Todos los caminos llevaban a Roma pero no todos los caminos llevaban a Santiago

Camino de Santiago
Camino de Santiago. / Xurxo Lobato

La plasmación física del Camino de Santiago fue fruto del discurrir de los peregrinos por tierra, desde los innumerables puntos de partida en distintas partes de la Europa Medieval, originando múltiples caminos buscando la tumba del Apóstol.

Todos los caminos llevaban a Roma pero no todos los caminos llevaban a Santiago

No hay duda de que el logro de haber convencido a la cristiandad de la posesión de una reliquia tan importante como los restos del Apóstol, tuvo una enorme importancia en el éxito de la peregrinación y, por tanto, del Camino de Santiago. De tener carácter regional, se convirtió en el más importante centro de atracción de peregrinos a lo largo de la Edad Media.  A decir de Dante, en esa época, no se entiende por peregrino sino a quien va a Santiago y vuelve. Los demás son palmeros o romeros, según se dirigieran a Jerusalén o a Roma.

En palabras de Barreiro Rivas, existe un hecho inicial desencadenante del fenómeno Jacobeo, la inventio - descubrimiento de los restos del Apóstol, generado en la crédula mentalidad religiosa de la época. A partir del cual se configura la peregrinación como una manifestación esencialmente religiosa, ramificada posteriormente a una compleja red de casualidades e influencias que se extienden a la literatura, al arte, a la cultura, al comercio, a las relaciones políticas y jurídicas y a la casi totalidad de las actividades sociales de la época. Aparece así el Camino de Santiago dotado de estatutos propios, y las organizaciones asistenciales y policiales autónomas. Todo ello ha favorecido esas influencias colaterales y ha impulsado un fructífero intercambio entre las diferentes regiones europeas, precisamente, en el momento en que se ponía en marcha una recomposición del fragmentado espacio de Occidente.

En aquella época, todos los caminos llevaban a Roma, en referencia a la red de vías  y calzadas construidas durante el Imperio para comunicarse con la capital, pero no todos los caminos llevaban a Santiago de Compostela. En este caso, su  plasmación física fue fruto del discurrir de los peregrinos por tierra, desde los innumerables puntos de partida en distintas partes de la Europa Medieval, originando múltiples caminos buscando la tumba del Apóstol. @mundiario

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