El Pórtico de la Gloria: La rotura del dintel

Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago de Compostela. / L. R.
Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago de Compostela. / L. R.

Cada tres meses, en la cátedra de historia de la Universidad se celebraba un seminario, al que se invitaba un grupo escogido de humanistas y alguna figura extranjera de relieve en el asunto a tratar, evoca este extracto de la obra “El legado del Obispo Nigromante”. Relato literario con vídeo dibujado.

El Pórtico de la Gloria: La rotura del dintel

Una tarde, mientras Alonso contemplaba el nártex occidental de la Catedral, pudo apreciar un detalle curioso en el dintel del Pórtico de la Gloria. Observó que en su parte izquierda el dintel aparecía partido, con la rotura rellena por una argamasa similar a la que unía todas las piezas y esculturas que componían el Pórtico. Vio que esta rotura atravesaba la pieza del dintel por abajo hasta su parte posterior y mirando de espaldas al altar observó la rotura transversal total del trapecio que formaba y constituía el dintel. Esta observación fue como una revelación.

Preguntó por la fecha de tal fractura y nadie le supo contestar. Esto hizo que se le plantease una duda, que no se atrevía a exponer, por las posibles consecuencias, pero pronto había de tener Alonso la ocasión de exponer ante el público adecuado, sus revolucionarias ideas. 

Cada tres meses, en la cátedra de historia de la Universidad se celebraba un seminario, al que se invitaba un grupo escogido de humanistas y alguna figura extranjera de relieve en el asunto a tratar. Estos encuentros solían hacerse en una residencia que se encontraba cerca de unos terrenos propiedad de la Compañía de Jesús. Alonso expuso sus teorías en una de estas ocasiones.

– Les ruego a sus Señorías intenten un ejercicio sencillo, que consiste en imaginar este gran conjunto desnudo e independiente de su profusa decoración, llena indudablemente de cristiana simbología.

» Si así lo hacen, consiguiendo abstraerse, verán fácilmente un bellísimo mecanismo estructural, cuya ordenada e inteligente geometría permite mantener en el aire este impresionante conjunto escultórico. Un gran arco central, justo reflejo interior de la parte central de la portada románica de la fachada occidental, se apoya sobre estos dos conjuntos de pilastras rodeadas por los profetas y es reforzado y acompañado por otros dos arcos menores cuya función luego trataremos de analizar.

» Cada uno de ellos está construido a partir de una serie de piezas cuya estudiada estereotomía les permite apoyarse unas en otras de forma que al disponer la última pieza, denominada clave por su indispensable función para completar la unidad estructural, todo funcionará a la perfección.

» Los arcos sirven para desviar la carga que reciben en su parte superior hacia los apoyos laterales dijo Alonso levantando la vista y mirando directamente hacia la Asamblea, mientras señalaba con un dibujo las partes que analizaba. Es así como se consigue abrir un gran vano en un lienzo de pared.

» Si sus Señorías imaginan ahora la parte de la bóveda que cubre toda la nave mayor de la catedral, podrán suponerla fácilmente sin duda como una sucesión infinita de arcos que, aunque unidos unos a otros, trabajan sin duda de la misma forma, transmitiendo el peso de la parte superior a las columnas laterales que discurren a lo largo de ambos lados de la nave mayor.

» Y como no quiero extenderme con complicadas explicaciones, sólo les diré que a veces el exceso de peso de la bóveda y de todo lo que sobre ella carga, ha hecho necesario un refuerzo que en esta estructura primitiva pero inteligente y hermosa se ha resuelto con los dos arcos menores que son los que acompañan al arco mayor del Tímpano del Pórtico de la Gloria y asimismo sobre los que descargan las crucerías trabadas de las naves laterales y todo el peso del triforio o galería superior como todos ustedes saben.

» Pues bien, si ahora entramos un poco más en el asunto del Pórtico de Mateo:

» El Tímpano del Pórtico está instalado justamente debajo de la arquería labrada de los músicos. En buena lógica constructiva y a pesar del abocinamiento hacia adelante esta arcada se construiría independientemente del tímpano instalando una cimbra apuntalada.

