonda orbital Tienwen 1, destinada a Marte, China fue el primer país en alunizar en la cara oculta de la Luna.
La sonda espacial china llega a la órbita de Marte

Paradójicamente la sonda china Tienwen 1 entrará en la órbita de Marte coincidiendo con el Año Nuevo Lunar que China celebra como su inicio del año. Según informa la Agencia Espacial china, es posible que a partir del 10 de febrero pueda estar orbitando. En la actualidad va camino de ello a una velocidad de 22 kilómetros por segundo.

China no es la primera en enviar sondas orbitales a Marte: ya lo han hecho la NASA y la Agencia Espacial Europea. Y la Tienwen 1 va a coincidir en el tiempo con la llegada de la sonda Hope, enviada por Emiratos Árabes.

La sonda Tienwen 1 enviada a Marte por China no supone su bautismo en la carrera espacial. Desde 1999, cuando crea la Administración Aeroespacial Nacional China (CNSA), viene estructurando proyectos espaciales.

China en la Luna

El pasado 17 de diciembre de 2020 aterrizó en las estepas de Mongolia, de vuelta de la Luna, la nave lunar Chang’e 5, que portaba dos kilos de materiales procedentes de rocas lunares, hoy ya depositados para su estudio en un laboratorio de Beijing.

La nave Chang’e 5 forma parte  del Programa de Exploración Lunar, o Proyecto Chang’e, que ha desarrollado varias misiones relacionadas con nuestro satélite. En total, China ha lanzado diversas sondas y naves lunares desde 2007:

La Chang’e 1, en 2007: una sonda que orbitó durante dieciséis meses en torno a la Luna. La Chang’e 2, en 2010, destinada a obtener datos que facilitaran el alucinaje en misiones posteriores. La Chang’e 3, en 2013, que logró alunizar y obtener datos. La Chang’e 4, que también logró alunizar en 2019, esta vez en la cara oculta de la Luna, y que aún sigue operando regularmente. De hecho China ha sido el primer país en alcanzar dicha cara oculta de la Luna. Finalmente la mencionada Chang’e 5, tras haber estudiado anteriormente las condiciones para la reentrada en la atmósfera. Estudio que garantizó su exitoso aterrizaje.

Para 2024 tienen previsto el envío de una nave tripulada, con el objetivo no solamente de alcanzar la Luna sino de establecer estaciones permanentes en ella.

Un firme propósito espacial

Ya en 2003, China envió a un hombre al espacio. Y ha intensificado sus tareas espaciales. De forma que en 2018 importó equipos para la Industria espacial por valor de 30.600 millones de dólares, el 12,3% del total de las importaciones mundiales del sector. De hecho es el segundo país con más satélites en órbita, después de Estados Unidos, y en una década (2010-2020) ha realizado más de 200 lanzamientos.

Al no haber sido admitida en el programa común de la Estación Espacial Internacional, China ha colocado dos pequeñas estaciones propias en el espacio, y en el presente año se propone lanzar, por fin, su propia Estación Espacial, Tiangong (“Palacio Celeste”), con unas caracterìsticas parecidas a la MIR rusa, con unos 53 metros cúbicos de capacidad.

Como instrumento para el desarrollo de su industria espacial, China creó la Corporación de Ciencia y Tecnología Espacial de China, que aglutina y dirige a un conjunto de empresas especializadas, que suman un total de 110.000 empleados. Dicha Corporación fabrica naves espaciales, misiles y vehículos de lanzamiento. Aunque también fabrica equipos de telecomunicaciones, maquinaria, equipos de transporte y equipos químicos.

Ha dado también paso al sector privado en esta industria, con objeto de incrementar la inversión, así como la investigación. De hecho existen en China cerca de un centenar de compañías trabajando en el sector espacial. Y ha creado una Alianza Comercial Espacial de China, uno de cuyos objetivos es trabajar también en conjunto con terceros países. @mundiario

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