El problema de prestar una sanidad universal a 1.400 millones de personas

Una profesional sanitaria en China. / xinhua
Una profesional sanitaria en China. / xinhua

El incremento del gasto público en Sanidad ha pasado de ser un 4,9% del PIB en 2011 a un 6,4% en 2017: en torno a los 800.000 millones de euros.

El problema de prestar una sanidad universal a 1.400 millones de personas

El Plan Quinquenal chino 2016-2020 planteaba el objetivo de alcanzar en 2020 la proporción de 2,5 médicos por cada 1.000 habitantes. En 2019 la proporción era aún de 1,85 médicos y 2,34 enfermeros por cada 1.000 habitantes (en España 5,3 y 3,8 respectivamente). Y puestos a manejar estadísticas, en 2018 el número de camas por cada mil habitantes era de 8,75 en zonas urbanas y de 4,19 en zonas rurales.

A partir de 2009 el Gobierno de China asumió el objetivo de realizar una profunda reforma de la Sanidad, que ahora dirige la Comisión Nacional de Salud y Planificación Familiar (que sustituyó al Ministerio de Salud), con la gestión de las Comisiones Locales de Salud y Planificación Nacional, y con el apoyo, en última instancia del Consejo de Estado. El esfuerzo de esa reforma se traduce, por ejemplo, en el incremento del gasto público en Sanidad, que ha pasado de ser un 4,9% del PIB en 2011 a un 6,4% en 2017: en torno a los 800.000 millones de euros.

Por ahora la atención sanitaria del Sistema Chino de Salud alcanza a un 95% de la población, a través de tres modalidades de cobertura médica:

Un Seguro para trabajadores de áreas urbanas, que pagan en un gran porcentaje las empresas. Un Seguro para residentes en áreas urbanas que no trabajan. Y un Seguro Cooperativo para Zonas Rurales. Los dos primeros dan cobertura a entorno a 600 millones de personas, y el tercero a unos 800 millones de personas. Actualmente se están unificando estos tres seguros (comenzó en 2016 con la unificación de los seguros urbano de personas que no trabajan y el rural), con objeto de mejorar y homogeneizar la atención que se presta. Alrededor del 70% de ciudades y provincias tienen ya esos seguros unificados.

Aunque existe una cierta disparidad en los niveles de la atención que se presta, porque ésta depende de cada provincia, hay cuatro escalones en los que se realiza la atención sanitaria:

La Atención Primaria, que se dispensa en clínicas rurales, por médicos de familia en hospitales comunitarios, y en hospitales secundarios y terciarios.

La Atención especializada Ambulatoria, que se presta en hospitales donde los pacientes pueden elegir especialista sin derivación previa.

Y la Atención en hospitales públicos, que pueden ser municipales o comunitarios; y en hospitales secundarios y terciarios, que pueden ser públicos o privados.

Además, existen hospitales y clínicas internacionales, procedentes de acuerdos entre hospitales públicos y hospitales internacionales, en los que también puede intervenir el sector privado.

También hay clínicas internacionales y hospitales y clínicas privadas. La saturación de hospitales ha hecho que haya una parte de las clases medias y altas que suscriban seguros privados.

La Sanidad no es plenamente gratuita: existe el copago, donde el paciente ha de sufragar en torno al 30% de los gastos médicos. Esto hace que haya muchas personas que suscriban seguros complementarios, o mutualicen su esfuerzo para disponer de recursos en caso de necesidad. O que haya grupos que recurran incluso a sistemas de “crowdfunding” para sufragar los gastos. Algo más de 100 millones de personas están adscritas a un sistema de ayuda mutua, en el que no pagan cuota, sino que asumen entre todos los gastos que los asociados tengan en cada caso, hasta un máximo de menos de 50.000 euros.

En la actualidad se está haciendo un esfuerzo importante por reforzar los servicios de Atención Primaria, con el objetivo de una mejor estructuración y de una descongestión de los servicios hospitalarios. También se están tratando de subsanar algunas trabas burocráticas de diferente índole. Por ejemplo: a efectos de atención sanitaria, cada ciudadano depende de su provincia de nacimiento, no de residencia, de forma que entre la población de trabajadores emigrantes a las ciudades encuentran bastantes problemas que en la actualidad se intenta resolver. @mundiario

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