» Una vez dispuesta la clave, vendría la segunda parte.

» Un gran dintel trapezoidal de gran luz salvó la distancia entre los grandes apoyos laterales y estaría calculado con un gran acartelamiento central preparado para recibir el peso del Pantocrátor. La gran figura sedente, se instalaría así sentada prácticamente sobre este engrosamiento central.

» Luego se dispondrían como en un gigantesco rompecabezas las piezas del tímpano, semiempotradas en el espesor del dintel.

» Algo pudo ocurrir durante el montaje o posteriormente, que provocó la rotura del dintel. Lo más probable sería una fractura posterior que obligó a adoptar una solución que variara todo el diseño inicial del Pórtico.

Alonso había pensado mucho sobre la rotura, su forma era significativa. Ahora entraba en una parte muy delicada, debería medir mucho sus palabras.

» Es pues bastante posible que, una vez instalado y consagrado el Pórtico, o tal vez un escaso tiempo después no determinable, el excesivo peso sobre el dintel provocase la fractura. Si esto realmente sucedió, la única solución sería instalar el parteluz, es decir la columna central del Pórtico, con la figura del Apóstol.

Un prolongado murmullo no sorprendió a Alonso que continuó su exposición, ahora quizás un poco más agresivo.

» Esto corregiría el fallo, ya que la mitad izquierda del dintel quedaría perfectamente en vuelo gracias al acartelamiento o engrosamiento central.

» Le he dado bastantes vueltas a esta interpretación y he calculado las proporciones de las figuras y su disposición. Pienso que incluso su tamaño ha condicionado su disposición cerca o lejos de la zona central, más resistente. Realmente todo el conjunto parece estar pensado para trabajar con un buen equilibrio estructural Alonso pensó para sí mismo que la técnica curiosamente había influido o prevalecido sobre el mensaje simbólico, o cuando menos lo había condicionado, pero este pensamiento era mejor ocultarlo.

» He observado un detalle revelador. Si vuestras Señorías se instalan de espaldas al altar, tapando el sol con la mano, apreciarán perfectamente en contraluz todo el dintel asentado rotundamente sobre el apoyo central o parteluz.

» Parece claro que este apoyo ha deformado el dintel, cayendo éste en sus partes laterales, ante el empuje del parteluz hacia arriba.

» Esta apreciación podría confirmar la posterioridad de su instalación.

» El arco sobre el tímpano funciona independientemente desviando sus esfuerzos hacia los lados, hacia los pilares y de aquí transmitiéndolos al suelo. Los arcos laterales ayudarían a absorber los esfuerzos horizontales procedentes de esos empujes que se transmiten de dovela en dovela.

» Y recordando al gran maestro Leonardo.

“¿Que es Arco?, sino una fortaleza causada por dos debilidades, ya que el arco de los edificios está compuesto por dos cuartos de circulo, los cuales cuartos de circulo cada uno de ellos debilísimo en si mismo desea caer, y oponiéndose cada uno a la ruina del otro, las dos debilidades se convierten en una única fortaleza”.

» Hasta aquí todo está bien, pero por qué se hace un dintel con forma trapezoidal que engrosa hacia el centro o adelgaza hacia los lados.

» Esto en buena lógica se hace para que la parte central más lejana de los apoyos tenga una mayor capacidad de resistencia.

» El apoyo central elimina la necesidad del engrosamiento del dintel en el centro.

» El arco de los ancianos es el que absorbe todo el peso de su parte superior, zona del rosetón incluida, repartiendo el esfuerzo hacia las columnas y arcos laterales. Debajo del arco, todo el tímpano está apoyado sobre el dintel.

» Ahora veamos cómo se instalaría el tímpano.

