China se reta a sí misma con su Plan Made in China 2025

Imagen de Made in China 2025. / Mundiario
Imagen de Made in China 2025. / Mundiario
China pretende pasar de ser la “fábrica del mundo” a convertirse en motor de su tecnificación interior, y a ser un líder mundial con alto valor añadido.
China se reta a sí misma con su Plan Made in China 2025

El plan Made in China es una estrategia político-económica que firma el primer ministro chino Li Kequiang en mayo de 2015. Supone todo un plan de transformar el papel de china en el ámbito del comercio internacional, que termina influyendo en las prioridades de la propia industria china, y de su I+D en una apuesta tecnológica importante.

China logró, en una primera larga etapa, hacer crecer su comercio exterior con la fabricación y exportación de todo tipo de productos, con poco valor añadido, aprovechando su cuantioso volumen de mano de obra y sus bajos salarios. El salto que se pretende con este Plan es pasar de una economía centrada en las exportaciones y la fabricación basada en la mano de obra intensiva, a una Economía que se centre en los servicios y la alta tecnología.

China pretende con ello pasar de ser la llamada “fábrica del mundo” a ser un motor, tanto de la tecnificación de su economía interior, como liderar determinados campos de la economía internacional con alto valor añadido.

Un reto que debe superar deficiencias y dificultades

Este plan del gigante asiático es similar al que firmó Alemania en 2013: el plan llamado Germany Industry 4.0. Donde sus industrias líderes buscan competir en un nuevo escenario industrial, basado en la integración de la información industrial,, internet y la inteligencia artificial. 

Al igual que el programa Germany Industry 4.0, Made in China busca mejorar la calidad y eficacia de la producción y está dirigido a aplicarse en sectores clave del país:

> El equipamiento eléctrico.

> La tecnología de la información.

> La maquinaria agrícola.

> El equipamiento aeroespacial, ferroviario y marítimo.

> El ahorro energético.

> Vehículos de nuevas energías.

> Herramientas de control numérico y robótica.

> Y equipamiento médico de alto nivel tecnológico.

Made in China 2025 es un plan con una previsión de treinta años de duración. Dicho plan consta de tres fases:

> Reducir las diferencias con otros países (2025).

> Fortalecer las posiciones alcanzadas (2035). 

> Liderar en innovación (2045).

La sustitución de tecnología importada, por tecnología elaborada en China es el mayor reto al que se enfrenta China. Aunque en algunos terrenos, como en el de las TIC -puestos en evidencia a partir de los vetos dictados por la política Trump frente algunas multinacionales tecnológicas chinas- revela algunas importantes carencias, y una dependencia de tecnología exterior para desarrollar sus propios avances tecnológicos. Carencias que tendrá que afrontar a pesar de ser un reto no fácil, ni en el tiempo ni en el esfuerzo tecnológico. @mundiario

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