Ganar y volver a ganar

Otro título más para una plantilla de leyenda que entrará en la historia del Real Madrid. Jugadores con Champions, Ligas, Supercopas, Copas del Rey y no cesan en el deseo de seguir ganando y sumando copas a su palmarés. 

Lo complicado no es alimentar una barriga vacía si no saciar una llena. Ganar mucho o con frecuencia puede volverse contraproducente debido a que aunque el ser humano actúe por repetición y costumbre, si todos los días te repiten lo mismo, puede llegar a cansarte. 

Por tanto, en cada inicio de temporada, la misión del entrenador del Real Madrid es una de las más difíciles. No solo porque cuentas con los mejores jugadores y gestionar una plantilla con tantos egos es complicado, si no que tienes que ilusionar de nuevo a un plantel que ha ganado todos los títulos habidos y por haber en el panorama futbolístico.

En esto, la directiva ha marcado el camino a seguir. Una plantilla de jóvenes con hambre de títulos junto a jugadores con experiencia y palmarés repleto, que se retroalimentan para no dejar de pensar nunca en la oportunidad que es la de jugar en el Real Madrid y poder tocar metal en cada torneo con la camiseta blanca encima de la piel.

Además, la afición también contribuye a que el equipo siempre piense en seguir ganando. A la hinchada no le vale obtener la victoria hoy, en cuanto el árbitro pita el final, el aficionado ya está pensando en lo que viene. Actitud insaciable que recala en la plantilla para nunca pensar que es suficiente lo que han conseguido.

Como dijo el sabio Luis Aragonés, el fútbol se basa en "ganar, ganar y volver a ganar" algo que el equipo blanco lleva en el ADN. Club, afición y equipo crean ese hermanamiento para que la victoria, aunque se disfrute en el momento, sea olvidadiza y cada temporada se reseteen las vitrinas para que tengan que volver a llenarse. @mundiario