» Una vez instalada la arquería de los músicos se quitaría la cimbra y posiblemente se instalaría el Pantocrátor en el centro y sentado sobre la parte más gruesa del dintel. El resto de las piezas, semiempotradas y recibidas con un mortero de agarre seguirían el proceso más lógico. Primero las figuras mayores a derecha e izquierda y luego las pequeñas de arriba.

» Terminado todo el montaje, el Pórtico presentaría un aspecto abierto y despejado, sin obstáculos visuales entre la entrada del nártex y la nave mayor. Todo un alarde para la época, e incluso en la actualidad.

» Aquí es donde se plantea la duda. Algo que hoy sabemos que no pudo haber sido un esfuerzo ajeno al peso propio de las figuras del tímpano acabó por fracturar el dintel en una fecha indeterminada pero seguramente poco tiempo después de la terminación del Pórtico.

» El trapecio no pudo soportar el peso de las figuras del tímpano y rompió por una de sus partes más débiles, próxima al apoyo izquierdo. Pues bien, continuando con esta conjetura, la única solución para que el tímpano no cediese era apuntalarlo en el punto central. Y si admitimos esta conclusión, se plantean a partir de ahí una serie de interrogantes muy sugerentes.

» El parteluz es un elemento posterior al tímpano, pero ¿en cuánto tiempo? ¿Se habrán construido todos los pórticos románicos posteriores a partir de esta solución obligada?

De pronto Alonso deleitó al auditorio con una curiosa sorpresa, una historia que había conocido en Moissac, en torno a la construcción de Notre Dame de París.

» Uno de los maestros franceses que habían trabajado en la Catedral de Canterbury y el mismísimo Villard de Honnencurt, hacia 1235, antes del proyecto para la Catedral de Reims, habían dejado alguna referencia al sistema de arbotantes que hubo de instalarse con posterioridad a la construcción de la bóveda de la Catedral de París, debido a que los esfuerzos importantísimos no era posible absorberlos solamente con la esbeltez de los muros de las naves mayor y laterales.

» Según consta en su carnet de dibujo, Villard de Honnencurt diseñó ya todo el proyecto de Reims desde el principio aplicándole esta corrección, posiblemente conociendo el fallo de Notre Dame y le parecía a todo el mundo que ese era el diseño original de la Catedral  Alonso recordaba esta anécdota, y como algunos arquitectos franceses habían llevado a Canterbury esta solución y el tiempo la aceptaba como original.

» ¿No creen sus señorías que podría haber ocurrido algo similar con el Pórtico del maestro Mateo?

» Esta teoría echaría por tierra todas las reivindicaciones francesas de Vezelay, Conques, Saint Sernin de Toulouse etc., como originarias de la idea del pórtico con parteluz. 

El murmullo general se convirtió ahora en abiertos comentarios en voz alta. Alonso prosiguió apurando sus últimos argumentos. Si la utilización del parteluz surge en el Pórtico de Compostela a raíz de un hecho estructural fortuito, se exportaría ya el conjunto con el soporte central.

» Pero también podría haber sucedido que Vezelay o Conques fuesen anteriores y que en el Pórtico de la Gloria el maestro Mateo hubiese efectuado un intento fallido de construir el alarde del tímpano sin apoyo central.

Alonso había acumulado una gran tensión en su pequeño discurso y decidió terminar su exposición dejando estos interrogantes en el aire.

» Ilustrísimos Señores, les ruego que me disculpen y que piensen sobre estas cuestiones.

En este vídeo dibujado, el arquitecto Arturo Franco Taboada intenta desvelar el enigma sobre una misteriosa fractura que aparece en el gran dintel que soporta el tímpano del pórtico. El arquitecto –colaborador de MUNDIARIO– teoriza sobre un suceso que, por alguna razón desconocida, ha sido pasado por alto para todos los investigadores que se han interesado a lo largo del tiempo, en el análisis de esta joya del románico tardío. Se sugiere en este informe, una curiosa referencia histórica, que podría ayudar a la datación de la fecha de esta rotura. @mundiario

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