El polémico viaje de Nancy Pelosi a Taiwán

Nancy Pelosi en Taiwán. / @SpeakerPelosi
Nancy Pelosi en Taiwán. / @SpeakerPelosi
Se trata de un viaje que echa más leña al fuego y sin ninguna razón que lo justifique.
El polémico viaje de Nancy Pelosi a Taiwán

En esta época canicular del año, cuando habitualmente el becario de turno en el periódico nos gratificaba con las andanzas del simpático dragón del Lago Ness, hemos tenido el privilegio de contar con una noticia interesante.

No diré insólita, porque los errores estratégicos de los EE UU se están convirtiendo en cotidianos, pero sí inédita e inesperada.

No había ninguna necesidad de hacer lo que se ha hecho y sin embargo y contra el parecer del Pentágono y de la propia Casa Blanca la Presidenta del Congreso de los EE UU ha decidido embarcarse en una visita por el Sudeste Asiático que incluye Taiwan, destino no favorecido por la élite USA desde hace 25 años.

La señora Pelosi ha asegurado que Taiwan es un país democrático y que los EE UU no lo dejarán caer, lo que ha provocado una respuesta china no vista en mucho tiempo.

Al respecto me permito algunas consideraciones objetivas, en su mayor parte legales, pues el problema es especialmente legal y solo en su última lógica puede reconducirse a relaciones internacionales:

1.- Cuando Japón se rinde a los EE UU el mapa del vencido incluye Taiwan. Ya en 1943, la Declaración de El Cairo aseguraba que tras la contienda, los territorios japoneses arrebatados a China volverían a ella. En Postdam 1945 esos acuerdos volvieron a ratificarse. 

2.- Por aquellos días todavía  no se había resuelto la contienda entre la China de Chiang Kai-shek y la de Mao. La guerra civil estaba a punto de terminar pero no lo haría hasta 1949. Por consiguiente, en el momento de la rendición de Japón este no era beligerante con China. Así que, Taiwan hoy debería de ser, legalmente, territorio japonés ocupado por los EE UU. Pero...

3.- Las tropas de Chiang pierden la guerra y los EE UU les facilitan Taiwan para que se instalen, como así lo hacen.

4.- Cuando es evidente que no va a cambiar el resultado de la guerra civil, 1971, la Asamblea de las Naciones Unidas pasa su resolución 2758 que reconoce a la República Popular China (RPC) como la única representante del pueblo chino. 

4.- En 1972 el tándem Nixon/Kissinger decide que es prioritario iniciar un juego de contrapesos entre la URSS y la RPC. Según Kissinger, la unión de China y la URSS sería "letal" para los intereses de los EE UU. Por ello en 1979, al establecerse relaciones entre los EE UU y China se rompen relaciones con Taiwan y se reconoce a la RPC como única representante del pueblo chino. Hacia 1989, cuando cae el muro y se produce Tian An Men, se decide que es prioritario para el hegemón modernizar al país del centro. 

6.- Se debe a esos acontecimientos la doctrina subsiguiente de la "ambigüedad estratégica". Esto es. China no dice pero asegura que mientras Taiwan no se declare independiente no invadirá. Los EE UU tampoco aseguran nada pero afirman que mientras no se invada ellos tampoco alterarán el status quo. Kissinger asegura: "los EE UU no deberían por subterfugio o proceso gradual desarrollar una especie de solución dos Chinas".

Un viaje que no es inocente

Dado lo anterior, la frase de la señora Pelosi, Taiwan es un país democrático, no pasa de ser una opinión y jurídicamente nula de pleno derecho. Pues es principio aceptado de todas las legislaciones que nadie puede ir contra sus propios actos y los EE UU han firmado un tratado, hoy vigente, en el que reconocen que solo la RPC representa a China. Para añadir mas asombro a lo sucedido la señora Pelosi carece de competencias para dictar la política exterior de su país, pues la firma y la denuncia de los tratados corresponde al Congreso y no a su Presidenta. Por si el Departamento de Estado de EE UU necesitase alguna clarificación en el tema, lo que no creo sea el caso, diré que la manera de que Taiwan sea un país para el Derecho Internacional Público es denunciar el tratado en el que se reconoce a la RPC como única representante del pueblo chino para ratificar que son dos, la China continental y Taiwan. 

No obstante, el que los EE UU no lo vayan a hacer no convierte a este viaje en algo inocente. El 30% del comercio exterior de Taiwan es con China continental y ha quedado severamente afectado. Los ejercicios militares de respuesta chinos han prácticamente bloqueado a la isla. Item mas la RPC ha cancelado: el diálogo China/US entre comandantes de teatro de  operaciones y la cooperación en materia de Defensa (DPCT). Y ha suspendido los acuerdos de encuentros consultivos entre China y autoridades marítimas USA. También suspende la cooperación en materia de repatriación de emigrantes y la cooperación de asistencia legal en cuestiones criminales. Igualmente queda afectada la cooperación contra el crimen transnacional, la cooperación contra el narcotráfico y las conversaciones sobre cambio climático. En cuanto a Taiwan se suprimen las importaciones de cítricos y pescado congelado.

El Reino Unido, detrás 

En este contexto se menciona también la próxima visita de la Comisión Parlamentaria de Exteriores del Parlamento británico a Taiwan, es de imaginar que con parecidos propósitos a los de la señora Pelosi. 

Todos los países de la zona han pedido moderación, obviamente a China, mientras que el G7 ha condenado la respuesta del país del centro. En cuanto a los observadores independientes como yo mismo no entendemos la lógica de toda esta polvareda, como no sea la de anular de facto los acuerdos de El Cairo, Postdam, la ambigüedad estratégica y el tratado fundacional de relaciones diplomáticas de 1979. Y de paso extender a Taiwán la lógica que ha llevado a la guerra de Ucrania. Aquí es más fácil: no hay una Francia y una Alemania que ofrezcan un acuerdo de Minsk como alternativa. Queda por ver si estos acontecimientos merecerán una respuesta de la OTAN, lo que no es imposible tras los acuerdos de la cumbre de Madrid y la entusiasta participación de la UE en todo esto. En definitiva, más leña al fuego y sin ninguna razón que lo justifique. Todo esto por parte del país que afirma desear un mundo basado en reglas pero que las ignora sistemáticamente. @mundiario

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