Talleen Hacikyan y Diego "Yayo" Herrera recorren el Camino de Santiago

Talleen Hacikyan y Diego Yayo Herrera llegan a la Plaza de la Catedral de Santiago de Compostela / DH
Talleen Hacikyan y Diego Yayo Herrera llegan a la Plaza de la Catedral de Santiago de Compostela. / DH

Estos dos artistas plásticos residentes en Montreal culminan por segunda vez el trayecto, esta vez iniciado en la ciudad portuguesa de Oporto.

Talleen Hacikyan y Diego "Yayo" Herrera recorren el Camino de Santiago

“Queríamos conocer la costa del norte de Portugal y un poco más de Galicia. Pero en el fondo la motivación principal era hacer una pausa, hacer un retiro del mundo, caminando. Una ocasión de vivir con lo esencial, desplazándonos de la manera más elemental”, dicen Tallen Hacikyan y Diego "Yayo" Herrera, una pareja unida en la vida y en el arte.

El comienzo fue en Oporto, una ciudad que conocen bien y que les trae muy bellos recuerdos, pues Yayo Herrera recibió allí  en el 2014 el Gran Premio del Portocartoon que organiza el Museu Nacional da Imprensa, por un dibujo que denunciaba la contaminación de los mares con botellas plásticas, y al año siguiente él y su esposa Tallen, grabadora, ilustradora y profesora de arte,  fueron invitados por esa institución a inaugurar y disfrutar de la Casa del Caricaturista “Georges Wolinski”, dibujante francés asesinado en el atentado a la revista Charlie Hebdo, y durante dos semanas realizaron talleres para niños y adultos.

En esta nueva aventura tuvieron que  vencer 400 kilómetros, pues de Oporto a Santiago de Compostela, el camino portugués de la costa tiene 280 kilómetros, e hicieron 120 km. más,  del trayecto de Santiago a Fisterra y luego a Muxía.

¿Cómo se prepararon para realizar este segundo Camino? “Primero nos informamos sobre las características del Camino portugués: el terreno, las localidades por donde pasa y las posibilidades de alojamiento. Para la preparación física, durante los 4 meses previos, hicimos cada semana una marcha de 10 km, y cada mes otra de 21 km. También caminamos todos los días un mínimo de 30 a 45 minutos. En cuanto al equipaje material; mochilas, ropa, bastones, etc. lo revisamos y fue relativamente simple organizarlo pues ya lo teníamos casi todo, gracias al primer camino que habíamos hecho en 2016”. 

“Un factor que sirve mucho a la preparación de un Camino, es la marcha en grupo. En nuestro caso contamos con  la Asociación de Amigos del Camino de Compostela en Québec, que te  ayuda a la motivación y además te proporcionan informaciones prácticas y actualizadas. “Y algo importante, tomamos un curso básico de portugués, lo cual fue muy útil sobre el terreno”.

Talleen Hacikyan cerca de Labruge, costa portuguesa /  DH

Talleen Hacikyan cerca de Labruge, costa portuguesa. / Diego Herrera

– ¿Cómo fue este trayecto desde Oporto y por qué lugares pasaron? 

Empezamos haciendo etapas cortas y a un ritmo muy tranquilo, en parte para habituar el cuerpo y en parte para tener tiempo de apreciar los lugares por donde pasamos. El camino portugués de la costa, es en gran parte plano, pero en cuanto te alejas un poco del litoral, como en Galicia, el terreno es montañoso. 

Nos fascinó aprender  la historia de esta región. Esto nos ha motivado para saber más sobre la vida de sus habitantes, como los pescadores y  sus familias, sus luchas cotidianas, sus reivindicaciones, sus leyendas, y sus tradiciones. En Portugal pasamos por Vila do Conde, Esposende, Viana do Castelo y Caminha. En la parte gallega, pasamos por A Garda, Mougás, Baiona, Vigo, Pontevedra, Caldas de Reís y Padrón, antes de llegar a Santiago.

– ¿Hubo algún sitio en particular que les llamara más la atención?

– Hubo varios, podemos citar por ejemplo: La senda marítima, a la salida de Vila Praia de Ancora, en dirección de Caminha, y la senda marítima, a la salida de A Garda. Allí el mar que viene a golpearse contra las rocas, está bordeado por terrenos divididos por cercas de piedras cubiertas de liquen viejo. Todo esto con un fondo de montañas donde se esconden restos de antiguos asentamientos, muchos de ellos prerromanos. Carreço, un pueblo recostado suavemente en unas colinas, por sus casas de muros centenarios, sus calles estrechas y el mar que esta cerca y que nos resta por descubrir en otra ocasión.  Un lugar de una belleza simple que invita a la meditación y a la marcha solitaria.

Y nos queda grabada en la memoria la línea horizontal del mar, clara e inmensa, como trazada con un lápiz y la presencia constante de la piedra, tanto en el mar como en el campo. 

