El Camino de Santiago, un elemento esencial en la creación de la identidad europea

Camino de Santiago. / Xurxo Lobato
Camino de Santiago. / Xurxo Lobato

El Camino –y su extraordinario esplendor a lo largo de la Edad Media– fue una importante vía de articulación física y de vertebración espiritual, cultural y artística de Europa.

El Camino de Santiago, un elemento esencial en la creación de la identidad europea

El Camino de Santiago ha estado sujeto a oscilaciones a lo largo de la historia. La peste negra, que se extendió por Europa matando a más de 25 millones de personas, un tercio de su población, la reforma protestante y la ocultación temporal de los restos del Apóstol, influyeron decididamente en un fuerte descenso. Es lo cierto que, en el siglo XVIII, las peregrinaciones habían desaparecido por completo. Quizás, en la época, el último hito del esplendor peregrino a Santiago viene marcado por la vista de los Reyes Católicos Isabel y Fernando.

Los Reyes Católicos acudieron a Compostela implorando la ayuda del Apóstol en la conquista de Granada, haciendo promesa de construir en Santiago un hospital para peregrinos y su mantenimiento futuro a costa del erario real. Promesa que tras la conquista se concretaría en la construcción del hoy Hostal de los Reyes Católicos.

En resumen, el Camino –y su extraordinario esplendor a lo largo de la Edad Media– fue una importante vía de articulación física y de vertebración espiritual, cultural y artística de Europa, y uno de los elementos esenciales en la creación de la identidad europea, y así lo refleja uno de los párrafos del preámbulo del vigente Tratado de la Unión Europea, al mencionar “la herencia cultural, religiosa y humanista de Europa”, como fuente de inspiración del propio Tratado. Esta contribución del Camino de Santiago a la construcción de una personalidad europea propia en las diversas facetas; es objeto de reconocimiento por parte de personalidades y organismos internacionales en nuestros días. @mundiario

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