¿Será verdad que los arreglos van por barrios? (y peor aún: según qué barrios)
Una conversación entre dos paisanos, traída por un viento travieso, empuja a preguntarse si la mejora de calles en A Coruña sigue criterios de afinidad política y clasismo.
¿Será verdad lo que dos parroquianos comentaban en una terraza de la Plaza de Vigo de A Coruña: que se mejoran las calles de la ciudad según la afinidad política de las asociaciones de vecinos y de comerciantes de según que zonas?
¿Será verdad que vecinos y comerciantes de las zonas menos afines e influyentes han de encomendarse al Santo Job, tal y como decían esos dos contertulios?
¿Será verdad que esos dos ciudadanos que comentaban el caso habían tomado su café con leche y no con gotas y que podemos fiarnos de sus comentarios?
¿Será verdad que Emilia Pardo Bazán, más importante en la Historia que el oscuro pintor Joaquín Vaamonde, traslada su preeminencia al callejero de A Coruña?
¿Será verdad, como decían los dos contertulios, que el palacio municipal de María Pita se ha convertido en un castillo donde cada concejalía va a sus cosas y nadie a la de todos?
¿Será verdad que, a estas alturas, nos preguntemos si los políticos hacen lo que deben o lo que les conviene?
Será, será, qué será, será...