Diego Yayo Herrera en Nigrán, en otro momento del Camino portugués a Santiago / Talleen Hacikyan

Yayo Herrera en Nigrán, en su Camino a Santiago / Talleen Hacikyan

El primer camino, realizado hace dos años, fue el Camino Francés, a partir de Saint-Jean-Pied-de-Port hasta Santiago de Compostela. Un recorrido de unos 800 kms. “Este Camino portugués –explican– favoreció las ocasiones de conocer a otras personas. Con frecuencia compartimos con otros peregrinos las comidas que preparábamos y desde un comienzo tratamos de personalizar, conocer los nombres de las personas que encontrábamos, saber de donde venían, la razón por la cual hacían el Camino, etc. En consecuencia fueron múltiples los momentos mágicos y las buenas conversaciones”. Y añaden: “En kilómetros este Camino fue la mitad del primero que hicimos. Aunque marchábamos « apenas » un promedio de 16 km por día, a veces nos pareció más exigente, tal vez porque es un camino que pasa en buena parte por zonas urbanizadas. En general no fue muy agotador, excepto por el final de la etapa, en subida y bajo el sol, entre Padrón y Milladoiro, ya muy cerca de Santiago”.  

Diego Yayo Herrera y Talleen Hacikyan en Fisterra / DH

Yayo Herrera y Talleen Hacikyan en el km 0 en Fisterra. / D. H.

– En este recorrido, ustedes se "pasaron", pues una vez que llegaron a Santiago, continuaron camino hasta Finisterre y después a Muxia. ¿Qué pueden comentar de esos dos tramos finales?

– Los tramos entre Santiago y Finisterra y luego a Muxia, fueron un complemento ideal al resto de nuestro periplo. Esta parte del recorrido esta hecha de caminos rurales tranquilos y bucólicos, bellos y rústicos a la vez. Un pasaje a través de territorios propicios a la simplicidad y a la reflexión. Definitivamente un trayecto a recomendar y a volver a hacer. 

– Terminado el camino, pudieron visitar A Coruña y conocer la Casa Picasso. ¿Cómo fue esa visita?

– Fue una visita informal y sin anunciarnos. Tocar el pasamanos de la escalera del apartamento de su familia, visitar los espacios donde Pablito habitó y la ciudad donde hizo múltiples bocetos y cuadros, humaniza a Picasso, el grande. Y constituye una fuente de inspiración y de motivación para continuar nuestro propio trabajo y nuestro camino por la vida. 

Talleen Hacikyan y Yayo Herrera en la casa de Pablo Picasso en A Coruña / Francisco Puñal

Talleen Hacikyan y Yayo Herrera en Casa Museo de Pablo Picasso en A Coruña / Francisco Puñal

– Finalmente, y antes de regresar a Montreal, quisieron participar en una jornada de trabajo organizada por mujeres marisqueras en Cambados, cerca de Pontevedra. ¿Cómo fue esa actividad?

– Participar en una actividad de marisqueo sirve para promover el trabajo de las marisqueras y el respeto por estas mujeres obreras, cultivadoras del mar. Más que una actividad turística, fue una actividad solidaria, socio-económica y cultural.  Pudimos apreciar su dura labor, sus espaldas dobladas, rascando la playa para arrancarle, literalmente, navajas y diversas especies de almejas.  Estas delicias gastronómicas  van a deleitar los paladares de comensales que probablemente ignoran cómo fue recogida su cena. 

– ¿Qué valoraciones hacen del Camino realizado, de toda esta experiencia?

– Confirma nuestro deseo de llevar una vida más autentica y simple, sin ansiedad y sin prejuicios.  Poco a poco, se puede ir lejos y más rápido de lo que uno puede imaginar. 

Talleen Hacikyan marisqueando en Cambados /  Diego Yayo Herrera

Talleen Hacikyan, mariscando en Cambados, una experiencia social inolvidable / Yayo Herrera

Una grabadora y un ilustrador

Talleen Hacikyan (Montreal, 1959)  es una grabadora, ilustradora y profesora de arte con sede en Montreal, con más de 30 años de experiencia profesional. Se graduó con honores en 1981 en Antropología en la Universidad de McGill, y en 1985 obtuvo la licenciatura en Bellas Artes, en la Universidad de Quebec. Ha realizado numerosas exposiciones en Canadá e internacionalmente en más de ochenta muestras colectivas y personales. En 2013 tuvo una gran exposición individual en el Museo Armenio de América, en Watertown, Massachusetts. Su trabajo está incluido en muchas colecciones, incluyendo Alcan, Banque nationale du Quebec y Domtar. Los premios incluyen el Premio Speedball Purchase 2015, el Premio Loto-Quebec Printmaking, el Premio Pierre Henry de Pratt and Whitney Canada y el Premio Gelette Burgess 2013. En 2012 se le otorgó una residencia en Atelier de l'Île en Val David, Quebec.

Diego “Yayo” Herrera, nacido en Colombia en 1961 y residente en Montreal, Canadá, desde 1987, es un artista plástico, ilustrador de libros infantiles y humorista gráfico. Yayo ha ilustrado más de treinta libros de literatura infantil y juvenil y es autor de cinco libros de humor gráfico.  Trabaja para editoriales y publicaciones en Canadá, Francia, Estados Unidos y Colombia. Entre otros galardones podemos mencionar el Gran Premio Golden Smile en Belgrado en 1997; Mención Especial, 11 Festival Internazionale di Humor Grafico Fuori Giocco. Rome, Italia, 2008; Mención Especial, Biennale Internazionale di Humor Grafico Vino, Humour e Fantasia, Rome, Italia, 2009; Premio Charles Biddle, Montreal, Canadá, 2011;  Mención de Honor, World Press Cartoon, Sintra, Portugal. 2013; Gran Premio en el XVI PortoCartoon en Portugal, y el  Premio de Excelencia,  Concurso Internacional de la Libertad de Prensa, Ottawa, Canadá, en 2014. @mundiario

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