El PP hace historia en Andalucía

Juanma Moreno Bonilla sigue la estela de Ayuso y de Feijóo, recuperando espacio electoral, fagocitando a Ciudadanos y frenando a Vox. Diferente fue el caso de Castilla-León que dio vuelo a los radicales en una campaña diseñada por los dirigentes populares de Génova y que llevó a su destitución.

El PP en Andalucía ha seguido el modelo gallego, ocupando el centro electoral y dejando a los demás peleando por las esencias en los flancos. Folclorismo en Vox, división catastrófica en la izquierda mientras el PSOE era incapaz de ofrecer algo parecido a un programa inteligible.

Muy mal resultado para el Gobierno central que contempla impotente el cambio de ciclo electoral. Yolanda Díaz ha mostrado una vez más su levedad mientras que Pedro Sánchez y su equipo parecen confundidos sobre lo que está en juego.

Los anuncios más publicitados como los fondos Next Generation, el tope del gas o el salario mínimo vital, no han producido los efectos esperados. Mientras los ciudadanos están preocupados por los precios o la vivienda, el Gobierno ha aceptado entrar en todo tipo de batallas culturales o ideológicas, desde los libros de texto, el género o  la memoria hasta la sanidad privada. Asuntos divisivos y polarizadores que rompen la mayoría que apoyó al Gobierno.

Desaparecidos Carmen Calvo y Ábalos, nadie en el Gobierno parece capaz de explicar lo que se quiere o lo que se hace. Algunos ministros/as directamente parecen trabajar contra su electorado.

La lección andaluza es que a Vox se le puede segar la hierba electoral, explicitando sus contradicciones y marcando la agenda propia. Los estereotipos han quedado para los partidos de izquierda.

Los resultados catapultan a Feijóo y a su equipo. Las elecciones municipales y autonómicas de mayo pueden alfombrar el camino hacia la Moncloa, sobre todo si Sánchez, único poder real del PSOE, persiste en una agenda alejada de las personas aunque se diga lo contrario. No es Europa, ni Ucrania, ni el Consejo del Poder Judicial. Es la economía doméstica, la inflación que devora ingresos y ahorros.

Lamentablemente, si el Gobierno no rectifica serán los alcaldes quienes reciban la primera ola del cambio, injusta pero inevitablemente. @mundiario