La peregrinación a Santiago y sus caminos no constituyen una excepción
Las peregrinaciones no son fenómenos exclusivos ni de una religión, ni de un espacio físico o temporal. Pero es lo cierto que en la mayoría de las religiones existen prácticas que pueden ser entendidas como peregrinación.
En palabras del antropólogo y profesor de la Universidad de Chicago Dale Eickelman, la peregrinación es eminentemente un viaje de la imaginación religiosa. Como movimiento físico, con punto de partida y punto de llegada, va siempre ligada a un itinerario, a un camino.
Las peregrinaciones no son fenómenos exclusivos ni de una religión, ni de un espacio físico o temporal. Pero es lo cierto que en la mayoría de las religiones existen prácticas que pueden ser entendidas como peregrinación, aunque con distintas motivaciones y modelos, lo que nos permitiría hablar de una práctica casi universal.
La peregrinación a Santiago y sus caminos no constituyen una excepción. En su génesis está presente la religión, los sentimientos religiosos, aunque las motivaciones hayan sufrido modulaciones a lo largo del tiempo.
En el año 814, se produce la inventio –en latín, hallazgo o invención, para gustos– del sepulcro del Apóstol–, el descubrimiento de la tumba del Apóstol Santiago. Este hecho, será determinante en la historia de la ciudad de Santiago de Compostela. Pero además, sus consecuencias, dejarán huellas que hoy están presentes en la historia de España y Europa.
Tras la inventio-descubrimiento, podemos hablar del primer evento de peregrinación con la venida a Santiago del Rey de Asturias Alfonso II El Casto. Viaja a Santiago con el objeto de contrastar el descubrimiento del Sepulcro, hecho del que le había dado cuenta el obispo Teodomiro, de la diócesis de Iria Flavia próxima al lugar de la “invectión”. En consecuencia, el Rey asturiano, aparece en la historia como el primer peregrino a Compostela, abriendo así el primer camino de peregrinación a Santiago desde la Catedral de Oviedo. Más tarde conocido con el nombre de Camino Primitivo.
Es a partir de aquí cuando comienza el fenómeno de la peregrinación Jacobea, que convertirá a Santiago de Compostela en uno de los más importantes centros de peregrinación de toda la cristiandad. De aquí nace el famoso dicho “Quien va a Santiago y no a San Salvador, visita al criado y no al Señor”, en referencia al patrón de la hoy capital asturiana y a la trascendencia e importancia del Rey Alfonso en el nacimiento del camino y posterior consolidación. @mundiario