María Cadaval: "La Cátedra Iberoamericana es un instrumento estratégico de la USC"

María Cadaval. / Mundiario
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El primer encuentro de las Conversaciones Iberoamericanas contará con la participación de Ramón Jáuregui y Carsten Moser, presidente y vicepresidente de la fundación EuroAmérica. / Entrevista
María Cadaval: "La Cátedra Iberoamericana es un instrumento estratégico de la USC"

La Cátedra Iberoamericana es "un instrumento estratégico" de la Universidad de Santiago de Compostela, según explica su directora, la profesora de economía María Cadaval, en este entrevista. También anuncia que el primer encuentro de las Conversaciones Iberoamericanas contará con la intervención de Ramón Jáuregui y Carsten Moser, presidente y vicepresidente de la fundación EuroAmérica.

– ¿En qué se concretará el relanzamiento de las actividades de la Cátedra Iberoamericana tras un cierto parón derivado de la crisis sanitaria de la Covid-19?

– Tras el shock inicial que supuso la irrupción de la pandemia con la consecuente paralización de sus actividades, la Cátedra Iberoamericana retoma sus actividades en un formato diferente al que inicialmente se había previsto y transforma todas las acciones previstas para el año 2020 a un formato digital. Tras la firma de los principales acuerdos de colaboración con grandes entidades internacionales como el Banco Iberoamericano de Desarrollo, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, la Fundación Euroamérica, entre otros, así como con las universidades más relevantes del área, ha avanzado en la colaboración e intercambio de docentes y estudiantes así como reprogramado las Conversaciones Iberoamericanas, que se retoman a partir del mes de octubre. Con carácter quincenal, el primer encuentro contará con la participación de Ramón Jáuregui y Carsten Moser, presidente y vicepresidente de la fundación EuroAmérica, a los que seguirán, hasta final de año, otros muchos expertos, como Juan Pablo Jiménez, Asunción Valdés, Fernando González-Laxe, Leiner Vargas, Karla Alarcón, etcétera, que analizarán la situación del área iberoamericana tras la Covid-19 con distintos enfoques y temas de estudio.

– ¿Qué significado tiene hoy la Cátedra Iberoamericana en España y en América Latina?

– Desde el punto de vista educativo, la Cátedra Iberoamericana es un instrumento estratégico de la Universidad de Santiago de Compostela, que viene a complementar su política de expansión en el mundo, sobre todo en América Latina. Si la proyección de la CEPAL sobre la evolución de la población en el cono sur se cumple, se aproximará a los 800 millones de habitantes en 2050, al tiempo que sus universitarios se duplicarán en menos de veinte años. Aunque el impacto de la Covid-19 pueda ser importante, el crecimiento de la demanda de estudios superiores de grado y postgrado  va a continuar, en formato presencial y también online, y ahí hay que posicionarse. La USC ha decidido apostar  por América Latina y la Cátedra Iberoamericana es un brazo al servicio de esta estrategia. Además, los lazos culturales y lingüísticos que unen a ambos territorios  facilitan y demandan  la organización de un conjunto de actividades complementarias dirigidas a la difusión del conocimiento y a la discusión de temas de interés no solo para las instituciones educativas sino también dirigidas a las empresas, entidades privadas y a la sociedad en su conjunto.

María Cadaval. / Mundiario

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– Según el catedrático de Economía Aplicada de la UDC Fernando González Laxe, que forma parte del equipo de Globalización de la Cátedra Iberoamericana, "la salida de esta crisis exigirá un relanzamiento de las marcas-país". ¿Cómo valora este diagnóstico para los países del área que comprende su cátedra?

– El country-brand o, lo que es lo mismo, la estrategia de crear una identidad propia de marca-país para situarse ante los mercados internacionales, tiene como objetivo último capitalizar el origen e integrar las habilidades del capital físico, humano y productivo de un país en el mundo global. La estrategia marca-país, que no constituye por si sola una solución a los problemas acuciantes a los que se enfrentarán los países en los próximos años, ayuda, sin duda, a dirigir las acciones compactas de un territorio y determina, como si de un producto se tratase, su posición estratégica en el mundo. En estos momentos de depresión colectiva y de pérdida de rumbo de la economía de muchos países, debieran estar construyendo ya en paralelo la marca-país que los vuelva a posicionar en el mapa cuando se encare la recuperación. Algunos países como  la República Dominicana ya lo están haciendo mirando a la pospandemia. Tras la firma reciente de un acuerdo entre el Ministerio de Turismo y el Centro de Exportación e Inversión y el sector privado han comenzado a trabajar  "para avanzar en su estrategia de construcción de una marca-país que le permita relanzar su marca en cuanto sea posible y para facilitar una mejor salida de la crisis". Costa Rica lo entendió también en la crisis anterior y su marca país ayudó a cambiar la economía clásica del café por otra más innovadora y dinámica, que la situó a la vanguardia de la digitalización. Sin duda, España en el ámbito estatal  y Galicia en el regional debieran anticiparse y  tomar en consideración la necesidad de crear una estrategia compacta, viable y consensuada que permita recuperar una buena imagen y posicionamiento global basado no solo en la realidad sino sobre todo en las aspiraciones de futuro.

– ¿Cuál puede ser la implicación de la Cátedra Iberoamericana en proyectos concretos impulsados desde la sociedad civil? ¿Debe abrirse más la Universidad al mundo económico?

– Sin duda, esto no debiera estar en cuestión y tendría que hacerse sin complejos. La universidad en general y la universidad pública en particular tiene la obligación de conectar con la sociedad y, de manera concreta, con el mundo económico. El conocimiento contribuye activamente al progreso y a mejorar el bienestar cuando se transfiere y se estrecha su interacción con el tejido productivo, lo que puede resultar una simbiosis perfecta si se dan los pasos adecuados en su conexión. En este sentido, la Cátedra Iberoamericana fue concebida para servir de nexo de unión entre las dos realidades. En sus encuentros participan no solo miembros universitarios, sino que se busca la combinación de éstos con el mundo económico, cultural, empresarial, etc. con el objetivo de que esa conexión universidad-sociedad civil sea una realidad a este y al otro lado del Charco. @mundiario

El Rectorado de la Universidad de Santiago –derecha–, en la Plaza del Obradoiro. / Cátedra Iberoamericana

El Rectorado de la Universidad de Santiago –derecha–, en la Plaza del Obradoiro. / Cátedra Iberoamericana

Qué es la Cátedra Iberoamericana

La Cátedra Iberoamericana de la Universidad de Santiago (USC) –partner de MUNDIARIO– es una plataforma de internacionalización de esta universidad que canaliza ideas, formación e investigación en conexión con la sociedad, con el compromiso activo de avanzar en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030. Docencia e investigación, foros de debate y congresos, convenios y publicaciones constituyen sus principales áreas de actividad.

La Universidad de Santiago nombró a la doctora en Economía María Cadaval Sampedro directora de la Cátedra Iberoamericana de la USC. A su vez, María Xosé Rodríguez Galdo, catedrática de Historia e Instituciones Económicas, es la coordinadora de Publicaciones, y la doctora en Economía Rosa Mª Regueiro Ferreira, la coordinadora académica. @mundiario

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