Marketing telefónico, actividad invasiva contra el derecho a ser dejado en paz

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Marketing telefónico. / Mundiario
Los sociólogos que estudian los efectos negativos de la publicidad coinciden en el hartazgo que está creando el marketing telefónico continuado. 
Marketing telefónico, actividad invasiva contra el derecho a ser dejado en paz

Los ingleses lo llaman “El derecho a ser dejado en paz”. Creo que todos padecemos a diario el llamado “marketing telefónico”. Debe regularse de alguna manera o que el Gobierno establezca que los teléfonos que se usan para las llamadas indiscriminadas tengan una clave o aviso que en pantalla nos diga de qué se trata. Ya sé que en algunos casos sale un aviso en ese sentido, que te permite aceptar o no la llamada o bloquearla. Esto está alcanzado tal grado de invasión de la intimidad que a veces cuesta ser educado. Las compañías telefónicas, las suministradoras eléctricas, presuntas o certeras ONGs con fines sociales o no llaman una y otra vez.

Además, en alguna de estas llamadas se requieren datos de tipo personal, económico, social o familiar. Es intolerable. Hace falta una Ley sobre marketing telefónico que le ponga freno. Me dirán que eso forma parte del lícito comercio, de la competencia comercial, de la ley de la oferta y hasta de la libertad de expresión, pero no me sirve. Porque invaden la intimidad y abusan de la buena fe. Y ahora, ya no basta el teléfono, el correo electrónico y WhatsApp ya son otro canal insoportable. Muchas de estas llamadas las hacen empresas operadoras que sirven a distintas empresas desde una misma central, por lo general fuera de España. Claro que todo el mundo tiene derecho a ganarse la vida, pero los demás no tenemos por qué soportar este asalto continuado. Y eso no es lo peor, es que también es una vía para cometer fraudes diversos, abusando de la buena fe de las gentes.

El teléfono móvil o el tradicional, no pueden convertirse en instrumentos de acoso y tortura de los ciudadanos. Además, en ocasiones se manejan datos absolutamente privados, lo que vulnera la ley de protección de datos. ¿Por qué me tienen que llamar si ven mi teléfono y dirección en una guía? ¿Suprimimos las guías? Claro que no porque cumplen una función orientadora para el usuario en general. Pero este descontrol y este abuso no pueden seguir. No creo que sea tan difícil regular este tipo de marketing, precisamente con ayuda de la propia tecnología. Porque ya está bien.

Efectos negativos

Los estudios sobre los efectos negativos que tiene para las propias empresas el marketing telefónico se resumen en cinco razones contrarias a su uso, y menos como en la actualidad El marketing telefónico es altamente invasivo, ya que los consumidores, poco pueden hacer ante una llamada telefónica, puesto que, en la mayoría de ocasiones, la llamada se recibe en el teléfono de casa, asaltando, de esta forma, al consumidor cuando menos quiere ser molestado. Normalmente, las marcas no hacen muy agradable las llamadas a sus consumidores y es que los protocolos son, muchas veces, muy deficientes y hacen que el consumidor se sienta crispado durante la llamada. No te digo nada si las llamadas se cursan a través de robots, aunque luego entre un operador personal. Se da al teléfono un uso que no es precisamente la comunicación participativa, sino la imposición invasiva. No ayuda este sistema a la propia imagen de marca. Provoca reacciones contrarias. Es decir, genera “odio” y “repudio”. Los sociólogos adviertes que el efecto que se está logrando va a resulta perjudicial para las marcas y las operadoras. Al tiempo. @mundiario

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