El Renacimiento acentuó la asistencia hospitalaria en el Camino de Santiago

Peregrino en el Camino de Santiago. / FrAn LaREo para Mundiario
Peregrino en el Camino de Santiago. / FrAn LaREo para Mundiario
En los siglos XIV a XVIII, los poderes civiles empiezan a considerar la asistencia a menesterosos, peregrinos y enfermos, como un deber de las instituciones políticas, con la consecuente secularización de la asistencia sanitaria también de los peregrinos.
El Renacimiento acentuó la asistencia hospitalaria en el Camino de Santiago

El Concilio de Orleans de 1511 y otros posteriores obligan a los obispos a destinar la cuarta parte de sus rentas al sustento de pobres y peregrinos –la llamada cuarta de los pobres–-, bajo la pena de pérdida de la dignidad eclesiástica, un importante aliciente para la creación de una red de hospitales, bajo el nombre común de Domus Dei, casa de Dios.

Las órdenes militares-religiosas también prestaron especial atención a la hospitalidad en las Rutas Jacobeas, especialmente en el Camino Francés.

La Orden del Temple funda un importante hospital en Castillo de Ponferrada. La de San Juan de Jerusalén establece importantes fundaciones hospitalarias entre las que destacan la de Portomarín (Lugo), Hospital de Órbigo (León) y Villaplana en Asturias. La más importante de estas órdenes en la protección y apoyo a los peregrinos es, sin duda, la Orden de Santiago, administradora del importante hospital de San Marcos de León. 

Será a partir del siglo XV, cuando aparezcan los establecimientos destinados, específicamente, a la curación de enfermedades, con la aplicación de técnicas propias de curación.

Hemos de distinguir tres tipos de establecimientos de esta naturaleza: 

- Los hospitales monásticos.

- Los hospitales regidos por la propia iglesia, pertenecientes a órdenes hospitalarias o cabildos  catedralicios.

- Y, finalmente, los hospitales seglares, propiedad del Estado, y administrados por seglares, y en algunos casos por el clero.

Se producen ingresos en los hospitales, para recibir tratamiento, pero también para ser operados, y así, la medicina técnica va desplazando a la sacra, que se practicaba en los ya mencionados hospitales de hospes, en la que intervenía también la intercesión de determinadas advocaciones religiosas, especialmente ante ciertas enfermedades. Esta evolución en la asistencia hospitalaria se acentúa durante el Renacimiento, con la aparición de los hospitales civiles.

En esta época, siglos XIV a XVIII, los poderes civiles empiezan a considerar la asistencia a menesterosos, peregrinos y enfermos, como un deber de las instituciones políticas, con la consecuente secularización de la asistencia sanitaria también de los peregrinos. En este periodo, surgen hospitales civiles, reales, municipales y burgueses, poniéndose las órdenes religiosas al servicio del enfermo en los hospitales civiles, pasando la beneficencia de manos eclesiásticas a manos civiles. La Corona y las ciudades construyen hospitales a los que dotan de las rentas necesarias para su mantenimiento. @mundiario

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