Argentina, 1985: convence a crítica especializada y público al unísono ¡Chúpense esa, superhéroes!

Argentina, 1985.
Argentina, 1985.
Que público y crítica converjan no suele ser habitual y este thriller 100% argentino ha conseguido dicha hazaña sin más (ni menos) estilo que el del cine clásico: buen guión y buenas interpretaciones.
Argentina, 1985: convence a crítica especializada y público al unísono ¡Chúpense esa, superhéroes!

Los argentinos son genios a la hora de mezclar en su verborrea humor y dolor. Cuando esta idiosincrasia se plasma en su cine, el éxito está asegurado. No estamos en Argentina, 1985 ante una comedia, ni mucho menos, sino ante una película de las llamadas cine judicial que traslada a la ficción el juicio a las Juntas: el proceso judicial realizado por la justicia civil argentina en 1985 contra nueve militares que dirigieron el país desde el golpe militar de marzo del 76’ hasta la Guerra de las Malvinas del 82’. Siete años de dictadura liderada por Jorge Rafael Videla.

El director Santiago Mitre, nacido dos años antes del fin de la dictadura, consigue ofrecer al público una tensa, larga y austera película con sabor a añejo, a drama judicial de esos que se sirven solo de la palabra para llevarnos al extremo de la congoja ante los hechos narrados. La interpretación de Ricardo Darín en el papel del fiscal Julio Strassera y como padre de familia es sobresaliente, sin ser su personaje un héroe al uso, ni siquiera un tipo con arrestos suficientes.

Rodeado de un joven equipo de juristas, tanto en la realidad como en el filme, el fiscal (y Ricardo Darín) consiguen brillar porque, en más ocasiones que en menos, una buena estrategia llevada a cabo en equipo recoge éxitos que en solitario serían menos probables.

Argentina, 1985 ganó el Premio FIPRESCI que otorga la asociación internacional de críticos de cine y periodistas cinematográficos en el pasado Festival de Venecia. Además, ganó el Premio del Público a Mejor Película en el pasado Festival de San Sebastián. Que público y crítica converjan no suele ser habitual y este thriller 100% argentino ha conseguido dicha hazaña sin más (ni menos) estilo que el del cine clásico: buen guión y buenas interpretaciones. ¡Chúpense esa, superhéroes!

Solo un apunte quisquilloso. Sigo preguntándome porqué los guionistas (el propio Santiago Mitre y Mariano Llinás) parecerían querer ofrecer una imagen de Argentina como país que hace justicia con las víctimas sin fisuras, cuando Videla, tras la condena a perpetua, solo cumplió cinco años de prisión preventiva a causa del indulto proporcionado por el presidente Menem. Después, entró y salió de prisiones en distintas épocas y acabo muriendo sentado en un váter de una cárcel en 2013. El filme termina con la condena a perpetua y se congratula del juicio civil, pero hay vergüenzas posteriores que, por fidelidad a la realidad, se podían haber mencionado en esos breves títulos finales.

Sea como fuera, Argentina, 1985 , ya disponible en Prime Video, es una muy buena película judicial, con toques de humor aquí y allá como queriendo salpimentar una trama que, por momentos, ahoga. Y esto se agradece a la vez que se aplaude lo más difícil: llevarnos hasta el drama de las víctimas secuestradas y torturadas sin necesidad de imágenes escabrosas. A veces, el buen uso de la palabra es suficiente. @opinionadas en @mundiario

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