El Camino de Santiago contempla el futuro desde sus hondas raíces históricas
Fue declarado primer itinerario cultural europeo por el Consejo de Europa en el año 1987 y Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 1993.
A finales del Siglo XVI, el enfrentamiento Hispano Inglés y la presencia en las costas gallegas de piratas, muy especialmente la presencia de Drake en A Coruña en 1589, hizo que la Iglesia Compostelana ocultara, por largo tiempo, las reliquias documentales y los restos del Apóstol, fundamental valor simbólico del culto Jacobeo y de las peregrinaciones. También se somete a revisión, por parte de importantes Juntas de finales del Siglo XVI, el privilegio del llamado Voto de Santiago, base documental que justificaba la renta para el sostenimiento del Hospital y del Culto Jacobeo.
Comienza así un combate religioso, literario, histórico y político, en el que jugó también un papel importante la propuesta de Teresa de Jesús como Copatrona de España. Un debate que, finalmente, se cierra con la victoria de los Jacobistas.
En estas fechas, surge la tradición de la ofrenda anual al Apóstol Santiago por parte del Monarca, al establecer Felipe IV en 1643 una ofrenda de mil escudos de oro anuales, destinados a financiar el Culto al Apóstol en la Catedral Compostelana y entregados solemnemente el día 25 de Julio de cada año. Ofrenda que fue ampliada con dos más, una el 30 de diciembre de cada año, para conmemorar la traslación y la tercera el 25 de julio del Año Jubilar, coincidiendo con la presencia de los Reyes en Compostela. Tradiciones que hoy se mantienen.
Estas consideraciones históricas sobre los diversos aspectos de las peregrinaciones, nos colocan frente al análisis y desafíos de los tiempos actuales. Durante muchos siglos han jugado en su promoción las motivaciones religiosas y políticas y el importante esfuerzo económico en la infraestructura y ornato de los caminos. En el momento actual, junto a las motivaciones de carácter espiritual, están también presentes medios de distracción y esparcimiento y junto a ellos, la intencionalidad política de convertirlo en un símbolo de unidad europea y de cristiandad, han contribuido y contribuyen a su difusión, conocimiento y promoción. El Camino de Santiago, declarado primer itinerario cultural europeo por el Consejo de Europa en el año 1987 y Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 1993, recobra su importancia simbólica en la construcción política de la Unión Europea.
Lo cierto es que hoy, tras siglos de avatares históricos, leyendas, peregrinaciones de grandes personajes, Santiago y sus Caminos de peregrinación, son hoy realidades que siguen atrayendo a millones de personas de todo el mundo.
Frente a los que sostienen que vivimos un momento de crisis de las tradiciones, sin precedentes en la historia de la humanidad, la realidad es que las nuevas generaciones asumen elementos importantes de la actividad tradicional, acomodando su práctica y simbología a nuevas significaciones. De ahí, que algunas características de la peregrinación actual, estén más cerca del esparcimiento y del ocio y más lejos de tradición espiritual que les dio vida.
La visita a nuevas tierras, el disfrute del caminar por los campos, la inquietud cultural por descubrir, contemplar y visitar monumentos, descubrir paisajes, gastronomía, acercamiento a la vida rural tradicional y el conocimiento y relación con otras gentes, y un trasfondo religioso o espiritual, están hoy presentes, sin duda, también en el peregrinar por el Camino de Santiago. @mundiario
