Samuel Luiz ya tiene fado

Manifestación contra el asesinato de Samuel, un joven de 24 años, en la Plaza de María Pita (A Coruña, Galicia, España). / Fernando Losada Rodríguez, Creative Commons.
Manifestación contra el asesinato de Samuel, un joven de 24 años, en la Plaza de María Pita (A Coruña, Galicia, España). / Fernando Losada Rodríguez, Creative Commons.
Samuel Luiz, en la memoria de muchos coruñeses por su muerte, tiene para su recuerdo el aire nostálgico de un "fado". El próximo 3 de julio se cumplirá un año de su asesinato. 
Samuel Luiz ya tiene fado

Paseo marítimo de A Coruña, a escasos metros de distancia de la céntrica playa de Riazor. 3 de julio de 2021. Un joven de 24 años, Samuel Luis Muñiz, coruñés de ascendencia brasileña, retomaba en esa jornada la vida nocturna propia de cualquiera de su edad tras haber superado la covid. Cuando salía de un pub en compañía de una amiga, una videollamada interrumpió momentáneamente su caminar. En este se cruzaron en mala hora  los integrantes de un grupo de jóvenes que propinaron a Samuel una paliza tal que, en tan sólo unos minutos (seis, según una grabación efectuada) causó su muerte. 

A escasos días del primer aniversario de este asesinato, un fado compuesto por Davide Salvado y Cibrán Seixo, recuerda vívidamente a quien murió sin saber por qué. Sin excusa. Sin explicaciones. Con la etiqueta de la homofobia. Fado para Samuel es, según Davide, coautor del tema, "una respuesta artística reivindicativa" que busca romper silencios, alejar las negras sombras de las noches amargas de aquellos que no saben convivir y entender que el derecho a ser lo que cada uno quiera es algo inalienable, irrenunciable, intransferible. Ser sin renunciar a ti mismo y menos todavía por obligación, por regla, por norma, porque tú renuncias pero no así quién o qué te obliga a ser distinto.

No conocía a Samuel. Pero sí sé que su muerte, su asesinato, ha servido para que algunas conciencias dormidas se hayan despertado tal vez para siempre. Tampoco sé qué indujo a los autores de su muerte a ese extremo violento. Y menos entiendo que esa muerte la justifique la creencia -no sé si la seguridad- de que el muerto era homosexual.

¿Y qué si lo era? Hay datos: uno de cada tres delitos de odio en Galicia es, según el diputado provincial Xosé Lois Penas, delito de odio. ¿Qué sentimientos arrastra nuestra sociedad para un tan irreparable comportamiento? ¿Tendrá que ver con aquellos "saltos" policiales que en los años 60 del pasado siglo realizaban los integrantes de la Policía Armada en los Jardines de Méndez Núñez cuando, a la luz de la luna y las farolas, grupos de jóvenes se reunían por el simple hecho de estar juntos? La carga policial les llevaba a saltar -por lo menos a intentarlo- la valla del puerto vecino perseguidos sañudamente por los "grises". Jóvenes a los que el franquismo denominaba "maricones" antes de haber asumido la homosexualidad que sus perseguidores no admitían en sí mismos y a pesar de que algunos de sus jefes explotaban en barrios de A Coruña casas de prostitución que nadie, entonces, se atrevía a denunciar.

El de Samuel Luiz Muñiz podía haber sido un chôro (o chorinho), o una samba con sabor brasileiro. Pero Davide y Cibrán optaron por el fado. Este es más de noche y de canto sentido y en penumbra, como de noche se conoció de la existencia de Samuel Luiz, quien a sus 24 años y a tiro de piedra de la playa de Riazor, se murió sin que nadie le diese motivos o explicaciones. Ni las hubo, ni las hay.

Un fado, un aniversario y un rapaz que se fue sin que nadie lo llamara. @mundiario

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