El Camino de Santiago pueblo a pueblo desde O Cebreiro (28)

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Señalizaciones del Camino de Santiago.

El Camino de Santiago, también conocido este trayecto por Camino Francés, continúa por montes y valles de la Provincia de A Coruña. Un itinerario con mucho arbolado en sus bosques.

El Camino de Santiago pueblo a pueblo desde O Cebreiro (28)

Los caminantes van a acometer la última etapa Monte do Gozo, desde Arzúa a Santiago. Muy de mañana salen los peregrinos al camino con gran ánimo, la primera impresión es que las piernas pesan más, pero es la sensación  por estar en frío, después de unos kilómetros todo vuelve a ser lo mismo. Sin embargo el hecho significativo es que con esta etapa se concluye el Camino de Santiago, hay que recorrer 36 Kms. es la etapa de Compostela. Salimos de Arzúa por la Calle Carmen hacia la fuente de los franceses.

Bajamos hacia un arroyo por bonito paraje, la aldea de As Barrosas está en el medio de una carballeira, después pasan por Raído, aquí se ve el décimo cruceiro en el trayecto, descendemos hacia el río Marrabaldos y el molino de los franceses, después empieza otra subida pasando por Fondevila, Cortobe, Pereiriña estan cerca de Ponteladrón, que ya no existe, lugar donde se atracaba a los peregrinos.

Los caminantes continúan subiendo por un frondoso bosque de robles, pinos y eucaliptos y las aldeas de Tavernavella y Calzada, nombre que procede de una antigua calzada romana, utilizada por los peregrinos. Aquí termina el municipio de Arzúa. Estamos en un atractivo trayecto para andar, vista de agradable vegetación, muchos árboles, entre prados, huertas, en un continuo tobogán de valles y montañas.

El tiempo ha mejorado mucho, luce un espléndido día de sol, las piernas se mueven por inercia hacia delante, el día ayuda mucho, en la mente de cada uno bulle la idea de llegar, de ir distribuyendo las malparadas fuerzas, de reservar alguna energía para los últimos kilómetros, pero el poder de resistencia está más en la mente que en los pies. El aire huele a hierba cortada y almacenada, a silo, tapada con plásticos para que fermente, alimento de vacas lecheras, pero con un olor desagradable.

Ahora les van pasando a otros grupos de peregrinos, unos descansan, otros pasan presurosos después del descanso, pero ellos no paran, siguen con su fuerte marcha atravesando la campiña gallega, paraje para contemplarlo, para detenerse, pero no es posible.

El camino está muy bien señalizado con altos mojones que van indicando los kilómetros que faltan para Santiago y una flecha con la dirección a seguir, tiene en lo alto una vieira encofrada, símbolo del peregrino.

(Continuará)

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