Serie sobre el Camino Francés del Camino de Santiago a través de Galicia (XVI)

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Camino Francés del Camino de Santiago a través de Galicia. / RR SS

El recorrido por la ciudad del Apóstol transcurre por un itinerario establecido que señala el Camino de Santiago en Compostela. Durante la Edad Media se entraba por la Puerta del Camino, una de las 8 puertas.

Serie sobre el Camino Francés del Camino de Santiago a través de Galicia (XVI)

1- Santiago de Compostela

El recorrido empieza en la Calle de los Concheiros, llamada así en honor del gremio medieval artesano que vendían las vieiras (conchas) para los peregrinos. Continua por la Rúa de San Pedro, típica calle compostelana de casas estrechas y bajas, de aspecto medieval, ocupadas por el gremio de modistas. Pasamos por la Iglesia de San Pedro de Afora, tiene un cruceiro delante, el número doce del camino. La calle desemboca en la “Puerta del Camino”.

 Aimeric Picaud citaba la Puerta del Camino con el nombre de “Puerta Francígena”, el introitus, entrada al recinto amurallado de Santiago. Una de las ocho puertas de entrada a la ciudad durante la Edad Media. Lugar donde se entregaban las llaves de la ciudad al señor feudal, el nuevo Arzobispo.

Delante de la puerta, hacia el Convento de Santo Domingo, vemos el cruceiro número trece. El Códice Calixtinus se refiere a Compostela “Es la más feliz y excelsa ciudad de España, con la tumba del Apóstol, su arte, su encanto”. El Camino continúa por la calle Casas Reales, así conocida porque se hospedaron doña Juana y Felipe el Hermoso. En la  calle de la izquierda, está la Iglesia de Santa María del Camino, después la Iglesia de las Ánimas, en la plaza de las Ánimas, presenta una gran facha neoclásica de altas columnas y en el frontón, un grupo con las ánimas del purgatorio.

Pasamos seguido a la plaza de Cervantes, anteriormente llamada del pan y del Campo, vemos en el centro de la misma, la fuente de Cervantes, con un busto del literato en el fuste de la columna, bajamos desde allí, por la calle Azabachería, que como su nombre indica, fue en su tiempo lugar de residencia (y de las tiendas) de los artesanos del azabache, un carbón fosilizado, utilizado para componer figuras en los talleres de esta calle.

A la derecha, está la calle de la Troya, y la Casa de la Troya, una pensión estudiantil antigua, famosa por el libro y la película del mismo título.

Siguiendo la Azabachería, el Camino entra ahora en la Vía Sacra, bello rincón de piedra, reducto barroco de la monumentalidad santiaguesa. Desemboca en la Iglesia de San Paio y enfrente la Quintana. En la esquina derecha está la Casa de la Parra, y a la izquierda, el largo muro de piedra del Convento de San Paio.

Los peregrinos paran delante del bello rincón, se apoyan en el bordón, mientras su vista contempla el final del Camino, la Puerta Santa, acaban de llegar a su meta, la puerta de entrada a la Catedral de Compostela.

Pasan la mirada sobre la gran extensión de la piedra, granito liso, de la enorme Plaza de la Quintana, quietud y silencio. Enfrente la fachada Este de la catedral con la Puerta Santa, el Pórtico Real, la Torre de las Campanas, a la izquierda el Convento de San Paio, en el sur la Casa de la Conga, en el norte la Casa de la Parra. Bajan las escaleras de la Quintana, el sol calienta la plaza hace olvidar los  días de lluvia, el frío y las nieblas de las montañas, entramos por la Puerta Santa, donde el Apóstol en lo alto, espera la llegada de los peregrinos con un discípulo a cada lado.

Cuando no es Año Santo, el itinerario continúa desde la Azabachería hasta la Plaza de la Inmaculada, anteriormente llamada del Paraíso. Plaza donde Aimeric Picaud describe a los cambistas de moneda, los mercaderes, hosteleros, y otros gremios, esperaban delante de la puerta norte de la catedral la llegada de los peregrinos. Hoy solo existen pequeñas tiendas de recuerdos. La entrada a la Catedral es por la fachada de la Azabachería.

2- La Catedral de Santiago

Los peregrinos entran en la catedral tal como llegan, con la mochila y el bordón, las pupilas se van adaptando a la poca luz interior de la gran catedral románica de la cristiandad, mientras empiezan a distinguir el interior, las tres esbeltas naves con 42 pilares, 116 arcos y más de 1.000 capiteles. Se baja a la cripta. En el arca de plata están los restos del Apóstol Sant-Iago, Iacobus en hebreo, y sus discípulos. Momento para decirle algo al Apóstol peregrino.

Por el lateral derecho de la girola, suben a darle un abrazo a la imagen de Santiago del altar mayor, un abrazo de saludo, después encienden una vela en el lugar de las ofrendas,  imagen de Santiago matamoros, luego se acercan al fondo de la iglesia, hacia el “Pórtico de la Gloria”, esplendoroso conjunto de estatuas en piedra que representa a Jesucristo en majestad, debajo el Apóstol peregrino lleva un letrero que dice:”Miset me Dómine”, el Señor me envió.

El “Pórtico de la Gloria” es para contemplarlo despacio, ponen la mano en la columna parteluz, como desde hace siglos realizan diariamente todos los peregrinos llegados a Compostela, sobre un sitio desgastado por las huellas de los dedos, y dicen mirando al Apóstol Santiago: “Hasta aquí he llegado”.

(Continuará).

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