Santiago para peregrinos: historia y presente de la ciudad del Apóstol

Peregrino en la plaza del Obradoiro. / FrAn LaREo para Mundiario
Peregrino en la plaza del Obradoiro. / FrAn LaREo para Mundiario

Ver y conocer Santiago de Compostela no es cuestión de algunas horas: es tarea de varias visitas en distintas estaciones mientras se acude a la Catedral, se pasea por sus calles y se estudia su amplia historia.

Santiago para peregrinos: historia y presente de la ciudad del Apóstol

Santiago es una ciudad monumental, un prodigio en piedra, una joya del arte mundial, en suma, una ciudad fascinante. Los nacidos en Galicia la visitan a muy temprana edad cuando acompañados por sus padres, van a dar el "croque", chichón, a la cabeza del maestro Mateo.

Después se vuelve muchas veces más por diversos motivos, a examinarse, por Año Santo, como peregrino. Poco a poco se va conociendo la ciudad en sus distintas facetas, asombrándonos primero, sorpren­diéndo­nos después y admirando más adelante las cosas que visita tras visita se van descubriendo.

Una vez se conoce Santiago produce enorme satisfacción ser acompañante en una visita a la ciudad, aunque sea conocida por los que la visitan siempre quedan sorprendidos de los grandes y pequeños detalles que se les habían escapado, produce sorpresa en el que escucha y reconforta al que habla.

Fruto de estas experiencias son estos escritos donde se intenta plasmar en lenguaje sencillo, no exento de datos, fechas y nombres técnicos, el pasado histórico y presente de Santiago de Compostela.

PREHISTORIA 

Cuando se desea conocer datos sobre algún hecho o lugar para referir su pasado se acude a los primeros documentos escritos que existen sobre ello, es la historia que empieza en el momento en que existen esos documentos escritos, antes de esto lo que tenemos  es prehistoria.

Cuando se desea referir acontecimientos más antiguos que de los que se poseen escritos se debe analizar sobre el terreno los elementos materiales existentes en ese espacio, con excavaciones, para estudiar y analizar los restos y piedras encontrados que permite a los estudiosos deducir hechos, es lo que se llama prehistoria.

El espacio ocupado hoy por Santiago de Compostela posiblemente estuviese habitado desde la edad de piedra, asentamiento de población en los años 5.000 a.d.c, en el Megalítico, significa cultura de grandes piedras, que ha dejado en Santiago el nombre de "Porta da Mámoa", es decir puerta de la Mámoa, una Mámoa es una montaña de tierra que escondía dólmenes, un enterramiento prehistórico, en Santiago existió una Mámoa.

Los pueblos primitivos en sus movimientos migratorios buscaban zonas para asentarse de orografía suave y clima benigno, la zona de Santiago era ideal para un asentamiento por su orografía, clima, y entre las cuencas de los ríos Sar y Sarela.

Mucho más tarde, en los años 600 a.d.c., los Celtas ocupaban el lugar en los castros existentes alrededor de la ciudad y, dos encontramos dentro de ella, el castro de San Fiz de Solovío y el castro de Santa Susana.

Ya en los primeros años de nuestra era tenemos el vestigio de la Cripta del Apóstol, un enterramiento romano del siglo I. Por las excavaciones llevadas a cabo en la nave central de la Catedral y en la plaza de la Quintana, se encontraron enterramientos romanos, del siglo I al V. Santiago era sitio de paso entre dos calzadas romanas, la XIX iba de Braga, Portu­gal, a Lugo por Iria Flavia y la XX llamada "Per loca maríti­ma" desde Roma daba la vuelta a todo el Imperio por la costa. El ramal que pasaba por Santiago discurría desde "Aqua Celenis" a "Brigantia", de Caldas a La Coruña.

Desde muy antiguo este lugar era visitado por distintas gentes del imperio que acudían al cercano Finisterrae, el fin de la tierra, donde se encontraba el "Promontorium Nerium" en el que estaba el "Ara Solis", altar dedicado a adorar al Sol. @mundiario

(Continuará...)

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