Desde el 27 de julio se podrá visitar el Pórtico de la Gloria restaurado

36364092_1691308697590172_3514088412762079232_n_opt
Jeremías, Daniel, Isaías y Moisés.

El Pórtico de la Gloria está en el área central de la Catedral de Santiago. El maestro Mateo lo construyó entre 1168 y 1188 como parte de la fachada del Obradoiro.

Desde el 27 de julio se podrá visitar el Pórtico de la Gloria restaurado

El Pórtico de la Gloria estaba en la fachada exterior hasta el siglo XVI, época de Fonseca, en que se cierra para evitar su deterioro construyendo otra fachada por delan­te. Es un amplio tríptico de piedra, una genial representación que en sus tres partes expone distintos episodios de la Biblia. Son diversas las interpretaciones que se han dado a lo que ha representado el maestro Mateo, época en que "los sermones en piedra" era la forma más común de explicar la religión al pueblo.

El Pórtico de la Gloria hay que verlo por partes, lo componen 135 estatuas de granito policroma­do cada una de las cuales representa algo, mirando al frente en la columna del centro está Santiago Apóstol, con apacible semblante, pelo largo y barba, muy cuidado. Más arriba Cristo resucitado como figura principal destaca de todas las demás por su tamaño, está rodeado de los evangelistas, ángeles y los 24 ancianos del apocalipsis "In concert", con sus instrumentos. Cristo Glorificado y su enviado Santiago reciben a los peregrinos. Cada arco coincide con cada nave de la Catedral. En la gruesa columna de la derecha están los apóstoles y en la de la izquierda los profetas. Es una obra de arte, el monumento más importante del arte cristiano del siglo XII, la obra cumbre del románico.

En la columna del medio, parteluz, a la altura de la vista figuran cinco huecos donde los peregrinos han puesto las yemas de los dedos desde tiempo inmemorial desgastándola, mientras oraban haciendo sus peticiones al Apóstol y dicen: “Hasta aquí he llegado”. En los gruesos pilares que separan el arco central de los laterales hay ocho figuras de tamaño natural, cuatro en cada pilar a media altura, a la izquierda los profe­tas: Jeremías de larga barba, Daniel sonriente (llamado Danieliño por los gallegos), Isaías con bastón y una cartela y Moisés con las Tablas de la Ley.

Las figuras de la derecha representan a los apóstoles, San Pedro con las llaves, San Pablo con libro abierto, Santiago con una bonita túnica obscura y dibujos de flor de Lis, y su hermano San Juan de rostro joven y el libro del Apocalipsis. Estas ocho imágenes con Cristo y Santiago, se consideran lo mejor del Pórtico en que destacan por su gran realismo, todo un adelanto del arte en su época la innovación de las primeras sonrisas en las imágenes de Daniel y San Juan, destaca la sonrisa de Daniel sonrisa socarrona con retranca con picardía la mejor de su época, vale la pena recrearse en ella. Pronto veremos la restauración de las pinturas originales del Pórtico, realizada por la Fundación Barrié.

Anécdotas

Un "sermón" de piedra. En aquellos años mucha gente no sabía leer, pero interpretaban muy bien las estatuas. La de Danieliño decían que se reía de las grandes tetas de la reina Esther, enfrente, cuando el obispo se enteró mandó rebajar los pechos, se observa claramente. Los gallegos, cabreados, crearon el queso de tetilla, como réplica al obispo, pero que fue peor, ahora cada vez que se enseña a alguien el Pórtico se le señala la sonrisa de Danieliño y las tetas recortadas de la regordeta reina Esther. El cachondeo de Danieliño hace que la reina Esther se ponga colorada, así la vemos, con sus tetas rebajadas (se nota mejor al natural por el distinto color de la piedra.

La imaginación del pueblo ha inventado el siguiente diálogo entre ellas, Santo Tomás habla diciendo que tiene sus dudas y que "habrá que discutirlo despacio", levanta la mano y muestra la palma, su compañero con la mano en el corazón dice: –"Yo lo creo"-, enfrente San Marcos, con la mano señalando la calle, les dice -"La iglesia no es lugar para discutir, si queréis seguir, lo podréis hacer por esa puerta". - señalándoles la calle.

En las jambas de las puertas de la calle, de izquierda a derecha, están las imágenes de San Marcos, San Lucas, San Juan Bautista, la reina Esther, Judit y Job. Detrás del parteluz hay una figura arrodillada que representa al maestro Mateo, con bucles en la cabeza, como avergonzado de lo que ha hecho, mirando al Altar Mayor y de espaldas al Pórtico. En Santiago se le conoce popularmente como "O Santo dos croques", el santo de los chichones donde tradicionalmente se ayuda a los niños a golpear su cabeza con la del maestro Mateo para que de esta forma le transmita su imaginación e inteligencia, ser buenos estudiantes, abrir y ensanchar la mente. Al atardecer parecen iluminarse, brillar las caras del Creador, de Santiago, San Juan, las barbas de Jeremías, Esther ruborizada, la sonrisa pícara de Daniel.

Rosalía de Castro expresaba así esta imagen en "Follas Novas”:

O sol poniente, polas vidreiras

da soledade, lanza serenos

raios que firen descoloridos

da gloria os ánxeles i o padre eterno.

Santos i apóstoles, ¡védeos!, parece

que os labios moven, que falan quedo

os uns cos outros; i aló na altura

do ceo a música vai dar comenzo

pois os groriosos concertadores

tempran risoños os instrumentos.

¿Estarán vivos?, ¿Serán de pedra

aqués sembrantes tan verdadeiros,

aquelas túnicas maravillosas,

aqueles ollos de vida cheos?

 

Traducción:

El sol poniente, por las ventanas

de la soledad, lanza serenos

rayos que hieren descoloridos

los ángeles de la Gloria y el Padre Eterno.

Santos y Apóstoles ¡miradlos! Parece

que los labios mueven, que hablan bajo

unos con otros, y allí en lo alto

del cielo, la música va a empezar

pues los gloriosos concertistas

afinan risueños los instrumentos.

¿Estarán vivos? ¿Serán de piedra

aquellos semblantes tan verdaderos,

aquellas túnicas maravillosas,

aquellos ojos de vida llenos?  

 

Hay muchos estudiosos del Pórtico de la Gloria que ansiosos están esperando el 27 de julio para poder volver a contemplar esta maravilla ya restaurada como en su inicio.

Comentarios