Viticultura heroica en la Ribeira Sacra, otra vía para el Camino de Santiago

Festival do Viño da Ribeira Sacra. / Mundiario
Asistentes al Festival do Viño da Ribeira Sacra, en Monforte de Lemos (Lugo). / Mundiario

Su festival, distinto a cualquier otra feria del vino, tiene el carácter de la tierra de los vinos heroicos. Como heroicos son los peregrinos que pueden hacer mágica su llegada a Compostela por este camino poco conocido y singular.

Viticultura heroica en la Ribeira Sacra, otra vía para el Camino de Santiago

Dicen que fue el Papa Calixto quien escribió en el Códice Calixtino que no hay mejor recomendación para beneficiarse de las indulgencias que el ayuno “para que maltratada la carne con la contingencia, haga expiación de las infamias del pecado”.

El mismo Códice advertía de la mala calidad de algunas aguas, y describía algunas mortíferas y otras que discurrían por ríos que “se consideraban dulces y buenas para beber, que se llaman vulgarmente por estos nombres: el Pisuerga, el Carrión, el Cea…, el Sil, etcétera”. El cuidado al peregrino del Camino de Santiago fue constante y el agua se dejó para hidratar los cuerpos, dando paso a ensalzar la calidad de los buenos vinos del Camino, desde Navarra hasta Galicia.

En este punto debemos reparar en una zona mágica que recorre el Camino de Invierno. Poco conocido, aunque cada vez más transitado por su autenticidad, su paisaje, sus gentes y, cómo no, sus vinos. La ruta que siguieron los peregrinos para evitar la nieve de O Cebreiro se abrió paso a orillas del cauce natural del río Sil.  Los algo más de 200 kilómetros de ruta que parten desde Ponferrada, después de cruzar el parque arqueológico de las Médulas, se adentran en Galicia por Valdeorras y pasan a Lugo por la Ribeira Sacra.

Detengámonos aquí por un momento. Un lugar mágico y  agreste en el que se instalaron monjes y se hicieron ermitas para practicar la vida ascética, y desde donde se irradió arte y cultura a toda Galicia. No por casualidad la Ribeira de los ríos Sil y Miño se denomina Sacra. Las joyas del románico que pueblan su paisaje pueden verse en forma de monasterios –Santo Estevo de Ribas de Sil es el más importante–, castillos, iglesias, pazos, puentes, que se mezclan con las leyendas, la cultura y el saber hacer de aquellos que utilizaron el vino como el líquido elemento sagrado.

Ribeira Sacra. / Mundiario

Ribeira Sacra. / Mundiario

El vino de la Ribeira Sacra se cultiva en las laderas de la montaña. Sorprende en el paisaje el ingenio de los agricultores para cultivar la vid con una orografía tan caprichosa y como difícil de trabajar

El vino de la Ribeira Sacra se cultiva en las laderas de la montaña. Sorprende en el paisaje el ingenio de los agricultores para cultivar la vid con una orografía tan caprichosa y como difícil de trabajar. Las terrazas o bancales en las que se planta la viña desafían muchas veces la gravedad. Los vendimiadores se descuelgan por sus escarpadas laderas ayudados a veces con arneses y con la cosecha a la espalda recogen la uva con la que hacen unos vinos únicos. Son héroes y su “viticultura es heroica”, como ha reconocido en el año 2011 el CERVIM, organismo internacional consagrado a  difundir los valores de la viticultura de montaña, certificado con el que cuenta el 5% del viñedo total.

Su gente se siente orgullosa y es tanto el mimo y el cariño que ponen en su producto que merece la pena potenciarlo y darlo a conocer, como lo está haciendo el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Ribeira Sacra, que viene de celebrar el 25 aniversario de su constitución. A principios de los 90 menos de una docena de viticultores decidieron involucrarse, creer en su tierra y poner en valor sus productos, para lo que crearon la Denominación de Origen que hoy agrupa a casi un centenar de bodegas con cinco subzonas de producción: Amandi, Chantada, Quiroga-Bibei, Ribeiras do Miño y do Sil.

Ribeira Sacra. / Mundiario

Ribeira Sacra. / Mundiario

Ahora, estos vinos ampliamente reconocidos e incluidos entre los mejores en las guías más influyentes del mundo, han celebrado  el I Festival do Viño da Ribeira Sacra. En un ambiente lúdico-festivo, con degustación de caldos y productos de la tierra, exposición de artesanía, actividades infantiles y conciertos varios, la oportunidad se prestó para una simbiosis perfecta para el disfrute de propios y visitantes, de peregrinos y turistas, a orillas del Cabe, aprovechando la sombra de los robles, los castaños, los abedules y la brisa del río.

Su festival, distinto a cualquier otra feria del vino, tiene el carácter de la tierra de los vinos heroicos. Como heroicos son los peregrinos que pueden hacer mágica su llegada a Compostela por este camino poco conocido y singular. Porque el ayuno no parece la mejor opción para unos peregrinos que saben que con pan y vino se hace el Camino.

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