Durante muchos años los peregrinos elegían Palas do Rei para descansar

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Señalización en el Camino de Santiago.

Los caminantes llegan a Palas do Rei, importante pueblo centro comarcal, uno de los hitos del Camino Gallego, restos de castros celtas y pazos de nobles familias gallegas.

Durante muchos años los peregrinos elegían Palas do Rei para descansar

Estamos en Palas do Rei. Llamado en el Códice Calixtino Pallatium Regis, por localizarse en el lugar el palacio del visigodo rey Witiza, rival al poder del padre del rey don Rodrigo y a este mismo. El principal monumento es la Iglesia Parroquial de San Tirso, románica del siglo XII, en la portada destacan las dos arquivoltas que descansan sobre capiteles de hojas.

La credencial se sella en la casa del párroco, Manuel Frailde, un buen anfitrión. Atiende al peregrino, que tiene que subir dos pisos hasta el salón de su casa, interesándose por él, prestándole un libro de firmas para que escriba su impresión del camino. Comenta  la visita del conselleiro de Cultura de la Xunta, del cardenal Suquía y otros peregrinos ilustres. Curiosamente, el peregrino que realiza el camino por "onceava" vez es la primera vez que coincide con él, seguramente el párroco estaría ocupado, celebrando, teniendo que sellar la identidad en el cuartel de la Guardia Civil.

En el centro del pueblo una fuente representa el monu­mento al peregrino. Según Aimeric Pinaud (monje benedictino que escribió en el siglo XII el Codex Calixtinus. El libro V, Liber Sancti Jacobi es una verdadera guía para los peregrinos medievales) aquí se termina la etapa nº 12, empezando la decimotercera y última, de 64 kms hasta llegar a Santiago, aunque entonces, una etapa duraba varios días. En aquella época los peregrinos se reunían en el "Campo dos Romeiros" para seguir juntos hasta Santiago.

El municipio de Palas do Rei discurre entre los ríos Miño y Ulla, es comarca agrícola y ganadera, de valles fértiles y riqueza forestal, pinus pinaster,  de rápido crecimiento. En la zona se une el camino del norte con el camino francés, continuando juntos hasta Santiago. Es buena una comarca con casonas, pazos medievales y castillos.

Más anécdotas. Independientemente del nuevo refugio construido, al final del pueblo hay un hotel, buen lugar para descansar, "Ponterroxán", costando trabajo recorrer ese último kilómetro para llegar allí. El posadero pregunta desde donde partimos, se sorprende al conocer que en el día han recorrido 46 kms. andando.

Los jinetes y caballos también han llegado al mismo sitio, un peregrino les dice que los caballos parecen cansados. -Igual que nosotros responden los jinetes. Igual que todos- dicen los caminantes.

Después de la agotadora etapa algún peregrino para descansar los pies los pone en alto, los tobillos y empeine están cargados, hinchados, les aplica un aerosol. Mientras el posadero les sella la Credencial y les cuenta- Muchos peregrinos al llegar dicen que están apenados porque se termina el Camino -será por la mujer que les espera en casa- ríe guasón.

(Continuará)

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